lunes, 14 de septiembre de 2009

Obama vs. Zapatero (2)

Pero no quería hablar del contenido del discurso de Zapatero que en el fondo es compartible desde la izquierda en su matriz argumental: Subir los impuestos para seguir haciendo economía productiva y sostener el estado del bienestar. Quería referirme, sobre todo, a su puesta en escena.

El presidente, no fue capaz de transmitir una convicción al conjunto del país. Su tono monocorde, titubeante, nervioso y siempre sospechoso, en su modo de expresión, improvisado, no es lo que ahora necesita el pueblo español.


Un componente esencial en política es la credibilidad. Esta se pone en cuestión cuan do existen discursos de diversos dirigentes sobre un mismo tema que no coinciden entre sí. A veces, incluso son contradictorios. Esa credibilidad también se pone en tela de juicio cuando se dan los problemas y las soluciones a cuentagotas, mientras que la realidad va calando en cada uno de nosotros en las opiniones de los expertos. Hemos conocido cada una de las fases de la actual crisis por otras vías en tanto que el gobierno decía, a veces, lo contrario.

Nuestra sociedad es una sociedad interconectada, no hace falta el gobierno para saber como marchamos, porque esa realidad nos llega a casa por múltiples caminos. En términos generales, la población ha incrementado su conocimiento sobre la economía y la política ,siempre en relación con lo que ocurría hace algunos años.

El gobierno, en muchas de sus aseveraciones, se ha visto desbordado, superado por los acontecimientos, de ahí, que demasiadas veces haya tenido que rectificar sus posiciones iniciales para luego, tornar hacia lo que otros habían dicho con anterioridad.

Rodríguez Zapatero en sus reflexiones ha de concluir que las cosas han cambiado, que el saber económico y político se ha ampliado, que los medios de conocimiento alcanzan a mayor número de personas y que este pueblo se encuentra ansioso de ser liderado hacia la superación de la crisis.

De esta situación económica solo se sale mediante una acción colectiva, y las acciones colectivas, precisan de diagnósticos acertados, propuestas solidarias, discursos veraces y grandes dosis de liderazgo.

Soy consciente de que hay cosas que no se les puede pedir a determinadas personas. Como he dicho en alguna ocasión que otra, Zapatero es una persona muy preocupada por la justicia social y la igualdad. Creo que ningún otro gobernante socialista ha tenido el nivel de preocupación que él tiene por estas materias, pero eso no es suficiente.

Zapatero en esencia es un orgánico, un aparatchik que ha ascendido a la máxima responsabilidad por un proceso de eliminación, pero no es un estadista. Zapatero contempla al país como si fuese el partido. No elige a los mejores, elige a los más fieles y trata de sustituir de modo sistemático a aquellos que le puede hacer sombra en el futuro. Así no se construye un partido y así no se construye un país. Necesitamos tanto en el uno como en el otro, a los mejores.

El PSOE y el país precisa del ejercicio de un líderazgo que nos conduzca hacia una tercera revolución o cambio. Hubo una primera revolución que trajo la democracia, un segundo cambio consistió en las iniciativas propiciadas por los gobiernos González y el tercer cambio o revolución, depende de su intensidad, debería de ser el que nos acerque, mediante la solución de los grandes temas pendientes; Cohesión del estado, reforma de la administración, educación y el cambio del modelo productivo, a ser como los grandes países de Europa.

Mientras esto no ocurra seguiremos sumidos en la mas completa vulgaridad , en la banalización extrema de la política, servida unas veces por el gobierno y siempre por la oposición. Soy de los que creo que nos merecemos otro modo de hacer política.



1 comentario:

  1. buen análisis Miguel, buenas noches.

    Date cuenta amigo, que cuando habla en campaña G.Llamazares, acaba la intervención, y una persona normal culturalmente hablando, se queda con lo que ha dicho. con Rajoy, igual, pero con el nuestro... no queda nada, se olvida, una verborrea retórica que no hay quien lo entienda, no saben llamar a las cosas por su nombre. En 2004 Fraga le dijo, !Fraga! que el socialismo, con Felipe González, representaba, ojo¡ "la época más negra de España! y ¿sabes qué le contestó ZP? que la época negra de España era... "lo del chapapote del Prestige". Yo me agarré al sillón y apreté el puño, no me lo creía, Fraga¡¡¡¡ no le recordó que era ministro de Franco, ni lo de Julián Grimau, le dijo lo del chapapote, y así casi siempre. Qué mal lo paso amigo. Tú date cuenta, el tipo este del bigote que tienes aquí más abajo. Un tío con sangre, vamos que me lo como! dialécticamente hablando. bueno, ya veo que en los caños, te cargas... las neuronas.
    Saludos

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