jueves, 21 de octubre de 2010

Mas sobre lo mismo; El cambio de gobierno, algunas claves






Quien espere un cambio de la política económica con la remodelación del gobierno puede esperar sentado. Como lo pienso lo digo y aunque lo que digo no va a misa, trataré de dar a continuación algunas de las reflexiones que me llevan a hacer una afirmación que a más de uno le puede parecer demasiado categórica.

Sería ingenuo pretender algo más, pienso, que leves retoques con los que endulzar el mal trago por el que está pasando gran parte de la ciudadanía. El cambio de gobierno pretende remediar la situación de los socialistas de cara a las próximas elecciones pero, ¿Solucionará esos nombramientos la situación de precariedad en la que se encuentran las capas desfavorecidas de la sociedad a causa de la crisis económica? No lo creo, sinceramente nada hay en el horizonte que pueda llevarnos a esa convicción. Decir que es un gobierno para salir de la crisis cuando no se tocan los fundamentos del área económica es simplemente un ejercicio de voluntarismo.

Ha sido tema recurrente de este blog el exponer la necesidad de un cambio por parte del PSOE, no solo del gobierno si no, incluso, el del propio presidente del gobierno. Son innumerables los posts en los que se exponían reflexiones sobre el asunto. Los últimos y más significativos han sido: En el calor del Verano (I y II) y De nata y fresa por decir algunos, o unos de los últimos, Mantenella y no enmendalla.

La deserción de los votantes socialistas casi tiene nombre y apellidos. Se saben quienes son, sus tramos de edad y en que zonas geográficas residen. Son trabajadores, que habitan en la periferia de las grandes ciudades. Son, también, jóvenes, hombres y mujeres, parados. Zapatero y el PSOE retiene, también se sabe, los sectores subsidiados no dependientes del INEM, pensionistas de bajo poder adquisitivo, parte de la clase media progresista, profesiones liberales, mujeres y la totalidad de los colectivos emergentes ansiosos de profundizar en las políticas de igualdad. Lo que permanece fiel al PSOE no es suficiente para mantener el tipo en las próximas elecciones. Por lo tanto había que actuar, mucho han tardado, para recuperar algo el voto perdido. Por fin, una presión eficaz de los afines hizo que Zapatero comprendiera la gravedad de la situación en la que estaba el partido. Zapatero llega siempre tarde a todo

Recurren para ello a la experiencia, al recuerdo y a determinados nombres. Rememorar un pasado, remitir al votante descolgado al cliché PSOE es igual a partido de los trabajadores, poner unos interlocutores más accesibles a la conciencia de izquierda. Esa es la clave que manejan los demoscópicos. De seguir con la misma política comunicativa se hubiese profundizado aún mas en la debacle electoral. De eso trata la remodelación del gobierno: Salvar al partido. Por eso lo del nuevo nombramiento para la Secretaría de Organización. Su objetivo: Rearmar al partido, llevar nuevamente a las agrupaciones a la masa militante necesaria para poder defender las políticas del gobierno entre los ciudadanos. La barra de los bares, los centros de trabajo, los clubs y la calle es de la derecha.

La experiencia es un grado. Los partidos como cualquier colectivo humano son un cuerpo vivo, con sus dinámicas internas. Responden a un aprendizaje y un rodaje para el que no faculta universidad o escuela técnica alguna. Zapatero acometió una profunda mutación de la dirección del PSOE en todos sus niveles y con ese cambio desarmó a parte de la inteligencia del partido. Las nuevas propuestas recobran para el mando en primerísima línea a una pequeña parte de esa inteligencia. El mismo lo ha confesado en su comparecencia explicativa. Queda por determinar si al gobierno se llevan políticos capaces de plantear innovaciones y recetas que alivien un tanto la situación por la que pasan muchos conciudadanos, o tan solo precisa el Presidente de bustos parlantes que puedan vender mejor la moto.

Algunos podrían decir, y no les falta razón, que es una más, un nuevo conejo que el presidente saca de su chistera. Una ilusión óptica o una voluta de humo que trata de vender a su clientela tradicional. Pero aún así, y no compartiendo la política que desde el gobierno se hace, a algunos socialistas, se nos ahorrará el bochorno que sentíamos cuando en el parlamento algunos de los ministros y ministras eran incapaces de sostener un discurso inteligente mas allá de los consabidos reproches o apelar al sentido patriótico.

Se trata de recuperar a votantes socialistas desencantados con Zapatero, no con el partido o las ideas socialistas. De ahí, la gran relevancia mediática que se le está dando a los cambios y el papel subalterno que voluntariamente está jugando el Presidente. Asistiremos, sin duda, si no a una retirada del primer plano de Zapatero si a una mayor presencia de los dos nuevos ministros y el vicepresidente. Jugamos a que el PSOE no sea tan ZP y más PSOE, mas Rubalcaba, Jáuregui, Gómez y Aguilar.

Otro elemento destacable es la retirada del primer plano de algunas políticas que se venían realizando. Ello no quiere decir que Zapatero deje de creer en la igualdad si no que estas políticas no formaran parte ya de la vanguardia comunicativa del gobierno es decir, no estará en la parte central del escaparate socialista. Esos proyectos del modo en que fueron confeccionados, propuestos y comunicados solo podían ser compatibles con un escenario de superávit presupuestario y bajo desempleo. Requerían de un mar político en calma y suficiente dinero.

Dejo para el final una última cuestión que no está en el origen del cambio pero que si es contemplada a juzgar por los comentarios realizados por el Presidente en su rueda de prensa; El cese del terrorismo de ETA y las ventanas que se pueden abrir a causa de los tímidos avances rupturistas con la violencia de la llamada izquierda abertzale.

Un proceso de diálogo o negociación para que ETA abandone la violencia y el terrorismo es algo muy complejo que va más allá del año y medio que queda de legislatura. No podría rentabilizarse de cara al electorado algo que fuese más allá, por imposibilidad temporal, que un alto el fuego por parte de la banda, situación, no lo olvidemos, que es en la que nos encontramos en la actualidad. El Partido Popular no dejaría que esa baza se la anotase el PSOE y pondría toda suerte de obstáculos a las reuniones. Los medios y colectivos afines cargarían contra cualquier iniciativa que supusiese conversaciones previas. Hoy por hoy, ni el PSOE ni la izquierda podrían hacer frente a la presión de una calle que en la actualidad es de la derecha en algo, que supusiera, una negociación o diálogo con la banda terrorista sobre el modo en el que deberían de dejar la violencia terrorista.

En fin, estas son las reflexiones que me sugieren el nuevo cambio de gobierno y como las siento se las digo.

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