lunes, 12 de abril de 2010

Lunes de Aguas



Breve, muy breve. Gracias a Eritia por recordarme con su post que tenía que hablar de esto. Breve, porque me voy al campo. Me explicaré.

Hoy es Lunes de Aguas en Salamanca y esta tarde, es fiesta. Transcurría el siglo XVI cuando el rey Felipe II de España… Dije que iba a ser breve y me sale el rollo.

A lo dicho, breve. Los salmantinos y en general todos los habitantes de Salamanca dedican esta tarde del lunes después de la semana de Pascua, a merendar en el campo. Si algún guiri se le ocurre transitar por nuestras calles verá todos los comercios y bares cerrados y las calles desiertas.

Es una fiesta profana, la más profana que pudiera haber. Felipe II allá por el siglo XVI y por cosas de la contrarreforma, prohibió que las putas, no me he confundido, putas, morasen en la ciudad durante la Cuaresma. Por decreto hizo seguir este tiempo litúrgico a todo quisqui. Por lo visto no era de tolerar que en medio de ese ciclo de penitencia los estudiantes se dedicaran a ir por la noche a las casas de mancebía, que por aquella época, eran abundantes en Salamanca.

Por lo tanto hizo el decreto o como se llame, y el miércoles de ceniza a las prostitutas les daban pasaporte. Es decir, las sacaban de la ciudad atravesando el río Tormes en busca de la otra ribera. Mientras tanto, las muchachas y no tan muchacahas, quedaban a cuidado, en extramuros, de un cura nombrado por el cabildo catedralicio al que se le denominaba “Padre Putas”. Obvio decir que ese puesto del que desconozco si era vitalicio o no, debería de ser muy “apetitoso” y codiciado por parte del clero.

Un lunes como el de hoy, el primero tras la semana de Pascua, el Padre Putas retornaba con las alegres comadres a Salamanca y lo hacían como se fueron, cruzando el río en barca, al parecer por ser impuras se le impedía el paso por el único puente de la ciudad de aquél entonces, el puente romano de Salamanca.

Los estudiantes ese día regaban de flores las orillas, iban en procesión a la ribera con cánticos, músicos y fiestas y las chicas eran recibidas como auténticas reinas. El salmantino, los salmantinos acudían también a la ribera del Tormes, se merendaba en familia o con los amigos y ya tenían la excusa para satisfacer el morbo y de paso participar, quien pudiera, de la fiesta.

Esta fiesta ha permanecido a lo largo de los siglos, y van ya para cinco, ahora es una fiesta familiar, supongo que antes también, se acude con los amigos y la familia al campo, los jóvenes acuden en cuadrilla y es de lo mas común el que este día sea el inicio en los jóvenes de nuevas parejas. Ya se sabe, novios por el Lunes de Aguas y casar en Septiembre por la Virgen de la Vega. Señala el final del invierno y la entrada real de la primavera. Se llama Lunes de Agua por el cruce del río y no porque llueva, aunque lo peor que puede ocurrir en un día como este es que llueva.

Una fiesta que fue de culto a la carne, la propia unida a la ajena y la otra carne, la que se toma en forma de alimento. Cada cual se administra su dosis tal como quiera tomarla. Se come el hornazo (atentos a la página, ¿a que guarda el sabor de los viejos anuncios?), una especie de empanada, y vino, así como embutidos. En fin, productos de la tierra.

A este agnóstico y furibundo anticlerical le encanta esta fiesta por su significancia y porque es la expresión mas sincera del culto a la vida.

Eritia te debo una. ¡Buen Lunes de Aguas a todos! Me voy al campo.



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