martes, 15 de junio de 2010

Echar pestes por la boca




He reconocer que me encuentro bastante enredado en una enorme maraña de dudas. Estoy, como tantos otros, emparedado entre el posible triunfo de la España negra, la que nos persigue desde que este pueblo es pueblo y los que se han revelado como unos incapaces. De vez en cuando, por esta razón, me sobreviene un humor de mil pares de demonios. En este blog se ha comentado hasta la saciedad la estupidez de la que han hecho gala en la gestión de la crisis, primero externa, luego la propia, el Partido Socialista y el Gobierno de Zapatero. Le ha acompañado la masa acrítica y aborregada de los cuadros del partido. Militancia pura y dura como único argumento, “dixit”, FG.

Uno observa y ve como crecen, a pesar de las barbaridades (confesión propia), de la corrupción y de la zafiedad e hipocresía de sus propuestas. La gente les oye hablar y salvo los suyos, que son profundamente conscientes de la manipulación y la mentira con la que se dirigen al conjunto del pueblo español no les amparan, pocos, muy pocos harán el tránsito en las próximas elecciones desde la izquierda a la derecha.

No creo, estoy plenamente seguro que gran parte de sus propuestas caen en saco roto pero incluso contando con ello, pueden ganar las próximas elecciones. Las encuestas nos lo dicen; Mantienen lo suyo, exclusivamente lo suyo, ellos también, aunque por otras razones, están desacreditados. El catálogo del por qué es lo suficientemente denso como para poner los pelos de punta; Corrupción, falsedad en sus propuestas, ocultamiento de intenciones y porque la mayoría del electorado percibe un modo de gobierno que se sirve del Estado en beneficio de una casta, de una determinada clase social. Los que nos gobiernan, tienen una cruz que no llevan solo, nos la hacen llevar a toda la izquierda de este país. Definitivamente, no lo han sabido hacer y eso nos ha conducido a la situación actual. No voy a insistir en eso.

El pasado domingo El País reprodujo un artículo de Phil Bennett que fue director adjunto al Washington Post. Es interesante leer lo que dicen de nosotros. Un artículo, para mí, impecable y que describe muy adecuadamente nuestra realidad. Una de las cuestiones que avanza es la falta de credibilidad de la clase política. Hay bastantes estudios que insisten de que parte del problema reside en los partidos políticos. Es el modo en que se recluta a los cuadros y las relaciones internas que impiden la afloración de los más capaces, la oxigenación de las estructuras y los recambios adecuados. Pero eso, a estas alturas, es una perogrullada. FG, sin embargo, insiste en mas de lo mismo como receta; Militancia pura y dura. Izquierda Socialista que hace notables esfuerzos para establecer un debate de las medidas anticrisis en el grupo parlamentario socialista vio como se frenaba en un plis plas su iniciativa por el aparato.

Ayer tuve que apagar el televisor. En directo, en un canal de noticias, aparecía Aznar, Acebes, Rajoy y Mayor. Ya leeré lo que dicen, me dije a mi mismo. No lo puedo evitar, no entiendo como pueden merecer crédito alguno esta gente si no hay detrás unos intereses, religiosos, económicos, o animadversiones incubadas durante años. Aznar se ha ganado con todos los merecimientos, entre todos los políticos que ha parido el sistema, la calificación de sepulcro blanqueado.

Por lo visto se ha publicado un libro sobre la actividad antiterrorista de los gobiernos Aznar y allí se presentaron todos los que tuvieron algo que ver con la actividad de interior. El acto fue aprovechado, como de costumbre, para echar pestes por la boca. Sobre todo ese hijo de papa, nieto y sobrinísimo de requetés; Jaime Mayor Oreja el mayor intoxicador del reino. Lo que su tío olvidó como necesario para la reconciliación nacional forma sin embargo para él parte de su cotidianeidad política. Esta vez fue la política antiterrorista, a todas luces exitosa, la diana de los dardos contra el gobierno. Si algo positivo hay en el gobierno Zapatero son las políticas de Interior y de Defensa mas la personalidad y los objetivos del titular de Educación.

Mayor Oreja sigue siendo el principal estratega de la derecha en todo lo que hace referencia a ETA.

En ese mundo de ETA y la izquierda abertzale algo se está moviendo, casi de modo imperceptible, pero algo se mueve. El otro día Eguiguren, presidente del Partido Socialista de Euskadi y posiblemente la persona del PSOE que mas sabe de ese mundillo lo insinuaba.

Alguien imagina el vuelco sustancial que podría darse a todo; Encuestas, estado de ánimo del país y el marco político, si ETA declarase que abandona la violencia y pidiese conversaciones para la entrega de las armas a cambio de medidas de gracia para sus presos ¿Sería capaz el Partido Popular de oponerse a la erradicación total del terrorismo, tal como ocurrió con ETA político-militar y Terra Lliure por intereses puramente electorales?

El PP teme esa posibilidad y por eso se moviliza. De darse, el golpe que sufriría en sus deseos de acceder al poder cuanto antes sería fuerte, muy fuerte. En ese caso, y a pesar de la crisis, la ciudadanía valoraría el gran paso adelante que supondría para nuestra convivencia.

De ahí, que el Partido Popular reabra un debate, amenaze e intoxique. Su finalidad es clara y en eso trabajaría toda la derecha y sus medios.

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