miércoles, 12 de mayo de 2010

Sangre, sudor y lágrimas (I)




El problema no es nuestro. Mejor dicho el problema si es nuestro y tenemos que resolverlo pero resulta que si no lo solucionamos metemos al resto a Europa y los USA en un lío considerable. El asunto es muy sencillo, confiaron tanto en nosotros que nos prestaron, así a ojo, dos billones de euros y nos lo prestaron para financiar nuestros sueños; Audis, BMWs, cuotas del campo de golf, grupos de empresas, segundas viviendas, cursos, cursillos, semanas, televisiones públicas, convenciones... en fin, pongan ustedes aquí lo que les plazca. Mientras, nuestra productividad bajaba y bajaba, y la mayoría de nuestros "empresarios" se dedicaban a especular en vez de crear empresas y riqueza. Nos lo prestaron esa pandilla de especuladores que ahora tienen miedo de que no se los devolvamos. Aquí, todos o casi todos, hemos tirado con pólvora del rey. Hemos asistido como si fuese lo mas normal del mundo a que se firmaran hipotecas a mas de cincuenta años. Lo normal sería que los jóvenes se vayan de alquiler a una casa propiedad del municipio y cuando tengan su dinero ahorrado que recurrieran a una hipoteca accesible. En fin trillar sobre trillado nada añade y yo voy, con esta disquisición, por ese camino.

La realidad es una, nos salvan y auxilian para que les paguemos , porque si no pagamos a bancos y especuladores (fondos) del exterior, ellos se arruinan. Por eso se creo ese fondo. Ese fondo europeo tiene nombre y apellidos. No es Grecia, no es Portugal es simplemente España, la cuarta economía de Europa y la doce del mundo. Lo mismo que a principios del siglo XX se le puso a la gripe aquel nombre de española, al parecer de modo injusto, hoy aunque no se diga, el fondo aprobado tiene un nombre; “Fondo de salvamento de la economía española”. Ellos son dueños de nuestro destino. Ellos no pueden permitirse dejar de cobrar los dos billones que nos han prestado. Exigen al Estado que devuelvan el dinero, temen que este Estado manirroto constituido por un poder central y diecisiete señores feudales, que gastan como los cosacos beben y suelen gastar, para mas INRI, en cosas que ellos entienden que son superfluas se declare insolvente.

Que nadie tema, no asusta el gasto social, fuera no asusta el gasto social básico, saben que eso es necesario para la paz social, aunque siempre es el recurso mas fácil a la hora de recortar cuando las cosas se ven mal desde dentro, desde el gobierno.

Por eso, el FMI y Europa ponen el dinero para garantizar a nuestros acreedores que si no cumplimos ahí están ellos, pero al mismo tiempo nos han dicho, le han dicho , porque conmigo no han hablado: “Sr. Zapatero, mire usted, con nosotros no maree la perdiz, eso se lo dejamos para que lo emplee con su pueblo o la parte de su pueblo que le cree, con su partido que ya sabemos que nunca le dirá lo que le debería de haberle dicho hace mucho tiempo, haga lo que tiene que hacer, ordene sus cuentas, no gaste mas, porque usted Sr. Zapatero ha resultado ser, le pido excusas por lo que le voy a decir, es usted como un niño grande”

Ya no es solo Europa, ahora es el amigo Obama, le ha llamado condescendiente y le ha dicho; “Hasta aquí llegamos, si no toma usted, Sr. Presidente las medidas adecuadas va a provocar usted que se desquicien los mercados y acabemos pagando entre todos su factura. Ahorre y pague”

Este blog viene denunciando desde hace tiempo las barbaridades, mejor dicho, las políticas incorrectas que viene haciendo Zapatero. Se ha dicho desde aquí, ahora perdónenme ustedes por lo que de presunción puede suponer este comentario, que se estaban haciendo las cosas mal, muy mal. Ello me ha acarreado entre los conmilitones tanto del sindicato como del PSOE alguna que otra incomprensión pero era algo más que evidente. Ahora resulta que MAFO tenía razón, tenía su razón, que era la razón del mercado. Eso lo sabíamos todos los que hemos asistido antes a similares lances entre el banco central y la demagogia. Porque el gobierno, Zapatero, sabían que MAFO estaba en la verdad, la verdad del mercado y sabían que lo que decía había que hacerlo, de ahí que la palabra demagogia “hablar al pueblo con las palabras que este quiere oir” cobra aquí su cruda dimensión.

Muchas de las decisiones económicas tomadas durante los últimos tres años fueron, auspiciadas y aconsejadas fuera del rigor económico que era exigible. No porque fueran mas a la izquierda o a la derecha, en eso no estaba la diferencia era la inoportunidad, su carácter demagógico y la injusticia en si de muchas de las medidas. La salida de algunos responsables económicos, independientemente de que estuviesen mas o menos a la derecha o a la izquierda, así lo avalaba. Salían porque era imposible tener una coherencia y un cierto orden en las cuentas españolas. No es de extrañar, si supiéramos como se toman las decisiones en La Moncloa y quienes intervienen asesorando y aconsejando, si se conociesen en toda su extensión podríamos llegar a semejantes conclusiones. Hoy la tierra está más quemada que ayer, mañana, con el recorte que se prevee, más que hoy.

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