sábado, 2 de abril de 2011

Sin tiempo suficiente como para matar al padre + vídeo del domingo; Begin the Beguine ( Volver a empezar)


Por fin, Zapatero ha anunciado que no volverá a presentarse a las elecciones generales. Con esa decisión se procede a dar por finiquitada una de las peores épocas por las que ha pasado el partido socialista.


Una época en la que no ha sido España la desconocida por la madre que la parió sino que lo ha sido el partido que quería cambiar a esa España. Si Pablo Iglesias y los históricos del partido fuesen convocados para evaluar que queda de aquel proyecto podrían pedir la baja del PSOE de modo inmediato.


Los tiempos cambian. Lo sé, pero a pesar de eso, a pesar de que la sociedad no es la misma, independientemente de que según los sociólogos la clase obrera ya no es un factor de cambio, a pesar de todo eso, digo, todos aquellos hombres una vez reciclados y situados en esta sociedad pedirían también la baja o congelarían, como el que esto escribe, el carnet socialista.


Zapatero ha tomado la dirección que mas convenía al partido. Ha hecho lo más lógico. Anunciar con tiempo ¿suficiente? que no se presentará a las próximas elecciones. Hay muchos dirigentes que consideraban que tenía que seguir. Los que así se expresan no pueden desconocer que la unión de los conceptos Zapatero y PSOE perjudica de cara a los próximos eventos electorales. Esa permanencia aseguraba de facto una mayoría absoluta – tal como se ha anunciado en todos los sondeos – del Partido Popular.

Esas posiciones suelen encubrir el deseo de presentar limpio de polvo y paja al nuevo candidato a costa de dejar al Partido Popular campar por sus respetos los próximos cuatro años. Bajo esa petición se embozan todos aquellos que también quiere parte de la tarta.


Se abre un nuevo tiempo en el que muchos serán los que jueguen sus bazas. El público, incluso los periodistas, desconocen que tras los dos o tres nombres que se presenten hay otros muchos proyectos particulares que necesitan que gane al que apoyan.


Esto de las primarias imperfectas tienen de parecido con sus hermanas mayores, las americanas, que los dirigentes del futuro se articulan a partir de esas plataformas de apoyo sino que se lo pregunten a los seguidores de Trinidad Jimenez en Madrid como han quedado en las listas.


La gran pregunta que conviene hacerse y responder es la de si habrá tiempo suficiente como para dejar a Rajoy con la mínima fuerza. La reacción de los dirigentes del Partido Popular parece indicar que estos hubieran preferido que fuese Zapatero el que continuase. Posponer las primarias deja suficiente tiempo para que el juez Ruz abra juicio, si lo abre, para esclarecer el caso Faysan con lo cual nos podría dar a un Rubalcaba libre de sospecha. Daría tiempo para que Zapatero siguiera con su escalada neoliberal para dar una salida a la crisis en la dirección que marca el dinero y daría tiempo, incluso, para que en el PSOE se generará una tendencia que abjurara de la política seguida hasta ahora.


Pero tal vez no sea suficiente todo eso, no habrá tiempo suficiente para culminar el rito de matar al padre Zapatero, acto necesario para volver a reconciliar al PSOE con las bases electorales que le dieron el triunfo en el año 2004. En la medida en que nada volverá a ser como antes es de cajón buscar un chivo expiatorio que arrastre las culpas de la pauperización de las clases medias y el tránsito de la clase obrera hacia el lumpen. Ese no puede ser otro que Zapatero. Serán capaces Chacón y Rubalcaba de presentarse ante el electorado con las manos girando una sobre la otra entonando el mantra del “yo no he sido, yo no he sido”.

Dos grupos se enfrentaran en ésta, los dos no responden a unos hipotéticos líderes. Se enfrentan los herederos del zapaterismo, el neosocialismo de Zapatero y los que tienen al organicismo como centro de sus desvelos.

No me busquen entre los primeros, tampoco entre los segundos que son unos simples oportunistas que brindaran apoyo al que gane. No me encontraran entre los primeros porque este blog surgió en la necesidad de combatir el “fenómeno Zapatero” y los sectores en los que se apoyaba. El pensamiento socialista (socialista liberal, socialdemocracia, socialismo) dio paso, de la mano de Zapatero, a una extraña mezcla de feminismo radical, juventud a tope, igualitarismo a veces esperpéntico, culto a la personalidad y tacticismo surgido de la evaluación constante de los estudios de opinión. Esa extraña mezcla en ausencia de verdaderas políticas socialdemócratas han alejado al PSOE de su base y no solo las políticas económicas seguidas.


¿Dónde estaré? No lo sé, ni siquiera sé si estaré, es pronto para saber si tras las elecciones municipales y autonómicas he de descongelar de nuevo el carnet. Hoy con el tiempo transcurrido Eguiagaray, Leguina, Matilde, Borbolla, e incluso Solchaga, me parecen unos rojos peligrosos, cualquier cosa antes que sufrir al personal que hemos considerado hasta ahora como la flor y nata del PSOE. Bienvenidas sean las primarias, aunque no den el tiempo ni el surgimiento de aquel que tenga el verdadero valor de matar (figuradamente) al padre. Cuídense de los encantadores de serpientes es tiempo de que florezcan por doquier.


Del renunciante poco puedo decir, siempre fue un táctico, lo fue antes construyendo un neocialismo que los sociólogos le dijeron que era el futuro y lo es ahora, cuando sin dinero en los presupuestos, obedece a pie juntilla cuanto le indican los mercados. No creo que pase a la historia en la misma medida que lo hizo Suarez, Felipe, e incluso Aznar. Los que estamos abajo le recordaremos como aquel que recortó los derechos que tanto costo implantar.


A los socialistas les diré, no lloren por este pasado reciente, no lloren por Zapatero, vuelvan a empezar, siempre quedaran las primarias. Suficiente.



Leer más...