viernes, 26 de febrero de 2010

Cuestión de confianza


En medio del caos económico y político en el que nos encontramos. Ya empezamos, ¿Es correcto denominar a este momento caos sin que a uno le tilden de negativo, resentido, dinamitador, etc? Bien, dejémoslo así. Decía que, en medio de esta situación, suele ocurrir lo clásico, alguien, algunos, por ejemplo, El Consejo General de Cámaras de Comercio, se encuentra muy alarmado por la corriente de pesimismo que atraviesa este país de parte a parte.

Tienen razones para estar alarmados, tenemos razones para estar alarmados. La cuestión es muy simple, si no hay consumo, no se vende, si no se vende, no hay beneficio… Bueno me ahorro lo demás, los establecimientos cierran, las fábricas cierran porque no hay consumo y cada vez son más los compatriotas que pasito a pasito se encaminan hacia las oficinas del INEM. Hasta ahí nada que objetar.

Las Cámaras de Comercio han puesto en marcha una campaña que durante dos años nos van a meter entre ceja y ceja que somos muy buenos, que de peores hemos salido, y que cada uno de nosotros podemos hacer algo para salir de la crisis. Por ejemplo, consumir. El problema estriba en que habiendo gente que puede consumir no consumen por miedo al futuro, y ello, pues provoca que la crisis sea más aguda. Las cámaras están presididas por Javier Gómez Navarro que fue ministro de comercio con Felipe González y demandante de una mayor flexibilidad en el despido , no olvidemos esto, porque estos simples detallitos siempre los pasamos por alto. Pues bien, Gómez Navarro ha convencido a diez empresas del país para que constituyan un fondo con el que financiar la campaña. Estas diez empresas han donado de forma anónima entre 200.000 y 1.000.000 de euros cada una..

Volvamos al miedo. El miedo es libre, pero no solo eso, es que hay razones para tener más que miedo. Se está abriendo paso una campaña de la que esta particularidad que aquí mencionamos solo es un apunte. Hay muchos gobiernos en este país, no solo el del estado, y no todos están institucionalizados. El capital se ha puesto en marcha, moviendo a sus plumas, a sus economistas con franquicias en tribunas abiertas y radios, con el objetivo de restaurar la confianza del español que todavía no esta en el paro para que consuma. Uno cuando piensa en que pueden irse al paro los que están trabajando pues como que le dan ganas de irse a El Corte Inglés, contribuir y gastarse toda la nómina como si aquí nada pasase. Pero es que, vuelvo a repetir, el miedo es libre y no mira lo propio tan solo, puede sentirme seguro con mi pensioncita y pienso que no me la quitarían ¿Me oirán Salgado, Campa y Montoro? Ocurre también, que uno no solo se mira para sus adentros, si no también como va el hijo o los hijos, el hermano y el buen vecino, por si hubiera que echar una mano. Así están las cosas.

Lo lamento, yo voy por la acera de enfrente, la acera de la desconfianza, la acera del que mira, contempla y evalúa las acciones del gobierno y de la oposición, al que los pocos pelos que aún le queda se le ponen de punta y además ¡Qué carajo! no le da la real gana de contribuir ni un minuto más al proceso de anestesiar de este país. Hay quienes se dedican en cuerpo y alma desde hace dos años a decir que aquí no pasa nada, que es una crisis pasajera. Hay quienes no mueven a los trabajadores porque “…se está haciendo lo que se puede”. Yo ahí, en la acera de enfrente pero en la misma corriente. Que nadie se confunda. No me fío de los que teniendo su salario mensual superior a los 20.000 “leuros” llama a comer a los directores de medios (Bono) para que levanten el pistón de la presión sobre los diputados en relación con los sueldos, y ello porque a estos, nuestros representantes, les corren a gorrazos por la calle.

Pero como no quiero ser del todo negativo he decidido contribuir a una campaña propia en favor del producto nacional. Los políticos no la pueden hacer porque estarían en contra del libre comercio, las cámaras tampoco, porque ellos, a la fuerza, tienen que ser liberales.

El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio publicó el pasado 23 de Febrero nuestras cuentas con el exterior, al fin se está nivelando y disminuye nuestro déficit comercial y esto es una buena noticia. Compramos menos al exterior y hemos vendido casi un 5% más. No me voy a detener en las cifras, el que tenga interés puede analizarlas. Bien es cierto que compramos menos al exterior porque tenemos menos para comprar y el personal al igual que el resto del mundo se ha ajustado el cinturón. Pero esa puede ser una vía de recuperación. Compremos nacional. ¡Compremos Made in Spain, un buen modo de ser patriota!

No me creo que “To er mundo” sea bueno. Hay toda una pandilla de cabrones que nos han metido en esto, que nos hicieron creer, ellos que saben, que esto era jauja, hay muchas cosas por hacer, muchas por aclarar y muchas depuraciones que realizar para que nuestros hijos tengan una mejor vida el día de mañana. ¿Se logrará? No lo sé, pero hay que intentarlo.

Lo siento por Angels Barceló, Romay, Adriá, Mariscal, Millás y compañía prestatarios de sus rostro y palabra a tan digna campaña. Supongo que no le habrán pagado por ello y que lo han hecho por puro patriotismo. Yo, a mi campaña: “Consuma español, hay puestos de trabajo en juego” pero por favor no quiero que me quiten ni edulcoren para nada mi nivel de indignación con la situación que estamos viviendo, no me da la gana de meter la cabeza en el agujero como los avestruces. No quiero sumarme, esto muchísimo menos, al rebaño y transitar por donde me indique mi secretario general, y no quiero transmitir, por último, mensajes positivos, que no me creo, para que sean aprovechados como siempre por los de siempre.

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