viernes, 29 de enero de 2010

Zapatero: Aterrizaje duro

Este mes de Enero quedará registrado como un mes negro en el discurrir de la economía española. Las noticias no pueden ser peores, una vez acabado el parche que ha supuesto el Plan E volvemos a la cruda realidad. Son 4.327.000 parados según las encuestas de población activas (EPA).

Hay miedo, mucho miedo. El paseo por Davos del presidente del gobierno ha tenido la virtud de devolverle al planeta Tierra. La cosa allí no es como aquí. Zapatero ha podido constatar en esos parajes nevados como se las gasta el capital, Grecia está en la UVI, porque fue enviada hasta allí por las agencias de renting y España, será la próxima de no tomar medidas en relación con el déficit público.

No ha tenido que esperar mucho, no ha consultado siquiera con la ejecutiva del PSOE, algo que solía hacer González. Allí mismo lo ha anunciado, serán 50.000 millones de euros los que se recortaran de los capítulos I y II a lo largo de los próximos tres años. Los presupuestos fueron aprobados hace ahora prácticamente un mes en medio de fuertes críticas del Partido Popular por esa misma cuestión, el déficit, los hechos acaban dando la razón al PP. De propina, dá otro caramelo: Se ampliará el tiempo de trabajo y se demorará la jubilación a los 67 años. ¿Se puede hacer más el ridículo en menos espacio de tiempo?.

Zapatero por fin ha aterrizado, después de haberse pasado un cierto tiempo por las nubes, atiende a uno de los grandes problemas de la economía española: El abultado déficit público. Esto puede que contenga a los agentes económicos pero supondrá también un mayor incremento del paro.

Era lo lógico, era lo único que podía hacer, al fin y al cabo hay que felicitarse porque al final se han tomado decisiones, aunque no se estén de acuerdo con ellas, lo dramático del caso es que sabiéndolo todos como lo sabían, se siguiera alimentando al pueblo de izquierda con soflamas y declaraciones en sentido contrario. Ha querido aguantar, seguir viviendo en la burbuja, pero no ha podido, y ha querido aguantar con un discurso populista-obrerista dirigido a unos crédulos sindicalistas y a los militantes del PSOE mientras situaba al frente de economía a dos personas; Salgado y Campa que son mas liberales que Friedman.

Estaba claro, y el que no quería verlo era por eso, porque no quería, había una contradicción entre su discurso y sus hechos. Era una contradicción que venía ya de lejos.

Ahora, al final, se desprenden las caretas de todos los que han intervenido en la farsa; Partido, gobierno, sindicatos. Es la hora de la verdad. Zapatero ha optado por salir hacia el único sitio por el que podía salir. Una salida lógica en la senda del capitalismo, en la que siempre ha estado.

Tener políticas de igualdad y tener políticas sociales no solo es patrimonio de la izquierda, al menos en Europa. También las hacen los gobiernos de la derecha en el resto de Europa. Tener políticas a favor de los mayores y dependientes no es patrimonio de la izquierda. Aquí en España, hemos visto gobiernos autonómicos de izquierda que han avanzado menos en este campo que algunos gobiernos de la derecha y también, justo es reconocerlo, las ha habido en sentido contrario. Las políticas sociales y las políticas de igualdad pertenecen al ámbito de la sensibilidad y la solidaridad y por lo tanto han trascendido el ámbito ideológico, este solo se manifiesta en una mayor o menor intensidad sin que suponga que se ponga en cuestión el hecho en sí.

Pero las políticas económicas de izquierda, desde siempre han sido o muy tímidas, o han brillado por su ausencia en este país nuestro con un gobierno de izquierda, socialista. Clama al cielo la tibieza con la que se ha tratado al sector financiero y a las grandes fortunas, ahí esta lo de los bonus a los directivos, o las SICAV, nada de nada. Sin embargo, hay gobiernos de derecha que si están contemplando este asunto

¿Lo peor de todo? La sensación que le queda hasta al más simple de los observadores que pudiera haber, de que todo es precipitación, improvisación y actuar a impulsos.
No se si estas iniciativas calmaran a las agencias y a los inversores, con esa finalidad se han acometido. Si se calman, exigirán nuevas pruebas; Lo de la jubilación, la reforma laboral, etc.

Se que esta es una situación delicada, lo decía Ignacio de Loyola “En tiempos de tribulación no hacer mudanzas” y posiblemente, no se puedan hacer ahora, no se deban de hacer ahora, pero creo, sinceramente, que estas dos iniciativas, amen de otras que en breve tiempo se acompañaran, sientan las bases definitivas de la próxima pérdida electoral. Son dos años, desde que se incubó la crisis, de auténticos palos de ciego por parte del presidente y de todo un coro que sabiendo lo que se nos venía encima callaban y callaban. Al parecer, Zapatero ya ha optado, pierde las elecciones, tratará de recuperar algo de empleo y salvará al sistema. Pero si esa es la opción, nosotros, el pueblo de izquierda deberíamos saber que ese es el cuadro final por el que se ha optado.

A los trabajadores solo nos resta defender con uñas y dientes, no solo ante el gobierno, si no ante los propios sindicatos, nuestros derechos, no solo por el creciente paro, sino por el atentado que sin duda van a suponer para nuestras condiciones de trabajo las reformas anunciadas, y también, las calladas. Cerrar filas, mirar para el otro lado no es de izquierda. Le suena a alguien aquello de “… A los trabajadores hay que decirle la verdad aunque les duela”. Pues eso, es la hora de los trabajadores, es la hora de que hablen los que tanto tiempo han permanecido callados, es la hora de los que en su desesperación son frenados en la expresión de su descontento.

Es la hora de la calle, es la hora de ir incubando el necesario cambio en la izquierda. Ellos, a través de sus oficinas, seminarios, simposios y desde los despachos de la administración, en algunos casos, lo vienen haciendo y lo vienen haciendo, sin complejos. Pensar que los mismos que han causado el desastre son los que nos están administrando las soluciones da pavor. Tanto o mas como la incapacidad de ofrecer soluciones aceptables en el marco de la izquierda.

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