miércoles, 23 de febrero de 2011

¿De verdad es esto política socialdemócrata?




Nada es cierto, nada es seguro. Lo que hoy es verde, mañana es negro. Lo que en los medios se afirma con rotundidad mañana, a las veinticuatro horas, puede ser desmentido. Los analistas andan medio locos, los encargados de las asesorías jurídicas en las empresas alertan sobre la falta de seguridad jurídica y los estrategas, buscan en el horizonte movible un punto al que agarrarse.

Entre tanto ida y vuelta los pilotos de la economía española continuan buscando en el firmamento esa estrella polar con la que guiarse, la que ayer estaba en ese determinado punto y hoy está en lugar contrario.

Derechos sociales, política energética, sector financiero, reforma laboral, política industrial, previsiones sucesorias etc. Esto es un barco zarandeado por todos los lados pero a pesar de ello, hay cosas que no cambian, que mantienen una extraña regularidad.

Los empresarios se autorganizan y establecen una alta dirección sobre las políticas a seguir en lo que es el núcleo gordiano de la economía española; La falta de competitividad.

Una iniciativa mas en el camino hacia el gobierno de las corporaciones. Primero hubo un manifiesto de las grandes empresas españolas, después, la convocatoria del presidente en La Moncloa y ahora, por último, un consejo empresarial sobre la competitividad que, supongo, ha sido creado para algo. No cabe duda, el gobierno de las corporaciones ya está aquí. La política en España ha muerto y la economía al servicio de los grandes será la que tome el mando en el futuro.

Con las cosas así no extraña la noticia con la que ayer nos desayunamos; Ya no es solo un juez el que alerta sobre la tremenda injusticia que supone la ley hipotecaria española en el que la entidad financiera gana por partida doble en el caso de embargo. Un juez ha decidido plantear este asunto en el Tribunal Constitucional mientras que ERC e IU presentan en el Congreso una iniciativa para que en los casos de impago la entrega de la vivienda sirva para saldar la deuda con la entidad financiera. ¿Política socialista y al servicio de los trabajadores? No, no es eso, según el PSOE ese tipo de política no es una política de izquierda.

El partido que defiende a los trabajadores se apresta para dar una muestra más de total sujeción a los mandatos del capital. Sus diputados “dame pan y llámame tonto” harán, una vez más, lo que le ordenen.

El partido de J.L. Rodríguez Zapatero, en realidad es tan solo eso, une sus votos a los del Partido Popular para rechazar esa iniciativa. Del Todo por la Patria hemos pasado al Todo por el Capital.

A lo largo de estos últimos treinta y seis años jamás he visto cosa igual. De lo que podemos ver, nada hay que nos indique que nos encontramos ante un partido socialista, socialdemócrata o socioliberal. Los gestos diarios parecen confirmar lo contrario, "solo un tonto no juzgaría por las apariencias" (Oscar Wilde). Una alarmante sospecha se abre paso en todo aquel que sigue siendo capaz de pensar por sí y atiende al más puro empirismo en la interpretación política.

Este pueblo es un pueblo pasional, nuestra historia en el pasado está plagada de los entusiasmos y fervores que determinadas políticas y personas despertaron en los españoles de diestra y siniestra.

En ese clima surge el caudillismo. Los caudillos forman parte de la rancia tradición española, los creíamos confinados en un apartado de la historia. Los caudillos no son de izquierda ni de derecha, están ahí por encima de todos los demás, definen y eligen en la más absoluta de las soledades y rinden cuentas ante un ser supremo, los creyentes, o ante un conjunto de historiadores que en el futuro dictaran en inapelable fallo.

Nada hay más ajeno a la democracia y al pensamiento de izquierda que un caudillo y nos encontramos ante un auténtico caudillo que dirige con mano firme a la clase política de su partido.

Como todo caudillo que se precie, juega con su bien más querido: Su propia sucesión. Nada hay que gratifique más a este tipo de personas que jugar con ese futuro en el que ya no estaran plenos de poder pero sobre el que se quiere seguir influyendo. Animando ahora a Carme Chacón a dar la respuesta a quien él eligió y del que al parecer, desconfía sobre su exceso de protagonismo y seguridad. Lo que fue ya no es (a vuelta con la búsqueda de la Polar). Que familiar me resulta todo esto.


Nada se mueve en el PSOE al margen del líder. Al parecer, existe temor y preocupación por que el PSOE deje de ser un partido feminista y adopte una posición, digamos, socialiberal. Como si el ser socialista, socialdemócrata o socioliberal fuese algo incompatible con la defensa de los derechos de la mujer. García Abad que toma la viva voz de los colaboradores del presidente en el pasado; Sevilla, Carmen Calvo, Trujillo, Chacón, Madrid, Torres Mora, Caldera y otros tantos, nos habla de su carácter (pags 14-41). No me hace falta releer el libro sobre eso, conozco lo suficiente, como otros muchos en mi región, el asunto.

El mejor modo de quebrar el imparable ascenso de Rubalcaba (no sería mi elección) es el desgaste que viene sufriendo de mano de PedroJota desde las páginas de El Mundo por el Caso Faisan. Pedro Jota con el que el presidente se encuentra unido por una extraña relación de amor-odio y mutua necesidad cercana a la amistad es el ariete en ese flanco. Ese hostigamiento al que sin duda es ajeno Zapatero tiene sin embargo de acompañante una nueva iniciativa, la animada por el sector feminista - así lo denomina Joaquín Leguina – con el objetivo de impedir que Rubalcaba se haga con el partido en el futuro. No está en cuestión el gobierno, lo que está en cuestión es el partido. Este último sector parece pensar que no importa tanto el perder más o menos diputados como el quién habrá de ser el nuevo mandamás del partido una vez que se haya ido. Una nueva mejor que nuevo frente al viejo felipista. El líder como aquel Ciudadano Kane de película juega con el futuro, le agrada esto de enfrentar a los suyos, siempre le agradó. ¿Cuál será la Rosebud de Zapatero?

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