lunes, 30 de agosto de 2010

Una foto que habla por si sola



Si toda guerra es una vergüenza, algunas, son vergüenza doble. Es difícil entender las razones de una guerra pero cuando en esta se muestran tan crudamente los intentos de manipulación, la mentira y la depredación de recursos como en la de Irak la reacción de las personas de bien no puede ser otra que la de un asco profundo.

Irak es la guerra de la Halliburton, de Dick Cheney, Rumsfeld, Powell y de otros muchos mas. También es la de Aznar, Blair y del Barroso que preparó la sala de estar donde los anteriores se reunieron y a los que socialistas de Zapatero apoyaron tan entusiásticamente para la presidencia de la Comisión Europea. Algunos otros como nuestro bien querido Javier Solana puso también su granito de arena mirando hacia el otro lado. Era la guerra ideal para hacer negocios.

Ahora los americanos se retiran del combate aunque seguirán manteniendo 60.000 soldados allí. Irak no está mejor que con Sadam Hussein. Al revés, está peor. Hussein era un dictador y en ocasiones genocida de su propio pueblo pero no en menor medida que otros muchos sátrapas que han sido o son apoyados por los países occidentales.

He visto la foto que les ofrezco en el XLSemanal, viene con otras muchas, es el legado que nos ha dejado esta guerra.

Entre todas las fotos, la mostrada, tiene para mi una significación especial. En lo plástico me recuerda a los encausados con gorro de pico de la Inquisición que tan bien reflejó Goya. Las telas crudas y el ocre del terreno proporciona un gran dramatismo a la imagen. Los ovillos de alambre de espino y las deportivas sueltas confiere al cuadro su temporalidad. Eso no ocurrió hace dos siglos, eso es de ahora.

Pero lo mas importante para mi es la disposición del prisionero. Pudo ocurrir que en una visita de la familia, inmediatamente después de ser detenido, el hijo al que él ahora abraza y acaricia llorase y un guarda compasivo permitiera que el padre le hablara y consolara. Un hombre que ante la incertidumbre de su propio futuro se dedica a mitigar el dolor y dar seguridad al que lleva su propia sangre.

Esas imágenes nos producen una gran impresión a los sentimentalotes, el que escribe lo es. No lo podemos evitar, nos rendimos ante las manifestaciones de amor.

La foto es de Jean Marc Bouju. Tomada en Marzo de 2003 en Nayaf y fue primer premio World Press Photo de ese año.

Leer más...