miércoles, 14 de abril de 2010

Hoy como ayer...




Hoy no se conmemora tan solo el aniversario de una esperanza, la de muchos que creían que las ideas republicanas serían una redención y significarían el final de una España de explotación.

La república era querida por el pueblo por ser una forma de gobierno alternativa al gobierno de unos pocos. El valor de la república, para los que nada tenían, no era el mismo, no podía ser el mismo, que la de otros muchos que, también en ese día, se cubrieron con la misma bandera.

Para el pobre, para el que nada tenía, no era una cuestión de colores, era el instrumento con el que podía cambiar su suerte. Ese pueblo era consciente, de ahí surge el drama y la desunión, de que muchos de los que con ellos estaban solo estaban dispuestos a un simple cambio de forma.

Por eso, desde aquí, se recuerda esa fecha como uno más entre los muchos intentos con el que los trabajadores y los desheredados, en términos generales, iniciaron un proceso en la esperanza de escapar a su negro destino.

Tras cada derrota, siempre ha resurgido este pueblo y siempre ha encontrado motivos nuevos para proseguir la lucha por una sociedad mas justa. Eso significa ser republicano para el pueblo de izquierda.

Hoy, al igual que ayer, la esperanza de una república es sentida por muchos de nosotros pero aquí, el que esto firma, no se suma a la festividad en la reivindicación de unos colores y de un presidente de república en vez de un Borbón como la panacea que resolvería nuestros problemas.

El que firma esto, ante la expansión y despliegue del fascismo y de las ideas de la “España eterna “ que estamos sufriendo, ante el salirse de rositas del capitalismo depredador con esta brutal crisis, frente a la ofensiva del catolicismo rancio, ante el engaño permanente, esto es lo que mas duele, que el pueblo de izquierda viene sufriendo a manos de quiénes dicen ser su brazo político, reivindica esa república que demandaron los que contemplaron esa forma de gobierno como una solución a su falta de libertad y miseria.

Por supuesto, no se trata de un simple cambio de colores y elegir a un político cada cuatro años en vez de un Borbón con apellido numérico para que sea cabeza del estado. No solo es eso mientras tenemos un sistema judicial en el que anidan, como en los viejos tiempos, gran parte de la reacción.

Por eso, en esta galería de imágenes, no consta ninguno de los intentos de proclamación de la libertad, si no cada una de las veces que las ilusiones de este pueblo fueron ajusticiadas, porque no es la proclamación, el recuerdo de las proclamaciones las que incitan e impulsan a cumplir las tareas pendientes sino los sufrimientos y las derrotas.






Mariana Pineda en la antesala de su ejecución.

















Fusilamiento de Torrijos en Málaga









Ejecución de Riego en la Plaza de la Cebada



















Juicio a los capitanes de Jaca












1939 soldados republicanos cruzando la frontera en Francia





















La crisis económica y su secuela. Los derrotados de hoy

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