domingo, 28 de junio de 2009

Madoff, petición del fiscal: Cadena perpetua





Ayer tuve la oportunidad de ver nuevamente Gangs of New York, la formidable película de Martin Scorsese sobre la gestación de Nueva York como la gran urbe que hoy día es. El papel predominante que el sistema de bandas, violencia y rapiña tuvo en la formación de Estados Unidos ha conformado un modo de entender la vida que en su versión más civilizada y liberal conservadora ha dado origen a lo que hoy definiríamos como el “american way of life” expresada de modo maravilloso en la película.

Inevitablemente surgió, en relación con la petición fiscal a Madoff, el paralelismo en el modo de hacer las cosas al uno y al otro lado del Atlántico. Siempre he pensado que los estadounidenses son un pueblo admirable en el sentido de ser una sociedad altamente dinámica en lo económico, aunque sus métodos y el grado de protección social que observan no resulten tolerables desde una perspectiva de izquierda pero al mismo tiempo, es difícil sustraerse el no tener una visión de ellos naif y de un cierto ingenuismo en sus actuaciones. Se acercan y mucho, a lo que los españoles definiríamos como un estado de tontuna. Eso sí, siempre con el máximo respeto que como pueblo nos debe merecer.

Madoff es un tramposo o al menos, esos son los indicios que permiten al fiscal pedir para él la cadena perpetua. Si, asombrémonos, cadena perpetua en un delito de fraude. Pero Madoff es una persona tonta y por supuesto, poco inteligente.

Si Madoff hubiera sido español, el sistema piramidal que montó no lo habría hecho de modo tan chapucero o si por fin hubiera querido traspasar la raya de la legalidad, se habría garantizado previamente el apoyo mediático, político y popular con el que hacer frente a posibles infortunios venideros.

Esta tierra que vive lo pícaro como parte de su esencia suele hacer las trampas mucho mejor.



Nuestros estudiantes suelen ir a los Estados Unidos para adquirir una formación de primera calidad con la que adquirir puestos de trabajos estables y verdaderamente apetecibles en el mercado laboral español. Yo propongo lo contrario; que estudiantes americanos que quieran labrarse un porvenir en las altas finanzas vengan a España a aprender cómo se hace las trampas, para que luego no les cojan o si les cogen, salir mejor librados de lo que salen en su país. Todo esto teniendo en cuenta que la legislación es diferente. No importa, aquí somos maestros en el “Hecha la ley, hecha la trampa”

Madoff, al igual que muchos otros, debería saber que nunca es bueno sustentar ganancias futuras sobre porcentajes de inversión o beneficios. Mucho mejor es procurarse suculentas stock options, bonos sobre trabajo realizados, ingresos por asistencias a consejos, dietas, y sobre todo, una buena indemnización por despido. Así es como se hacen las cosas, quizás no hubiera conseguido tanto dinero, pero desde luego el que consiguiera sería un “dinero limpio”. Si la empresa fracasaba siempre habría a quién echar la culpa; coyuntura, crisis exterior, los altos salarios que cobraban los trabajadores y sobre todo, a los sindicatos que casi nunca tienen conciencia de lo difícil que es la vida del capitalista.

Ahora bien, si a pesar de todo eso hubiera querido seguir la vía del fraude y la trampa, hay en este país un grupo de buenos tramposos que les enseñaría como rodearse de esa cohorte mencionada anteriormente, le haría la vida más llevadera e incluso, podría garantizarse un buen grupo de leales que le aplaudiría y vitorearía cuando esposado, caminase hacia el coche judicial y en su caso, le votaría para cualquier parlamento con el que garantizarse la inmunidad.

Tendría además un buen asesoramiento. Nadie le podría certificar el no ingreso en una cárcel, pero su estancia sería leve, dos años a lo máximo, fianza, y a la calle. Con posterioridad esperar a que salga el juicio, ocho años después, la consabida sentencia que por supuesto no sería la de cadena perpetua. Estos americanos… mira que penar un fraude aunque sea multimillonario con cadena perpetua... La cosa aquí la resolveríamos solo con diez o quince años. La reducción por trabajos y buena conducta, con lo cual no llegaría a cumplir la condena en su décima parte y al fin salir de la cárcel por grave enfermedad. Esto último, garantizado.

Si, desde luego son tontos. ¡Madoff vente pa`españa!



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