miércoles, 5 de mayo de 2010

Sin salida?



Nuevo mazazo en los mercados. Encomendemos nuestras almas, vidas y hacienda al dios del mercado. Hacerle frente significaría el no deber nada. Tener independencia significaría no consumir más de lo que podemos producir. Importarnos un comino lo que dijeran sería posible si tuviésemos, para ellos, un plan creíble de reducción del déficit. Mientras tanto seguirán con el mazo en la mano, especulando, elucubrando y haciendo insostenible nuestra recuperación. Al parecer, fue el comentario malintencionado de un brooker inglés el que desató la debacle. Solo un comentario al que se sumaron otros muchos que jugaban a corto en la bolsa española.

España está en el centro de la vorágine. Me duele ser unos de los pocos que día tras día en este ámbito de los que nos seguimos señala las diferencias, sustanciales, entre el discurso del gobierno y la realidad del país.

El mundo, desgraciadamente para Zapatero, el PSOE y los que pensamos en izquierda, no es un mitin, ni una reunión de militantes del PSOE que caen cautivados por la magia del líder, de éste o de cualquier otro. Digo por desgracia, porque ojala pudiéramos moldear la realidad en función de nuestros deseos. Del optimismo antropológico a la soberbia hay poco por recorrer y ese paseo, ya lo ha recorrido el Presidente del Gobierno.

En el plano personal, por día que pasa, me veo más como un bicho raro ¿Seré el único socialista que ve la situación así de mal? ¿Estaré equivocado? ¿No es del pensar lógico que lo que buenamente se espera de mi, como de cualquier otro militante o afiliado a la izquierda, es que de paladas de tierra sobre los disparates diarios y me una como buen militante, al coro en los ataques al Partido Popular?

Me he creído demasiado esas palabras de Roman Gary que dicen que la democracia consiste en el derecho a escupir. Comprendo a los que se acercan o alguna vez se han acercado a este blog y que consideran que normalmente voy pasado de revoluciones en mis críticas a Zapatero y al Gobierno.

No obstante hay algo que llama mi atención en sobremanera. Yo iré pasado de revoluciones, pero en cualquier otro partido de las democracias avanzadas ya se habría visto, aunque fuese tan solo atisbos, alguna reacción. Este PSOE viene a estar constituido en una vasta extensión por colocados, aplaudidores y aspirantes a colocarse. El silencio es un valor y a ello se dedican en cuerpo y alma gran parte de los socialistas. Otros, los menos, mascullan por las esquinas o sobrellevan como pueden la acusación preferida del oficialismo; “Sois… eres, un resentido”

El tiempo se ha acabado y en realidad nada se ha hecho con valor suficiente para acallar los mercados y la especulación. De esta, se habrá hundido tanto la izquierda que en el futuro será muy difícil recobrar lo que en su día fue, y en su caída, arrastrará la riqueza del país. Los carroñeros acuden al festín que ofrecen los heridos y moribundos. España esta herida y por eso los buitres la rondan. Curemos pues esas heridas y los especuladores nada tendrán que hacer.

Hoy somos más pobres que ayer. Nuestro fondo de reserva de la seguridad social (60.000 millones) invertido sabiamente por Octavio Granados en deuda española vale menos que ayer. Invertir en nuestra propia deuda es lógico, pero colocar en ella casi el 92% de las reservas me parece demasiado. Vivimos instalados en una nube, la misma en la que están instalados nuestros dirigentes. El mundo se hunde a nuestro alrededor y aquí seguimos como la orquesta del Titanic tocando, unos la partitura del jefe y otros, las del que quiere ser el futuro jefe.

Es la hora del PSOE, es necesario acabar con esta situación. Resistir en política no siempre es una virtud. Zapatero no tiene culpa de la crisis pero si la tiene sobre la duración exagerada de la misma y la incapacidad manifiesta para crear condiciones creíbles para salir de ella. Su lenguaje y su no hacer, está llevando a este país a una situación límite. Otros países con mayor deuda vienen resistiendo mejor y en algunos casos, han marcado signos positivos en los ratios de crecimiento.

Lo he comentado otras veces. El grupo parlamentario socialista y el PSOE han de tomar medidas y adoptar soluciones aunque para ello tenga que pasar por encima de Zapatero. ¿Es una barbaridad lo que digo? Es posible que para muchos lo aquí expresado pueda parecer un disparate pero, ¿queda otra salida acaso ante la contumacia y el desangrarse día tras día? Que el Partido Popular venga criticando y en algunos casos pidan la dimisión del presidente no debe frenarnos. Oí una frase que indica la situación de aparente contradicción en la que se sitúan a los que piensan que la situación económica ha traspasado todos los límites; “Cuando se pone el dedo una llaga solo los tontos miran el dedo” Puede valer como consuelo para los que venimos clamando en el desierto.

No es el ataque sistemático a las agencias de calificación de valores y el ataque a la corrupción en el Partido Popular lo que puede salvar a los pobres, los parados y esa ingente masa de la gente de izquierda. El salvamento, ahora lo sabemos, solo vendrá de la mano del sacrificio, de la toma de medidas valientes, del ajuste de una economía deslabazada, pobre como pocas, y que sustentó su aparente riqueza en la especulación, del poner a cada cual en su lugar, recaudando de donde se puede recaudar y no apretando solamente el cinturón, una vez más, de los que menos tienen.

No. Decididamente el país no es el Partido Socialista Obrero Español de León o de Castilla y León, el pueblo español no son los socialistas de esa provincia o esa región, y los métodos, las dilaciones, los pactos o pactillos empleados en esos ámbitos no casan en absoluto con la necesaria dimensión de estadista que en la situación actual se le exige a un gobernante. Los socialistas han dado sobradas muestras a lo largo de la historia de España de actuar responsablemente pero en estos tiempos, como en otros, el movimiento se demuestra andando. Hay gente entre nosotros que bien puede contribuir a solventar la situación.

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