lunes, 19 de julio de 2010

Meditaciones sobre el Estado desde el País Vasco



Este fin de semana lo he pasado en el País Vasco. Es tiempo de ezkontza (bodas), el enlace de un sobrino que reside en Mungía ciudad de la comarca de Uribe me ha dado la oportunidad de volver a una tierra en la que viví algunos años. Pequeñas aldeas y caseríos diseminados por valles y colinas que allí parecen montañas pero que en altura, no suman mas de trescientos metros salvo el Jata y el Sollube que alcanzan los quinientos.

Aunque la boda era en Vizcaya, dormí el viernes a la noche en Vitoria-Gasteiz, animadísima con el festival de jazz que se ha celebrado allí esta pasada semana. Degustar unos fabulosos pintxos y asistir a conciertos en la calle fue a lo que nos dedicamos el viernes por la noche. De mañana, sábado, no pude dejar de leer mientras tomaba café, un espléndido artículo en El Correo de Olatz Barriuso sobre las contrapartidas puestas en la mesa por el PNV para aprobar los próximos Presupuestos del Estado. Reclaman, siguiendo la estela de Ibarretxe, un nuevo marco político. En él, se contiene desde el referendum para la incorporación de Treviño y Trucíos al País Vasco, las selecciones deportivas, transferencias del Estado con gran significancia hasta el derecho a decidir o lo que es lo mismo, el derecho a la autodeterminación. Un paquete de quince medidas que ponen a Zapatero ante una elección crucial en la creencia peneuvista de que el presidente hará cualquier cosa para seguir en el poder. El PSOE necesita unos votos de cara a los presupuestos y los nacionalistas de cualquier tipo, están dispuestos a venderlos caros.

El PNV es consciente, al igual que la mayoría de la sociedad vasca, de que en las próximas autonómicas los nacionalistas volverán al poder, para esa fecha quieren tener ya todas esas bazas en su mano.

Esta mañana en El País, Ridao nos comentaba la paulatina desaparición del estado en estos últimos tiempos. Aquí, en este blog, ese tema es recurrente. Llegado hasta el punto en que nos hallamos, es lícito preguntarse sobre los límites de las continuas cesiones.

Las palabras de Zapatero en el mitin de Barcelona en la que afirmó que el se comprometía a respetar la decisión que saliese de Cataluña en relación con el Estatut, se ha erigido como punto de partida la deriva nacionalista del PSC en los últimos tiempos. El flirteo con el PNV que ponen al pie de los caballos a los socialistas vascos, el cortejo a CiU, las transacciones en “contante y sonante” con el BNG, CC y el gobierno Ibarretxe en el pasado vuelven a poner sobre el tapete una realidad incontestable: La existencia de un estado asimétrico en el que las disparidades que sufre el españolito normal no reside en la gestión de cada cual si no en las facilidades que diversos gobiernos autonómicos reciben o han recibido de los presupuestos para favorecer una mayoría a nivel estatal. Hasta los intocables, por ahora, socialistas andaluces han tomado algo de esa medicina; La entrega, sin mas, de Cajasur a la BBK gestionada, no olvidemos, por una mayoría peneuvista forma parte de esa estrategia general. Griñan, un presidente de transición, tampoco lo olvidemos, en espera de la ocupación de ese puesto por la designada de Zapatero atribuye esa desgracia a la resistencia de los clérigos atrincherados en Cajasur. Es posible que parte de los andaluces se traguen ese cuento, sería otro más que añadir a una extensa lista de engaños al pueblo y de no llamar a las cosas por su nombre. La realidad es muy distinta.

Según hemos podido saber por la prensa, nada hay mas enigmático y oscuro que un Comité Federal del PSOE, algunos barones están empezando a expresar su hartazgo por la pérdida paulatina del poder del Estado y las concesiones constantes a los socialistas catalanes articulados en torno al PSC, a los nacionalistas catalanes y a los nacionalistas vascos. Lo que se entrega a unos salen de otros. Simplemente es una cuestión de poder.

Ese no es el camino que debe de tomar la política socialista. No se puede ceder más. El Tribunal Constitucional ha dictado sentencia y ante esa decisión no cabe subterfugios y menos ante quienes han mutilado la esencia del socialismo. Tienen razón Areces, Fernández Varas y Bono en sus quejas. Demasiado han tardado en expresarlas. Tiene razón López en sus advertencias y se echa de menos una respuesta decidida de la primera federación del PSOE en el país que sigue callando y reculando en la esperanza de que el todopoderoso Zapatero se quede tan solo en el cambio de la cabeza dejando intacto todo el entramado de poder personal construido en los últimos treinta años en las diversas provincias.

Abjurar de la igualdad y la universalidad de las políticas socialistas no es el camino. Gobernar si, pero no a cualquier precio.

El Estado sigue siendo necesario y se precisa de su fortaleza. Si los gobiernos no lo son, dejémoslos caer y que hablen las urnas, eso es preferible a perder la razón de ser que en los socialistas debe serlo todo. El Estado no puede ni debe ponerse en venta y ninguno de sus servidores está legitimado para hacerlo.

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