domingo, 22 de abril de 2012

Siete meses después

Hace siete meses dejé de escribir en este blog. No fue algo premeditado. No me despedí ni dí explicación alguna sobre el asunto. Escribir por obligación debe de ser una tortura. Los que así se ganan la vida tienen un trabajo difícil si quieren capitalizar constantemente la atención de sus lectores. No es mi caso, no podría. Al fin y al cabo no soy profesional de esto. Supongo que dejé de escribir porque el objetivo que me animaba a ello - se puede comprobar en todos mis escritos - dejó de existir. No es un secreto para mis lectores que viví con desolación y un cabreo muy especial la deriva que siguió el gobierno y el partido socialista durante los últimos años y que este blog fue, en cierta medida, un eco de lo que escuchaba a diario entre los desencantados de la gestión socialista.

Fueron esos desencantados los que dieron la espalda a un proyecto que ya no consideraban suyo. No me arrepiento de nada de lo que escribí y no siento la necesidad de proferir el ortegiano lamento del "no es esto, no es esto" Pienso por el contrario que estos polvos de ahora, aventados con mucha más intensidad por el Partido Popular responde a una desgraciada gestión de la crisis y del enfoque económico del gobierno y del partido, no olvidar este último agente que consintió sin rechistar el todo, desde el inicio.

En la vuelta no modifico, por ahora, el formato ni el color del blog. El negro, muy dificil leer sobre él para algunos, tiene su razón de ser. Es un blog con pocas visitas, con pocos seguidores y escasas menciones. Escribo para desahogarme y no para conquistar lectores. El Miguel Álvarez que dejó de escribir, militante, que no afiliado, del PSOE durante mas de 35 años no es el que ahora escribe. La fe que tenía en la socialdemocracia como el mejor proyecto que podía haber para que las clases mas desfavorecidas encontraran una política justa ha desaparecido. La socialdemocracia se agotó como proyecto de izquierda en la medida que las fuerzas dominantes ya no precisan de élla. El Muro cayó, los poderes y las armas que amenazaban al Occidente rico y capitalista se vuelven ahora contra sus propios pueblos. Ya no se precisa del pacto social surgido tras la Segunda Guerra Mundial. Los poderosos y los ricos ya no precisan de un pacto porque sabe que esa quinta columna tan temida no se edificará en su territorio. Seguirán existiendo los partidos socialdemócratas y seguiran ganando elecciones, sin duda, pero solo podrán hacer leves retoques, maquillar una dura realidad que a pesar de eso, seguirá siendo muy dura para las clases subordinadas.

Desde este blog se tratará de ayudar a construir La Izquierda. Una izquierda al margen de partidismos, una izquierda que se sustente no como hasta ahora en un solo partido que siempre busca, cuando está en minoría, a las fuerzas nacionalistas periféricas para tener una mayoría en el parlamento sino que busque el acuerdo con las otras fuerzas de izquierda. Esa será la mayor garantía frente a los desviacionismos y los oportunistas que anidan en la "izquierda posible". Girar a la izquierda es la única alternativa que nos queda a los pobres, ante una clara ofensiva, casi exterminadora en lo político, solo cabe más izquierda. La Justicia, la Igualdad, la Fraternidad, la Solidaridad son conceptos, ideas, intemporales que no tienen fecha de caducidad tal como quieren hacernos creer. Termino con una breve entradilla que puse últimamente en mi facebook:

"Reconstruir la izquierda es volver a contagiar a la ciudadanía del espíritu que hizo posible el cambio en 1982. El triunfo electoral de las fuerzas de izquierda o de la fuerza mayoritaria que está en la izquierda debería de ser consecuencia de lo primero. Una cosa es previa a la otra, así que, salir de los despachos y conquistar nuevamente la calle ¿no sabéis? Pues dejar que lo hagan otros, porque esta batalla hay que ganarla en la calle"

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