jueves, 19 de agosto de 2010

Un provocador nato



Este país tiene mala suerte, debe de arrastrar una pesada carga llena de malos políticos. De servidores de la cosa pública que oscilan entre el infantilismo y la ignorancia de sus propios límites. Puede que no solo sea eso, porque alguna otra explicación debe de existir, puede que, como dicen algunos, los políticos sean el fiel reflejo de la sociedad en la que viven. Si eso fuera realmente así deberíamos de concluir que lo que este país tiene verdaderamente son, en su mayoría, malos ciudadanos. De lo contrario, difícilmente se podría explicar el que tengamos la suerte que tenemos. Como uno tiene la mala fama de pesimista y aguafiestas pues me remito, sin más, a lo que el pueblo español viene diciendo desde hace un año a los encuestadores del CIS sobre los protagonistas del noble ejercicio.

Éramos pocos y parió la abuela, dice la sabiduría popular. Salió el tonto de turno, por no llamarle de otro modo, para joder aún más la situación.

Véanle en la foto, solo le falta las cartucheras para tener la figura de un actor de segunda fila interpretando una película del Oeste. Mirénle con su atavío colonial. Acude, a qué otro sitio podría ir, al casino militar de Melilla. El marco elegido no es casualidad. El adalid de la Isla Perejil ha querido, ya que el gobierno nada hace (se dirá el), enviar un mensaje al gobierno marroquí.

¿Pero quien es este ciudadano para tomar iniciativas de este tipo?
Es un incontrolado. Es un hombre acomplejado como pocos, un hombre que fracasó en su gran proyecto de vida: Hacerse rico, muy rico, inmensamente rico y fracasó porque su proyecto de gobernar desde la sombra, mientras ocupaba representaciones y consejos de administración europeos y americanos, se vino abajo un día de Marzo del año 2004.

Necesita seguir en la primera página. Precisa decir: ¡Aquí estoy yo! y alimentar su imagen para que en una segunda vuelta, como los malos candidatos, pueda culminar aquel gran proyecto de su juventud. En los países de la esfera occidental está muy mal visto el que uno se haga millonario en pleno disfrute del poder.

En este caso, es posible que el gobierno como en tantas otras cuestiones, no lo esté haciendo de modo adecuado. El gobierno no aparece, lo hace con cuentagotas, está de vacaciones pero no han dicho que está de vacaciones. Ridículo, sencillamente ridículo. Todo el mundo tiene derecho a irse de vacaciones aunque sean tan solo unos días. En eso, no van a engañar a nadie.

Nosotros tampoco debemos de engañarnos, lo de la frontera melillense obedece al tira y afloja habitual del Reino Alauita. Eso de que son “grupos cívicos” no hay quien se lo crea. Es lo que vienen haciendo desde hace un pilón de años, siempre coincide con el verano y no es algo gratuito. Tiene que ver, y mucho, con el tradicional retorno vacacional de los inmigrantes marroquíes a los que quiere dar un determinado mensaje, tiene que ver con tradicional sesteo de Julio y Agosto en la política de este país. Y nada tiene que ver con que haya racismo o maltrato en la frontera. No obstante, habría que investigar esas denuncias. Tampoco creo con que haya mujeres policías encargadas del control de personas. Es, simplemente, el habitual toque del badajo al que nos tienen acostumbrados por estas fechas.

Pero Aznar es Aznar, la estupidez de este hombre no tiene límites. Le importa un comino las consecuencias que para el país puedan tener sus actos. No creo que Rajoy ni los máximos dirigentes del Partido Popular estén de acuerdo con esta iniciativa, porque rompe toda lógica política, se la han tragado y no tienen mas remedio que decir que lo sabían, que lo han autorizado y que comparte sus fines pero eso no se lo cree, tampoco, nadie. Este tipo va por libre. Aznar tiene prisa por ser millonario y no hay barrera que se lo impida.

Las relaciones con Marruecos son delicadas, extremadamente delicadas y exige algo más que el tradicional buenismo del gobierno Zapatero en relación con nuestro vecino del sur. Ese modo de proceder en el que se mira para otro lado, contemporiza prudentemente y ofrecer en última instancia compensaciones diplomáticas y crediticias cada vez que las chispas saltan no es el adecuado con Marruecos. Moratinos que es un buen ministro de exteriores no está para esas cosas. Moratinos es un mediador, su trayectoria es la de un buen mediador pero un ministro de exteriores en caso de conflicto debe de saber defender lo propio y ahí tengo mis dudas. Tampoco la alternativa es la de plantarse al estilo del Partido Popular y mucho menos, la chulería de ese personaje que no se resiste a pasar a un destino mas adecuado; la Wikipedia en su sección de historia. Esto pasará como suele suceder cada año, la sangre no llegará al río (tocar madera), pero añadirá una muesquita más en la larga lista del desgaste del gobierno. Esta vez no está siendo ninguneado o presionado por un gobierno, esta vez lo está siendo por un minúsculo grupo de “incontrolados”, según las informaciones entre diez y quince que mueven a la intervención, incluso, del Jefe del Estado.

Leer más...