jueves, 25 de febrero de 2010

Zapatero debe de hablar claro



Hay momentos en los que la solvencia de un político se mide por la capacidad que pueda tener para agarrar el toro por los cuernos. Churchill apuntó de modo certero que el político se convertía en estadista cuando comenzaba a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones. Vargas Machuca, filósofo, apunta en un sentido(Feluky Circle) similar; “El buen político es decidido. Frente al irresoluto y el pusilánime, demuestra carácter... Sabe también que optar es a menudo un drama; que conlleva costes y pérdidas o tener que decir a los correligionarios: ¡basta ya! o ¡hasta aquí he llegado!”

Abundando, el propio Churchill con ocasión de los tremendos bombardeos sobre Londres durante la segunda guerra mundial vino a decir aquella frase archiconocida: "No tengo nada que ofrecerles que no sea sangre, sudor, lágrimas y esfuerzo" Churchill ganó la guerra, pero perdió las siguientes elecciones.

Este país necesita de una comparecencia pública del presidente del gobierno en la que se le diga al pueblo la realidad, la verdad sobre esta crisis económica, en un lenguaje que pueda ser entendido por la ciudadanía, alejado de ese metalenguaje político, enrevesado, del paso adelante y atrás, del de a derecha y a izquierda, la yenka como bien lo han definido algunos comentaristas. Un lenguaje único, centrado, claro. ¿En qué se parece lo que Salgado haya podido decir en Londres y Campa en Nueva York del de Zapatero en Málaga en plan sport? En nada. El PSOE y el gobierno no puede ser una realidad bifronte.

Camps y Rita ofenden a la ciudadanía con su declaración de bienes, consideran que el pueblo es idiota. A sus bases esto les puede parecer bien, en el fondo son iguales a sus mandatarios en su corrupción moral, de la otra no hablo porque serán los jueces los que determinen sobre este aspecto. A Zapatero hay que decirle algo igual, hay una gran masa electoral que vota en función de la credibilidad que le merece una persona y un partido, a veces, es una fe ciega. En los partidos suele suceder lo mismo, pero hay otra porción de electores y afiliados, que son los que realmente deciden porque pertenecen a esa franja que posiblemente no exceda del 10%, en la que residen las personas que no nos creemos cualquier cosa, y que son los que casi siempre suelen inclinar la balanza para uno u otro lado. Eso lo deberían de saber ya-

Las palabras del presidente, sus guiños a la izquierda, el verbo encendido en los mítines no se compadecen, son contradictorias, con las últimas iniciativas políticas llevadas a cabo, con lo expuesto en la Revisión del Programa de Estabilidad, con lo remitido al Pacto de Toledo y lo que se refleja en el índice (revisión de todo un programa de gobierno) del llamado Diálogo Político para la Recuperación del Crecimiento Económico y la Creación del Empleo. Uno no puede escudarse detrás de los demás, ha de dar el paso adelante, porque nadie se va a “mojar” en medidas que supone el desgaste propio y arrostrar los riesgos que pueda comportar. Se desgasta quien gobierna. No vale decir depués, para eso se hace, " ...he firmado esto que no iba en mi programa y que tampoco era nuestro deseo, pero lo hemos tenido que hacer para alcanzar un acuerdo o consenso". Eso es trampa, algunos no nos lo vamos a creer y procederemos a actuar en consecuencia.

El presidente ha de decir cual es su propuesta de salida de la crisis y seguir un determinado camino, no dejar la situación en lo etéreo, en lo que los demás digan y sobre todo, debe de hablar claro a los suyos, a sus electores, a sus compañeros y por supuesto, al pueblo.

Recomiendo una lectura atenta de lo negro sobre blanco de los documentos oficiales, es lo único que hasta ahora puede añadir algo de tierra firme al panorama de arenas movedizas en que se ha convertido el panorama político español.

La rueca en la que se hila el socialismo español ni tiene la fuerza ni tiene el ritmo que la gravedad de la ocasión merece. Si, se que esa es una cuestión que se está convirtiendo en monotema de este blog, pero eso es lo que hay, pertenece al campo de las convicciones propias y con ello creo que contribuyo a la mejora del PSOE, de la izquierda y de la sociedad. Las principales dificultades del socialismo español se encuentran dentro, en sus estructuras. Esa será una cuestión a corregir, quizás ahora no, pero indudablemente habrá que hacerlo en su momento. Ahora hace falta claridad, acabar con esta nebulosa en la que unos y otros en un ejercicio de tremenda irresponsabilidad nos están sumiendo. A los nuestros habría que pedirle algo más, valentía, ahí están las SICAV, el patrimonio etc. Reequilibrar el déficit no solo consiste en reducir los gastos, también consiste en incrementar los ingresos y aquí, hay mucha gente que se está yendo de rositas en esta crisis ¿verdad?

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