martes, 27 de abril de 2010

Se disparan las alarmas





La vengativa ola de los mercados avanza inexorablemente. Tras haber engullido y situado a la República de Grecia en la bancarrota total en menos de veinticuatro horas, ha hecho o está a punto de hacer, lo mismo con Portugal.

Las últimas semanas la presión sobre Grecia se ha hecho insostenible, la ayuda prometida por la Unión Europea aún no ha llegado y las obligaciones emitidas por el Tesoro Griego ha tenido que triplicar la retribución que da el bund alemán. Los griegos pagarán durante muchísimos años su desastrosa economía. El más pragmático de los pensadores o políticos griegos del pasado podría concluir que eso a los que ellos dieron involuntariamente su primer nombre, Europa, no existe. Los que le van a ayudar esperan la aplicación de una reducción drástica del presupuesto griego. Su deuda de 400.000 millones de euros parece imposible de reducir en lustros.

Escribo bajo el impacto visual que genera en mi la cinta móvil de la CNN en la que se ofrece la cotización de las acciones en la Bolsa de Madrid. Una caída del 4,5% del IBEX es mucha caída. Es la caída de las grandes solemnidades del capìtal, porque las solemnidades del capital no se ajustan tan solo a los momentos eufóricos de las grandes subidas, también con la caída de la bolsa se gana dinero, lo ganan quienes apuestan y especulan con la quiebra de otros.

Hacía algún tiempo que no se deterioraban tanto las cuentas españolas en los mercados internacionales. En la subasta de letras realizada por el Tesoro el interés marginal de las letras a 3 y 6 meses se ha elevado en la subasta de hoy hasta el 0,549% y el 0,760%, respectivamente, frente al rendimiento del 0,333% y del 0,490% alcanzado en la sesión precedente, celebrada el pasado 23 de marzo, según EFE.


El Tesoro adjudicó 936,36 millones de euros en letras a 3 meses, de los 3.091,36 millones que solicitaron los inversores, y 1.703,67 millones en letras a 6 meses, de las que se habían pedido 3.614,67 millones. En la anterior subasta de letras, celebrada el 23 de marzo, el Tesoro Público adjudicó 3.010,66 millones de euros. Eso quiere decir que se ha tenido que retribuir el dinero que se ha tomado prestado con un sobre coste del 64%.


Por otro lado, el diferencial con el bund alemán en el mercado secundario de la deuda pública se ha elevado a 110 puntos básicos. Es decir, mientras el tipo interés de la deuda alemana a diez años es del 2,92% el de España asciende al 4,03%. El bono portugués con su rebaja de renting, está merodeando por el lugar asignado a los bonos basura y la deuda de Grecia, tal como se ha comentado anteriormente, esta saliendo ya al 10%.

En cuanto a los seguros de la deuda española están situado en su nivel más alto, un nivel jamás alcanzado. Quien quiera asegurarse el cobro de 10 millones de dólares colocados en bonos españoles tendrá que pagar 197.000 dólares mas.

A los mercados se le gana con confianza, de ahí que en los últimos meses se ha insistido que España no es Grecia. Sin duda, pero si no se actúa rápido y bien, nuestra senda será de modo inevitable la misma que la de ese bello país.

Hay decisiones que deben de tomarse y no se están tomando. Llegan tiempos preocupantes donde el liderazgo ha de recobrar toda su importancia y habrá de ser determinante.

Se considera que las necesidades de financiación para este año serán de 200.000 millones de euros y que habrá que hacer frente a vencimientos por valor de 120.000 millones de euros. La próxima subasta será el 6 de Mayo. Hay un problema añadido, el inversor se muestra cada vez mas reticente a colocar su dinero a largo plazo con lo cual podemos llegar a lo comido por servido o remedando a José Mota podríamos decir aquello: “Las gallinas que entran… por las que salen” Pediremos dinero cada vez mas caro para hacer frente a los pagos. Igualito, lo mismo que tantas familias que cuando cobran su salario les sirve para poner la deuda de la tarjeta a cero y nuevamente vivir a crédito.


¿Qué sobra en estas circunstancias? Sobran, por supuesto, las palabras de Mª Teresa Fdez. de la Vega en Nueva York atacando a las agencias de renting y no es porque no tenga razón la vicepresidenta. No. No es eso, es porque es a la vez un acto inútil y contraproducente. Sólo sirve para el consumo interior pero eso no soluciona nuestros problemas de déficit y financiación.

El margen se estrecha y las decisiones, no se ha tomado ninguna de consideración, eso mismo le ha pasado a Grecia, se han de tomar. Si no, la deuda pública arruinará a este país. La pagaremos nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos. Nuestro sistema de vida y la peculiaridad de nuestro caro sistema autonómico podrían resultar damnificados. Urge crear las condiciones que hagan despegar el empleo. Ideas, hacen falta ideas y liderazgo. En el PSOE siempre las ha habido. Hay personas en el ámbito del partido que si pueden responder ante una situación tan extrema como la actual. La cuestión a resolver es darle el protagonismo que por parte de algunos no se les quiere dar.



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