martes, 27 de enero de 2009

A vuelta con las cajas

De nuevo, a la hora de la decisión UGT da marcha atrás y van…, las opiniones de las secciones sindicales de las cajas han tenido un peso definitivo en la decisión de romper de la dirección regional de la UGT. Del compromiso de avanzar y de considerar el modelo propuesto como adecuado, modelo en el que se garantizaba un puesto en el Consejo de Administración a un representante de la UGT regional, se ha pasado a una negativa a firmar el acuerdo, una negativa en solitario, una vez más numantina, “yo estoy en la razón, los demás están equivocados”. Todos; partidos (PSOE y PP), especialistas económicos, alta dirección de las cajas, Banco de España, empresarios, gobierno regional, CCOO, todos están en el error.

No hay argumentos que sean consistentes en el rechazo frontal que ejerce UGT, aún considerando que el modelo propuesto es tan solo un intento de la Junta y los partidos políticos de la Comunidad para solucionar el problema creciente de la falta de competitividad, seguridad y no adecuación a la situación de crisis económica del sistema financiero de Castilla y León ( sus cajas ) si hay que reconocerle en cambio el valor de ser una plataforma que intenta solventar mínimamente la situación, y todo esto a la espera de nuevos tiempos y nuevas personas que acometan de una vez por todas la solución del problema.

De dónde pues surge este rechazo. No es cuestión de empleo, no, el empleo en cualquier sector de la actividad queda constituido por una fuerza flotante al vaivén de diversos avatares; ciclo, gestión, innovación etc. De siempre UGT ha entendido esto, en todos los sectores de la actividad y en todas las ramas de la industria y servicios. En cantidad de empresas hemos ido negociando y acordando adecuaciones de plantillas a los diversos entornos. Si hay algo que UGT tradicionalmente ha sabido hacer ha sido eso y de ahí ha obtenido en gran parte su fuerza de sindicato negociador y responsable.

¿Cuál es el rechazo?, ¿En que se fundamenta?. En que se constituye una sociedad anónima…, puéde ser eso obstáculo cuando la sociedad anónima propuesta es numerus clausus y vienen obligados los participantes a la permanencia y a un determinado protocolo de actuación donde se respeta soberanía, anclaje en el territorio, obra social etc.
No, el rechazo proveniente de las secciones sindicales surge de otra posición que poco tiene que ver con el empleo, con la seguridad en el mismo y muchísimo menos con lo que se considera necesario para la sociedad regional o provincial, los impositores o el futuro de esta región en el concierto nacional y europeo.
Solo tiene que ver con una cuestión: Algunos líderes sindicales en las cajas son conscientes ahora del poder que tienen, de la presencia y peso en el discurrir de las cajas, de su presencia en los consejos de administración. La opción es clara, consiste en seguir siendo cabeza de ratón o cola de león. Y han optado por lo primero independientemente de la responsabilidad que como sindicalistas han contraído, porque no solo han de mirar por el lugar o sillón que ahora ocupan y que sin duda van a seguir ocupando, o el seguir mirando a los trabajadores que representan y el empleo que existe en la actualidad, sino también, el empleo futuro, esa es su responsabilidad. Pero también, también, aunque esto les suene a chino, están obligados a mirar por el interés supremo de la sociedad en la que viven y eso desgraciadamente lo están olvidando.

Nuestras cajas de ahorro están pasando al igual que todas las cajas de ahorro por un momento delicado. Del ratio de morosidad del 0,3% hace dos años se situará como mínimo a mediados de este año en el 6%, tasas impensables hasta ahora. Sus ratios de eficiencia descienden ante los competidores de la banca tradicional y privada. Su demanda en los mercados financieros, independientemente del precio del interbancario, se va a ver muy condicionada. Si quieren conseguir dinero en el mercado tendrá que retribuirlo a un alto interés y todo esto supondrá una rebaja sustancial en los beneficios con lo que las aportaciones para reservas y obra social se van a ver considerablemente disminuidas y ya se sabe que en caso de crisis prevalece el tener unas reservas sólidas antes que las acciones de la obra social. Así es como la ciudadanía castellano-leonesa va a padecer la situación; Menos obra social y precios más altos por los servicios de las cajas (comisiones, etc).

No comentaré, porque no es objeto de este artículo, los problemas que se generaran por no otorgar créditos a ciudadanos y empresas de esta región como tampoco lo que pueden padecer los proyectos de inversión y creación de infraestructuras para nuestra región. Queda sin contestar como podrán seguir otorgando créditos para eso están, unas cajas que se encuentran en una grave crisis. Recordemos, es el sistema financiero mundial el que está en crisis pero nuestras cajas no se salvan por si solas ni permanecen en una isla ajena a todo el discurrir exterior.

Lo realmente curioso es que aquellos que han de velar por las denominadas políticas horizontales, los que han de ver el interés general antes que el particular, los que tienen que distinguir entre el interés de los trabajadores de una empresa o rama de actividad determinada en suma, los que han de velar por el interés común se sumen tristemente a la visión pacata y egoísta del problema en vez de cumplir con su obligación como dirección territorial.

Queda lejos la máxima de Largo Caballero; “A los trabajadores hay que decirles la verdad aunque no les guste”. Queda como ridículo el esfuerzo realizado por tantos y tantos sindicalistas y trabajadores que con valentía han tomado decisiones impopulares pero que a la larga han beneficiado a los trabajadores y al empleo. Hay muchas máximas de los clásicos que se guardan en lo más recóndito de las almas y las mentes de muchos responsables. Todo se supedita a lo coyuntural, a lo que ahora conviene, a lo oportuno etc. Y la oportunidad se disfraza en este caso de oportunismo. Lo importante es ganar el próximo congreso, ese es el sentido de toda una trayectoria, y no me puedo enemistar con una federación importante aunque tenga que quedar desautorizado ante todos aquellos con los que me he reunido en nombre de UGT.

Una vez más el oportunismo, la falta de valentía, ha de prevalecer frente al asumir la responsabilidad en toda su dimensión.

Esperemos que aquellos que si han asumido la responsabilidad de sacarnos de este atolladero que supone la crisis económica y la actual fragilidad de nuestras cajas sigan adelante con su cometido. No es hora de echarse atrás. El interés de Castilla y León esta en juego.

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