jueves, 10 de diciembre de 2009

Aminatu Haidar ¿Presionar a Marruecos?





Parece ser que en el caso de Aminatu Haidar todo se reduce, tanto desde la derecha como desde la izquierda, a conminar al gobierno para que presione suficientemente a Marruecos y deje volver a la activista saharaui.

Se dice así, sin más, como si el gobierno no estuviera haciendo lo que puede dentro del estrecho margen del que dispone en relación con este asunto.

Descontando los errores que en este caso, como en otros, también los hemos tenido; La salida del avión desde Al Aaiun con una pasajera sin pasaporte, la entrada en el aeropuerto de Lanzarote, el embarque posterior dando por resuelta la situación etc. La gestión del gobierno se ha movido en clave humanitaria en relación con la huelguista y viene haciendo todo lo posible para que la señora Haidar pueda regresar al Sáhara.

Pero quiero volver sobre el concepto de presión. Se supone que los críticos, especialmente el PP, se refieren a las acciones adecuadas en el campo diplomático y económico y no a otro tipo de actuaciones que incrementarían la tensión. Sobre otra de las medidas reclamadas, la tan necesaria llamada del Rey a su primo, el otro rey, es simplemente de risa.

En lo económico, una simple mirada a las cuentas de la balanza exterior del comercio español con Marruecos y su comparación, por ejemplo, con Francia, da un fiel reflejo de la realidad de los intercambios con ese país. Si atendemos a las inversiones directas en Marruecos, Francia casi triplica a la española.

Marruecos en 2005 se sitúo en el puesto 46 en el destino de nuestras inversiones en el exterior, representando en el 0,01 %. Los verdaderos interlocutores e introductores de Marruecos en la esfera internacional son Francia y Estados Unidos, por ese orden, y son ellos los que tienen influencia en este país. De seguir así, la dependencia de España con respecto a Francia no solo por el asunto de ETA, si no también por el de Marruecos, se seguirá incrementando y nuestro papel internacional será cada vez más subsidiario con respecto al vecino del norte.

Sin embargo, nosotros si dependemos de Marruecos, y mucho, la inmigración ilegal se ha reducido en gran medida gracias a las actuaciones marroquíes y los servicios secretos marroquíes han colaborado y colaboran para frenar el islamismo terrorista en España. Un Marruecos “enemigo” añadiría dificultades aun mayores a nuestra vida cotidiana. Esto, deben de saberlo todos los que cada mañana nos levantamos en la placidez de un país con una seguridad mas que aceptable.

Marruecos sabe de nuestras dificultades, sabe de la debilidad de un estado en el que las fuerzas centrífugas amenazan una y otra vez con descomponerlo. Sabe, como nadie, de nuestras debilidades como pueblo y lo explota. Es posible, que la cuestión se salde con una inyección de millones, en este caso Marruecos actuaría como una autonomía española cualquiera. En este estado cada vez más raquítico en el que todo se compra y todo se vende los marroquíes se mueven como en un zoco.

Una cosa es lo que nos pide el cuerpo y otra es la realpolitik. Por supuesto no pongo en cuestión el derecho de Haidar a luchar hasta la muerte por lo que cree. Defiendo el derecho a retornar a su país. Al igual que, defiendo el derecho a un Sahara libre pero no confundamos el culo con las témporas.

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