jueves, 20 de agosto de 2009

¡Por Dios, que chapuza!



Chapuza. Inmensa chapuza, tenemos todo el derecho del mundo a estar indignados, es más, los socialistas debemos de ser los primeros en indignarnos y montar en cólera.

Me cuesta decir esto, pero la realidad que supone el grado de incompetencia mostrado por nuestros dirigentes en este tema, crucial, colma cualquier vaso ¿Qué clase de estudio avalaba lo que venía considerándose la medida estrella del gobierno socialista a favor de los más desfavorecidos?, ¿Cómo es posible que la ayuda para los trabajadores que quedaban sin ningún tipo de prestación se haya malogrado de este modo? La medida estrella que todos esperábamos beneficiara a 600.000 parados sólo se ha podido aplicar de las 7000 peticiones presentadas el primer día, a tan solo unos 320.

Al parecer tiene la culpa el calendario. Sólo se aplica a los que queda en esa situación a partir del 1 de Agosto. El ministro de trabajo, el presidente del gobierno y el conjunto de los ministros tienen la culpa de este desaguisado. Esta ineptitud es extensible a los sindicatos que fueron consultados. ¿No barajaron papeles a la hora de dialogar sobre esto? Y si lo sabían, ¿Que pensaban hacer con los 600.000 carentes de cualquier tipo de prestación?

Rectificar no es suficiente. Han malogrado algo que iba a ser bien valorado por el conjunto de los trabajadores, han evidenciado su incompetencia. Entran muchas dudas sobre la calidad y el conocimiento del gobierno. Queda clara la falta de control sobre el calado de las decisiones.

Bien, muchos dirán que no es de buen socialista criticar al gobierno. Yo digo que no es de buen socialista tapar las vergüenzas del gobierno. Hay que sacudir la modorra de los que nos gobiernan y los primeros que debemos de sacudirla debemos ser nosotros mismos. Antes de que sea demasiado tarde.

No nos puede frenar en esto la presencia del adversario. Ellos son y serán responsables de sus desviacionismos en materia de rigor democrático, corrupción y demás pero nosotros, los militantes, somos corresponsables de nuestros pecados y de los del gobierno.

Lavar la ropa en casa. Nunca una verdadera democracia se construyó sobre principio tan falso. ¡Que se abran las ventanas! ¡Que entre aire fresco! A los socialistas solo nos queda preparar una transición interna que siente sobre nuevos dirigentes el futuro. Alguien dirá que esto no es político y muchísimo menos responsable, pero qué queréis que os diga más. Sí, en realidad la indignación me puede, no soporto ver a Zapatero con la sonrisa de oreja a oreja en Lanzarote después de esto.

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