jueves, 29 de enero de 2009

Cultura enero


LUDOVICO EINAUDI:
"Divenire"


Entre el amplio abanico de pianistas que nos ofrece el actual momento de las Nuevas Músicas, en los últimos años ha ido cobrando un gran protagonismo Ludovico Einaudi. Es el suyo un piano formal, con elementos
sinfónicos, románticos, incluso étnicos, pero él se deja inscribir en el minimalismo (un término que iguala con elegancia y sinceridad), y su contrato con el sello clásico Decca le otorga ese matiz contemporáneo que le hace más respetable. Este compositor italiano (nacido en Turín en 1955) no necesita las características y el carisma de otros famosos pianistas encuadrados en el minimalismo para deslumbrar, su piano es hermoso y placentero, y después de sus incursiones en la música de cámara y componer para teatro, danza y cine ha encontrado en él la herramienta perfecta para encauzar sus sentimientos hacia un oyente que se rinde con facilidad ante la hermosura de la melodía pura. Su capacidad de creación es, además, extraordinaria, sólo así se explica que tras discos de calidad abrumadora como "Le onde", "I giorni", "Eden roc" o "Una mattina" siga superándose en la actualidad, reafirmando su sonido y publicando "Divenire", otra obra maestra sin signos de cansancio o deterioro, acompañado esta vez por una orquesta completa, la Filarmónica de Liverpool.

De, http.//solsticiodeinvierno.blogspot.com






De la frecuencia.com

Antony Hegarty es un cantante andrógino inglés que se hizo conocido en los últimos años no sólo por su apertura pública hacia su condición sexual sino por formar una banda frente a los talentosos julia kent, doug weisemal, jeff langston, joan wasser, maxim moston, rob moose y parker kindred que denominó “Antony & The Johnsons”.

Con ellos, lanzó hace un par de años el álbum I Am A Bird Now, aclamado por l acrítica y con una nueva popularidad en el indie, si se permite la expresión. Tal sensación causaron que tanto Lou Reed, Rufus Wainwright como Björk los anotaron en su agenda. La islandesa incluso invitó a Antony a cantar dos temas de su último álbum. El más hermoso de ellos, (e incluso de Volta en general) se llama “The Dull Flame Of Desire” y para que conozcan el peculiar tono y rango de voz de Antony acá les traigo el tema en su totalidad.



Oir en:

http://cucharasonica.com/tag/the-crying-light/










Prólogo de Sami Naïr. Traducción de José Luis Gil Aristu
Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores. Barcelona, 2008. 185 págs



Por Julia Sáez-Angulo



Jean Daniel (Argelia, 1920) fue cofundador de Le Nouvel Observateur, publicación que actualmente dirige, galardonado con el premio Príncipe de Asturias presentó el libro en España, que contiene fragmentos de varias conferencias donde recuerda a su apreciado Camus.

Sami Naïr dice: "He aquí un libro raro –no "sobre" sino "con" Camus- un libro que sólo podía ser escrito por alguien que halló en Camus la expresión de una parte de sí mismo". Una amistad que compara a la que tuvo lugar en el siglo XVII entre Montaigne y La Boétie. Un libro en el que encontraremos también la batalla de la diferencia entre Daniel y Camus ante la cuestión argelina. Se trata de una serie de debates éticos en los que Daniel lleva a Camus hasta la cuestión palestina con unos derechos sin peaje del terrorismo. Camus. A contracorriente se divide en dos parte con una decena de breves capítulos cada uno.

La lucidez consiste en recorrer el camino que va de la humildad ideológica a la santidad militante... Camus sigue siendo contemporáneo nuestro, concluye Daniel.

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martes, 27 de enero de 2009

A vuelta con las cajas

De nuevo, a la hora de la decisión UGT da marcha atrás y van…, las opiniones de las secciones sindicales de las cajas han tenido un peso definitivo en la decisión de romper de la dirección regional de la UGT. Del compromiso de avanzar y de considerar el modelo propuesto como adecuado, modelo en el que se garantizaba un puesto en el Consejo de Administración a un representante de la UGT regional, se ha pasado a una negativa a firmar el acuerdo, una negativa en solitario, una vez más numantina, “yo estoy en la razón, los demás están equivocados”. Todos; partidos (PSOE y PP), especialistas económicos, alta dirección de las cajas, Banco de España, empresarios, gobierno regional, CCOO, todos están en el error.

No hay argumentos que sean consistentes en el rechazo frontal que ejerce UGT, aún considerando que el modelo propuesto es tan solo un intento de la Junta y los partidos políticos de la Comunidad para solucionar el problema creciente de la falta de competitividad, seguridad y no adecuación a la situación de crisis económica del sistema financiero de Castilla y León ( sus cajas ) si hay que reconocerle en cambio el valor de ser una plataforma que intenta solventar mínimamente la situación, y todo esto a la espera de nuevos tiempos y nuevas personas que acometan de una vez por todas la solución del problema.

De dónde pues surge este rechazo. No es cuestión de empleo, no, el empleo en cualquier sector de la actividad queda constituido por una fuerza flotante al vaivén de diversos avatares; ciclo, gestión, innovación etc. De siempre UGT ha entendido esto, en todos los sectores de la actividad y en todas las ramas de la industria y servicios. En cantidad de empresas hemos ido negociando y acordando adecuaciones de plantillas a los diversos entornos. Si hay algo que UGT tradicionalmente ha sabido hacer ha sido eso y de ahí ha obtenido en gran parte su fuerza de sindicato negociador y responsable.

¿Cuál es el rechazo?, ¿En que se fundamenta?. En que se constituye una sociedad anónima…, puéde ser eso obstáculo cuando la sociedad anónima propuesta es numerus clausus y vienen obligados los participantes a la permanencia y a un determinado protocolo de actuación donde se respeta soberanía, anclaje en el territorio, obra social etc.
No, el rechazo proveniente de las secciones sindicales surge de otra posición que poco tiene que ver con el empleo, con la seguridad en el mismo y muchísimo menos con lo que se considera necesario para la sociedad regional o provincial, los impositores o el futuro de esta región en el concierto nacional y europeo.
Solo tiene que ver con una cuestión: Algunos líderes sindicales en las cajas son conscientes ahora del poder que tienen, de la presencia y peso en el discurrir de las cajas, de su presencia en los consejos de administración. La opción es clara, consiste en seguir siendo cabeza de ratón o cola de león. Y han optado por lo primero independientemente de la responsabilidad que como sindicalistas han contraído, porque no solo han de mirar por el lugar o sillón que ahora ocupan y que sin duda van a seguir ocupando, o el seguir mirando a los trabajadores que representan y el empleo que existe en la actualidad, sino también, el empleo futuro, esa es su responsabilidad. Pero también, también, aunque esto les suene a chino, están obligados a mirar por el interés supremo de la sociedad en la que viven y eso desgraciadamente lo están olvidando.

Nuestras cajas de ahorro están pasando al igual que todas las cajas de ahorro por un momento delicado. Del ratio de morosidad del 0,3% hace dos años se situará como mínimo a mediados de este año en el 6%, tasas impensables hasta ahora. Sus ratios de eficiencia descienden ante los competidores de la banca tradicional y privada. Su demanda en los mercados financieros, independientemente del precio del interbancario, se va a ver muy condicionada. Si quieren conseguir dinero en el mercado tendrá que retribuirlo a un alto interés y todo esto supondrá una rebaja sustancial en los beneficios con lo que las aportaciones para reservas y obra social se van a ver considerablemente disminuidas y ya se sabe que en caso de crisis prevalece el tener unas reservas sólidas antes que las acciones de la obra social. Así es como la ciudadanía castellano-leonesa va a padecer la situación; Menos obra social y precios más altos por los servicios de las cajas (comisiones, etc).

No comentaré, porque no es objeto de este artículo, los problemas que se generaran por no otorgar créditos a ciudadanos y empresas de esta región como tampoco lo que pueden padecer los proyectos de inversión y creación de infraestructuras para nuestra región. Queda sin contestar como podrán seguir otorgando créditos para eso están, unas cajas que se encuentran en una grave crisis. Recordemos, es el sistema financiero mundial el que está en crisis pero nuestras cajas no se salvan por si solas ni permanecen en una isla ajena a todo el discurrir exterior.

Lo realmente curioso es que aquellos que han de velar por las denominadas políticas horizontales, los que han de ver el interés general antes que el particular, los que tienen que distinguir entre el interés de los trabajadores de una empresa o rama de actividad determinada en suma, los que han de velar por el interés común se sumen tristemente a la visión pacata y egoísta del problema en vez de cumplir con su obligación como dirección territorial.

Queda lejos la máxima de Largo Caballero; “A los trabajadores hay que decirles la verdad aunque no les guste”. Queda como ridículo el esfuerzo realizado por tantos y tantos sindicalistas y trabajadores que con valentía han tomado decisiones impopulares pero que a la larga han beneficiado a los trabajadores y al empleo. Hay muchas máximas de los clásicos que se guardan en lo más recóndito de las almas y las mentes de muchos responsables. Todo se supedita a lo coyuntural, a lo que ahora conviene, a lo oportuno etc. Y la oportunidad se disfraza en este caso de oportunismo. Lo importante es ganar el próximo congreso, ese es el sentido de toda una trayectoria, y no me puedo enemistar con una federación importante aunque tenga que quedar desautorizado ante todos aquellos con los que me he reunido en nombre de UGT.

Una vez más el oportunismo, la falta de valentía, ha de prevalecer frente al asumir la responsabilidad en toda su dimensión.

Esperemos que aquellos que si han asumido la responsabilidad de sacarnos de este atolladero que supone la crisis económica y la actual fragilidad de nuestras cajas sigan adelante con su cometido. No es hora de echarse atrás. El interés de Castilla y León esta en juego.

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sábado, 24 de enero de 2009

La hora de la sociedad civil

Aún reconociendo que sociedad civil es más un término de consenso que un concepto claramente definido, deberíamos de coincidir que con él nos referimos al conjunto de iniciativas sociales que pueden tomar cuerpo en diferentes formatos tales como asociaciones, fundaciones y cuya característica más significativa es la de no estar sometidos a ningún tipo de control o dirección gubernamental y que, añado yo, no forma parte del engranaje institucional.

Esto nos lleva a una primera consideración, se da por sentado que los partidos políticos, en la medida que participan de una competición para la toma del poder (elecciones) no forman parte de la sociedad civil, son en realidad un instrumento del propio poder, independientemente de que en un momento dado sean gobierno u oposición.

Del mismo modo y aquí introduzco una matización en la noción tradicional de sociedad civil tampoco habría que calificar a los sindicatos mayoritarios como estamentos de la sociedad civil en la medida en que es el propio poder el que le reconoce una participación en la gestión, muy avanzada del propio estado según los casos y territorios y siempre muy por encima de otro tipo de asociaciones.

De este modo llegaríamos a una realidad; La sociedad civil quedaría conformada por el conjunto de asociaciones y colectivos que conjugan iniciativas tendentes a la mejora, cambio y organización de la sociedad.

Si algo nos aporta la reciente experiencia del cambio de gobierno en los Estados Unidos de América con la elección del presidente Barack Obama es el modo en cómo se han conjugado las iniciativas procedentes de la sociedad civil con un aparato y programa de partido en este caso el Partido Demócrata de los Estados Unidos.

Si bien el primer gobierno de Obama pudiera dar la impresión de que es un gobierno del Partido Demócrata en realidad habría que atribuir a la propia personalidad de Obama la elección de las personas, su noción de la participación de la ciudadanía y la superación de la estanqueidad partidaria y no al peso de un partido en el que ha sido un claro outsider.

Ciertamente la nominación de Obama como candidato reside más en la movilización de una gran amplitud de redes surgidas de la sociedad civil que ha utilizado una masiva presencia pública y los recursos tecnológicos proporcionados por Internet. Ha sido éso más que ganar asambleas en el seno del partido o tomar diferentes ejecutivas. Por lo tanto corresponde a la sociedad civil y sus redes las que han aportado una masiva inscripción de nuevos votantes en caucus y primarias. Recordemos que no es necesario ser afiliado o militante del partido para participar en la elección de candidatos tan solo el inscribirse como votante republicano o demócrata.

No es por lo tanto una iniciativa del partido, es una iniciativa de la sociedad civil la que ha promocionado a Obama a la lucha por la presidencia. Aquí el partido ha ido a remolque de las demandas de la sociedad.

Frente a una opción de “aparato” del cambio “posible” que encarnaba Hillary Clinton se ha pasado a otra, en términos estadounidenses, mas “liberal” que proyecta la noción de cambio hacia fronteras que el Partido Demócrata no osaba traspasar desde los años treinta del siglo pasado. Decisiones recientes como el cierre inmediato de Guantánamo, la prohibición de la tortura o la vía libre para la investigación de células madre suponen en los Estados Unidos opciones valientes dado el clima conservador que ha vivido ese país durante los últimos años.

Ha sido la ciudadanía norteamericana, su sociedad civil, cansada ya de los políticos clásicos la que mediante una acción básicamente asentada en internet la que ha optado por un cambio en profundidad, sigue utilizando a los partidos, no podía ser de otra forma, pero ha conseguido introducir la vida o al menos su presencia e ideas en los mismos.

Concurrían en realidad a estas elecciones con diferente matiz o grado dos outsider; Obama y McCain ambos, no muy queridos por los respectivos aparatos y los dos con concesiones a los respectivos aparatos en las figuras que llevaban de vicepresidentes han conseguido imponer un sesgo a la tradicional política de los partidos.

Si hay algo que se pone de manifiesto en los últimos años es la crisis que las formaciones políticas y sindicales vienen padeciendo. A esta crisis no es ajena la cultura de partido o de sindicato que, independientemente de donde se encuentre dentro del arco parlamentario; izquierda o derecha, cada vez más se vienen caracterizando por un funcionamiento interno que muchas veces mediante complejos mecanismos en la toma de decisiones colisiona con los fundamentos democráticos.

Los partidos son necesarios y por supuesto los sindicatos, estas instituciones forman parte esencial del sistema, no hay otro modo de participar en democracia. Los intentos continuos de democratizar las decisiones en el seno de los mismos y alejarlos de un funcionamiento sumamente presidencialista y unipersonal así como los sistemas de selección de candidatos donde la cooptación es la máxima imperante se ha venido saldando con continuos fracasos y eso obliga a los que queremos un cambio democrático real al fortalecimiento de la sociedad civil como único mecanismo que podría forzar a las direcciones de los partidos y sindicatos a un cambio real en ideas, formas y personas.

La experiencia americana, como la de Maragall cuando accedió por vez primera a la presidencia de la Generalitat Catalana reforzado y aupado también aparte de su propio partido por redes provenientes en su mayor parte de la sociedad civil de Cataluña, así lo aconseja. Ese sería el cambio real. Es muy difícil proceder a un cambio real si no llega el cambio a los instrumentos y no lo olvidemos, partidos y sindicatos son tan solo eso, instrumentos. No son un fin en sí mismo aunque así les parezca a sus dirigentes.

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miércoles, 21 de enero de 2009

Castilla y León; El culebron de las Cajas de Ahorros o la fuerza de nuestros demonios familiares

La historia de nuestra región es sin duda el mejor espejo en el que nos podemos ver, lejos queda ya el reparto del reino en función de los intereses particulares de la nobleza, el clero y los reyes, durante más de doscientos años , en la Edad Media, Castilla y León fue partida y repartida según beneficiaba a los que nos gobernaban.
Es curioso que uno de los más antiguos reinos de Europa, Castilla y León, sea el que menos conciencia de identidad tiene. En realidad no somos castellanos-leoneses, ni siquiera somos castellanos o leoneses, otra curiosa distinción que algunos se empeñan en mantener contra el viento de la historia.
Si expurgamos detenidamente ni siquiera somos salmantinos, zamoranos, vallisoletanos etc. En realidad somos de nuestro pueblo, sea el de Arriba o del de Abajo, hasta ahí llegamos en la infinita partición que supone ser castellanoleonés.

Las consecuencias de ese individualismo rampante es la situación que padecemos en lo económico, en lo político y en lo social provocada por la falta de miras, o mejor dicho por no alcanzar nuestra vista más allá de lo inmediato, de lo que nos beneficia en el corto plazo. Siempre tienen la culpa los demás, ya no es Madrid, ahora es Valladolid, si estás en el Bierzo es León, si estás en Sanabria es Zamora y si estás en Béjar es Salamanca. Siempre tiene la culpa el otro. Unida a esta incapacidad se encuentra nuestra principal afición; el victimismo: “ Nos quieren quitar esto” , “No nos quieren dar esto”, “ Nos han expoliado”. Carecemos de la principal cualidad para avanzar, ser autocríticos.

Bien, dentro de este panorama de siempre presente en Castilla y León casi desde la caída del Imperio debe de contemplarse el culebrón que vienen pilotando los agentes sociales, los políticos, los directivos de las cajas y los medios de comunicación sobre el proceso de integración de las Cajas de Ahorros de la Comunidad. Es la más clara expresión de la peculiar idiosincrasia de nuestro pueblo.
Si el lector, el ciudadano, quiere saber qué es lo que pasa nada podrá extraer de lo que unos y otros manifiesten. Lo realmente duro lo que en realidad nos tendría que avergonzar a todos es que Castilla y León se encuentra a pocos pasos de perder una vez más el reto de la modernidad y una vez más cabe imputarlo a la falta de iniciativa y determinación de nuestros gobernantes a la cobardía de nuestros agentes sociales y a la mezquindad de todos aquellos que vienen beneficiándose de la actual estructura de las cajas de la comunidad. A todos ellos hay que atribuir este nuevo descuelgue.

Al gobierno regional , porque no ha sido capaz de plantear la integración sin más, como debiera haberse efectuado, que es en definitiva lo que realmente necesita nuestra comunidad, por no querer enfrentarse a sus barones en las distintas provincias que son los que se benefician de la actual atomización de cajas en la región. A la oposición porque no hay PSOE regional, hay suma de psoes locales que imponen una concepción de la política basada en un toma y daca por la que no se puede privar a algunos cargos de las ventajas que se derivan de la pertenencia a Consejos de Administración. A los agentes sociales, medrosos, incapaces de entender el nuevo sesgo de los tiempos y entregados a lo coyuntural, sujetos a la necesidad de trasegar con los principios, perdiendo la perspectiva global y el sentido de comunidad a cambio de obtener mayorías en los próximos congresos o convenciones.
Son los que tienen que tomar soluciones los que nos llevan a una suerte de parálisis de consecuencias nefastas para nuestra comunidad.

Porque la realidad es una. Ha sido la crisis económica la que nos ha situado ante la premura de la toma de decisiones, pero si no nos hubiesen precipitado a esta crisis económica igualmente habría que haber tomado medidas en relación con las cajas de la comunidad.

No se corresponde el grado de autonomía alcanzada en un Estado, en la práctica federal, sin la existencia de recursos que potencien nuestra economía. Porque es necesario orientar las inversiones hacia actividades productivas alejadas del monocultivo de la construcción y de los engendros financieros que han situado al mundo al borde del abismo. Porque se ha cerrado un ciclo, el de la financiación europea, y las arcas públicas han de precisar con éste u otro gobierno dinero a precio asequible para seguir financiando el progreso de la comunidad. Por salud democrática, porque las cajas no pueden seguir siendo chiringuitos en manos de los partidos políticos. Para evitar seguir deslizándose por la senda en la que las cajas cada vez se parecen más a las diputaciones provinciales. Para democratizar y hacer accesible a todos los ciudadanos las ventajas de las diferentes Obras Sociales.
A la ciudadanía; aquella que teme una gran Caja de Ahorros de Castilla y León, hay que decirle que no hay que temer tanto donde esté la sede central de la caja como el que no exista una gran caja. Que la obra social, lo que más importa, no se va a ver afectada por que haya una Obra Social para toda Castilla y León.

Del mismo modo hay que decirle que quien realmente puede perjudicarse en una unión de cajas es en realidad el casi centenar de miembros de Consejo de Administración y de Comisiones de Control de las seis cajas de la comunidad procedentes en su inmensa mayoría del PP y del PSOE y en menor medida representantes de los trabajadores que dejaran de embolsarse una media de 18.000 euros anuales por dietas y comisiones. Para los que estén interesados en saber cuanto cobra cada miembro de un Consejo de Administración solo tiene que acceder a la página web de cada caja y entrar en el apartado “ Información para Inversores”. Los resultados serían de un ahorro de 1,5 millones de euros anuales. Porque pese a lo que pueda decirse en contrario los representantes de los “impositores” en los consejos de administración son también políticos lo mismo que los representantes de los ayuntamientos y de las Cortes Regionales.

No hay otra salida razonable que no sea la unión de las cajas es lo que aconseja el sentido común y la realidad económica. Sabido es que son las cajas las que en el contexto actual de crisis vienen registrando incrementos sustanciales en los índices de morosidad, las que ven descender a pasos agigantados los índices de solvencia y eficiencia. Son las que en mayor medida se ven precisadas a demandar recursos ajenos a un precio muy por encima del interbancario, en algunos casos el doble del valor. Las que acuden con mayor urgencia a las subastas del FAAF en demanda de liquidez. Son en definitiva las que en estos momentos no cumplen con el fin para el que fueron creadas, proporcionar créditos a particulares y empresas.

Mientras tanto, una actitud que solo cabe calificar de mezquina hace que cada caja, mejor dicho, los que detentan el poder en las cajas se enroquen en sus posiciones, hagan reiterada proclamación de su independencia y apelen una vez más al victimismo. Una vez más el numantinismo y la reacción como seña de identidad.

Hay que decir que la no toma de decisiones rápidas en cuanto a la fusión conllevará sin duda una mayor restricción del crédito por falta de recursos en las cajas, que se verán a su vez obligadas a retribuir los depósitos por encima del mercado, a emisiones en descubierto de obligaciones subordinadas o llegar al final como única meta para financiarse a las cuotas participativas y aquí sí, entonces sería cuando las cajas iniciarían el verdadero camino hacia la privatización. Pero seguro que eso, esto último, no les preocuparía a los causantes de la catástrofe es decir, a los actuales gestores y a aquellos que tienen la responsabilidad de velar por un correcto funcionamiento del sistema financiero de nuestra comunidad. A partir de aquí recordaremos como era la Obra Social.

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lunes, 19 de enero de 2009

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Bibliografia de Albert Camús

Libros de Albert Camus

Moral y Politica (recopilacion de artículos en Combat)1944/1947
El primer hombre 1994
El exilio y el reino 1957
La caída 1956
El rebelde 1951
Los justos 1950
Cartas a un amigo alemán 1948
Estado de sitio 1948
La peste 1947
Calígula 1944
El malentendido 1944
El extranjero 1942
El mito de Sísifo 1942
Bodas 1939

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Albert Camús y el Futbol


Artículo de Albert Camús sobre el significado del futbol en su vida






Sí, lo jugué varios años en la Universidad de Argel. Me parece que fue ayer. Pero cuando, en 1940, volví a calzarme los zapatos, me di cuenta de que no había sido ayer. Antes de terminar el primer tiempo, tenía la lengua como uno de esos perros con los que la gente se cruza a las dos de la tarde en Tizi - Ouzou. Fue, entonces, hace bastante tiempo, en 1928 para adelante, supongo. Hice mi debut con el club deportivo Montpensier. Sólo Dios sabe por qué, dado que yo vivía en Belcourt y el equipo de Belcourt- Mustapha era el Gallia. Pero tenía un amigo, un tipo velludo, que nadaba en el puerto conmigo y jugaba water-polo para Montpensier. Así es como a veces la vida de una persona queda determinada. Montpensier jugaba a menudo en los jardines de Manoeuvre, aparentemente por ninguna razón especial. El césped tenía en su haber mas porrazos que la canilla de un centro forward visitante del estadio de Alenda, Orán. Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida, sobre todo en las grandes ciudades, donde la gente no suele ser siempre lo que se dice derecha. Pero al cabo de un año de porrazos y Montpensier en el "Lycée" me hicieron sentir avergonzado de mí mismo: un "universitario" debe jugar con la Universidad de Argel, R.U.A. En ese periodo, el tipo velludo ya había salido de mi vida. No nos habíamos peleado, sólo que ahora él prefería irse a nadar a Padovani donde el agua no era tan "pura". Ni tampoco, para ser sinceros, eran ¨puros¨ sus motivos. Personalmente, encontré que su motivo era ¨adorable¨, aunque ella bailaba muy mal, lo que me pareia insoportable en un a mujer. ¿Es el hombre, o no es, quien debe pisarle los dedos de los pies?El tipo velludo y yo prometimos volver a vernos. Pero los años fueron pasando. Mucho después comencé a frecuentar el restaurante de Padovani (por motives "puros") pero el tipo velludo se había casado con su paralítica, quien seguramente le prohibía bañarse, como suele ocurrir.

¿Pero qué es lo que estaba diciendo? Ah sí, el R.U.A. Estaba encantado, lo importante para mí era jugar. Me devoraba la impaciencia del domingo al jueves, día de práctica, y del jueves al domingo, día del partido. Así fue como me uní a los universitarios. Y allí estaba yo, golero del equipo juvenil. Sí, todo parecía muy fácil. Pero no sabía que se acababa de establecer un vínculo de años, que abarcaría cada estadio de la provincia, y que nunca tendría fin. No sabía entonces que veinte años después, en las calles de París e incluso en Buenos Aires (sí, me ha sucedido) la palabra R.U.A. mencionada por un amigo con el que tropecé, me haría saltar el corazón tan tontamente como fuera posible. Y ya que estoy confesando mis secretes, debo admitir que en París por ejemplo, voy a ver los partidos del Racing Club, al que convertí en mi favorito solo

porque usan las mismas camisas que el R.U.A., azul con rayas blancas. También debo decir que Racing tiene algunas de las mismas excentricidades que el R.U.A. Juega "científicamente" pierde partidos que debería ganar. Parece que esto ahora ha cambiado (eso es lo que me escriben de Argel), cambiado - pero no mucho- . Despues de todo , era por eso que quería tanto a mi equipo, no solo por la alegría de la victoria cuando estaba combinada con la fatiga que sigue al esfuerzo, sino tambien por el estúpido deseo de Ilorar en las noches luego de cada derrota.

Como zaguero esta el "Grandote" - quiero decir Raymond Couard. Le dábamos bastante trabajo, si mal no recuerdo. Jugábamos duro. Los estudiantes, los nenes de papá, no escatiman nada. Pobres de nosotros -en todo sentido- ¡ muchos nos burlábamos de la dureza de nuestros propios pies ! No teníamos más remedio que admitirlo. Y teníamos que jugar "deportivamente", porque ésa era la dorada regla del R.U.A., y "firmes", porque, cuando todo está dicho y hecho, un hombre es un hombre. iDifícil compromiso! Eso no puede haber cambiado, estoy seguro. El equipo más difícil era el Olympic Hussein Dey. El estadio quedaba detrás del cementerio. Ellos nos hicieron notar, sin piedad, que podíamos tener acceso directo. En cuanto a mí, jpobre golero!, vinieron por mi cadáver. Sin Roger ¡lo que hubiera sufrido! Estaba Boufarik, ese centro forward grande y gordo (enlre nosotros lo Ilamabamos "Sandia") se excusaba con un: "Lo siento nenito" y una sonrisa franciscana. No voy a seguir. Ya me excedí de mis Iímites. Y entonces, me pongo reblandecido. Hasta en "Sandía" veo bondad. Además, seamos sinceros, bien que esto era lo que habían enseñado. Y a esta altura, no quiero seguir bromeando. Porque, después de muchos años en que el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de moral v de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol, lo que aprendí con el R.U.A, no puede morir. Preservémoslo. Preservemos esta gran y digna imagen de nuestra juventud. Tambien estara vigilándolos a ustedes

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Frases célebres de Albert Camús

En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio.

No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo.

Para la mayoría de los hombres la guerra es el fin de la soledad. Para mi es la soledad infinita.

El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.

Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría.

La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas.

El hombre tiene dos caras: no puede amar sin amarse.

Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.

La estupidez insiste siempre.

He comprendido que hay dos verdades, una de las cuales jamás debe ser dicha.

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El pensamiento de Albert Camús (algunas opiniones)

Albert Camus nació el 7 de noviembre de 1913 en Argelia. Su padre, un pobre granjero que se enseñó a sí mismo a leer y escribir, murió en la batalla de Marne en 1914. Su madre, que había quedado sorda y con un impedimento de habla por un accidente en la infancia, era iletrada. Después de la muerte de su esposo ella mantuvo a su familia con largas horas de trabajo como criada. Aunque hubo poco despliegue de afecto o comunicación entre ellos, la relación de Camus con su madre fue una profunda y duradera influencia en su vida.
La pobreza y la soledad que Camus conoció como niño no dejaron amargura, y su recuerdo de esos años ayudaron a formar su pensamiento posterior. Su infancia y juventud fueron tiempos en que las dificultades de la existencia se balancearon por un sentimiento de armonía con el mundo natural. La pobreza contribuyó para enfocar su visión de la existencia; la miseria y la felicidad de la vida humana sobresalían más claramente contra un riguroso ambiente. Camus hablará de su juventud en Argelia como un tiempo en que encontró aquellas “dos o tres imágenes grandes y simples a las que el corazón se abrió por primera vez” y que subyacen en la estructura de toda su obra: el sol argelino, el fresco mar mediterráneo y la madre silente y sufriente.
En 1932 Camus ganó una beca para el lycée en Argelia, donde estudió bajo el filósofo Jean Grenier. El humanismo de Grenier influyó en el pensamiento de Camus; le enseñó a ser escéptico de las ideologías políticas abstractas, y Camus también le atribuyó a él su despertar de un más profundo sentido de la vida: “Personalmente, tenía suficientes dioses: el sol, la noche, el mar… Alguien tenía que recordarme de lo misterioso y sagrado, de la finitud del hombre y de su amor imposible, para que pudiera un día regresar a mis dioses naturales con menos arrogancia.”
También fue influenciado por filósofos pesimistas como Schopenhauer y Nietzsche. Los artículos que escribió mientras estaba en el lycée muestran estas influencias. Ya había decidido que no había explicación racional del mundo; buscaba una salvación en un mundo que parecía no tener sentido. Tanto en estos artículos tempranos como más adelante, Camus tiende a utilizar terminología religiosa, aunque nunca aceptó ningún sistema religioso. “Tengo”, escribió después, “un sentido de lo sagrado, y no creo en una vida futura.”
Después, buscando una carrera en la enseñanza, Camus estudió filosofía en la Universidad de Argelia. En su tesis de postgrado por la que fue premiado con el diplóme d´etudes superieures, describe cómo la temprana iglesia cristiana se apropió de las formas y métodos de los neoplatonistas, particularmente Plotino.
Aun en su tesis hay insinuaciones de los problemas que Camus buscaba equilibrar. Para poder hacer proselitismo exitosamente entre los griegos, la temprana iglesia tenía que reconciliar su sentido del pecado, el Terror y la irracionalidad de la existencia terrenal con la necesidad griega de encontrar coherencia y orden en el mundo tangible. Camus contrasta la dos sensibilidades: la preocupación cristiana con el pecado y con la salvación eterna, y la creencia griega en la inocencia y en la importancia del mundo natural. Estas dos visiones son paralelas en el propio sentido de la dicotomía de la existencia de Camus, tal como lo expresó en su primer ensayo, L´Envers et l´endroit, publicado en 1937, año en que presentó su tesis. El mundo que describe es uno en que la muerte, lo extraño y la soledad predominan a menudo, pero en que el hombre encuentra belleza y trata de darle algún sentido a la vida. Camus hubiera estado de acuerdo con los griegos en que “nuestro reino es de este mundo” y con los cristianos en que este mundo es un lugar de tragedia, donde la muerte es siempre inminente.
La preocupación con la muerte y la salvación y la creencia tenaz en la importancia de los sentidos son indudablemente reflexiones de la experiencia directa de Camus sobre la fragilidad de la vida, ya que a la edad de 17 años fue atacado por la tuberculosis; esta enfermedad fue recurrente en varios momentos de su vida. Un segundo ataque en 1937 impidió su pase del examen físico requerido a los candidatos para la agrégation.
Quizás por sus luchas tempranas contra la enfermedad, Camus desarrolló un fuerte sentido de la necesidad de autodominación y control: “Es una cuestión de estar en silencio, de suprimir todo lo que es público y de saber cómo juzgarse a uno mismo. De balancear. De abandonar toda pretensión y de aplicarse uno mismo una doble tarea de liberación, con respecto al dinero y con respecto a las propias vanidades y actos de cobardía.”
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fue rechazado para el servicio militar, anotó: “Si no quieren que luche, es porque soy constantemente elegido para permanecer a un lado. Y es desde esta lucha de mantenerme como un hombre normal en condiciones excepcionales que siempre he sacado mi mayor fuerza y mi mayor utilidad.”
Los años en la universidad y aquellos que siguieron inmediatamente hasta el comienzo de la guerra fueron, a pesar de su enfermedad, un período de actividad considerable y variada para Camus. Durante varios años fue miembro del partido comunista, y trabajó para él entre los musulmanes. Dejó el partido disgustado por el cambio de su política hacia la población árabe de Argelia. Escribió su primera obra de teatro, Calígula, y una novela, La mort hereuse, que nunca fue publicada, pero que puede ser considerada un adelanto de L´Etranger. Leyó a muchos de los autores que influenciaron su trabajo: “Entre los modernos: Grenier, Malraux, Montherlant. Entre los antiguos: Pascal, Moliére, literatura rusa del siglo 19. Los españoles.”
Camus se mantuvo en la universidad con trabajos varios, y fue miembro de una compañía de arte dramático patrocinada por Radio Argelia. El teatro y el deporte fueron pasiones continuas para él. Aunque consideraba a los grupos intelectuales insoportables, podía trabajar felizmente con otra gente en el escenario o en el estadio. Estas actividades, dentro de un mundo cerrado más allá de las preocupaciones morales normales, se hicieron un medio para recapturar la inocencia perdida en la infancia. Camus ayudó a formar un pequeño grupo de teatro en Argelia para llevar el teatro a las clases trabajadoras. Adaptó varias obras y contribuyó en una obra escrita colectivamente, Révolte dan les Asturias, basada en la guerra civil española.
Durante sus años de estudiante Camus hizo varios viajes a Francia, Italia y Austria. La importancia de viajar como medio de autodescubrimiento es un tema de L´Envers et l´endroit, su primer libro de ensayos. En su libro de notas del período habla humorísticamente de las dificultades de viajar siendo pobre: “Es una protección contra el diletantismo. No diría que de lo que carecen Gide y Montherlant es de haber reducido las tarifas de los trenes que los obligaron a quedarse seis días en la misma ciudad. Pero sé que realmente no puedo ver las cosas como Montherlant y Gide lo hicieron, debido a las reducidas tarifas de los trenes.”
Las reflexiones causadas por su contacto con otra cultura mediterránea, la de Italia, son la base de algunos de sus ensayos líricos en Noces, el segundo libro de Camus. La habilidad de la cultura mediterránea para contrarrestar los excesos del pesimismo norteño permanecieron como tema constante en su obra.
En 1937 Camus rechazó un puesto en la Universidad de Sidi-Bel-Abbés. Esta decisión fue dolorosamente difícil. Se debatía entre la necesidad de ganarse la vida y la más presionante necesidad de evitar una situación en la que todo su ser podría entumecerse en rutina monótona. En 1938 Camus pudo ganarse la vida como periodista, otra de las carreras que perseguiría intermitentemente a través de su vida. Escribió artículos políticos y literarios como reportero del Alger-Republicain, siendo por breve tiempo editor de la edición nocturna.
El trabajo más importante de Camus para el periódico fue una serie de artículos sobre la lamentable vida de los árabes en la región de Kabilia. Aunque a veces escritos en lenguaje emocional, constituyen un estudio cuidadoso de la injusticia de la administración francesa hacia la población árabe. Fueron escritos en 1939, pero aun son útiles para entender la tragedia de Argelia. La posición básica de Camus sobre el problema de Argelia jamás cambió. Sentía que Argelia era un país peculiarmente mezclado, en que las poblaciones francesas y musulmanas necesitaban derechos totales como ciudadanos, y que una economía viable sólo podía lograrse por medio de la asociación continua con Francia. La insistencia de Camus para preservar los nexos con Francia se acompañaba con una exigencia de igualdad económica y social para la población musulmana.
El Alger-Republicain dejó de circular al iniciarse la guerra. Debido en mucho a la hostilidad hacia los artículos de izquierda y pro-árabes, Camus no pudo encontrar trabajo como periodista en Argelia, y se fue a trabajar en París. Después de la invasión alemana Camus se fue a Lyons con los periodistas del París-Soir. Ahí se casó y regresó a Oran con su esposa. Volvió a Francia en 1942, y como resultado del aterrizaje aliado en Argelia, se separó de su esposa por el resto de la guerra. La separación de familias y amantes es uno de los temas dominantes de La Peste, novela que es parcialmente una alegoría de la Ocupación Alemana y en la que Camus trabajó desde 1941 hasta 1947. L´Etranger y Le Mythe de Sisyphe, publicadas en Francia en 1942, le trajeron fama súbita. Ellas describen la absurda discrepancia entre la realidad y el deseo del hombre.
En 1943, indignado por la ejecución de un trabajador involucrado en un levantamiento comunista contra los nazis, Camus se unió al movimiento de Resistencia “Combat”. Se hizo editor del periódico clandestino. Aquí rechazó la actitud nihilista que lo había tentado desde su juventud; y marcan el punto en que su trabajo se mueve más allá de la descripción de lo absurdo para intentar encontrar una nueva base de valores humanos. El deseo de superar el nihilismo está implícito en algunos trabajos anteriores; en 1938 criticó a Le mur de Sastre diciendo que la descripción de lo absurdo sólo puede ser un comienzo, no un fin. Sin embargo, el impacto de la guerra en el pensamiento de Camus, así como en muchos filósofos que habían aceptado la relatividad de todos los valores morales, fortalecieron la necesidad de encontrar una positiva base ética para la acción.
Aunque sus artículos se centraban principalmente en la lucha contra Vichy y los nazis, en 1944 Combat comenzó a divulgar su esperanza de que algún tipo de socialismo se estableciera después de la guerra. No se definía qué tipo, pero se nacionalizarían industria importantes y se acabarían con los monopolios, mientras que los a negocios privados les sería permitido una menor sección de la economía vital. Los partidos políticos del viejo régimen eran regañados; Combat ponía su fe para el futuro en los “nuevos hombres” revelados por el movimiento de resistencia. El lema del nuevo Combat, que comenzó su publicación abierta en agosto de 1944 con Camus como editor, era “De la resístanse á la Révolution”.
Como estaba convencido de que las medias verdades de la mayoría de los periódicos contribuían a la injusticia social, Combat sería una fuerza mayor en la construcción de una nueva Francia. Sus primeros editoriales reflejan el fervor idealista de Camus y su esperanza de que la experiencia de la guerra había traído un nuevo deseo por a libertad y la justicia en el pueblo francés, Camus se volvió concientemente desilusionado a medida en que la deseada revolución se coartaba por el regreso de los viejos políticos y el viejo orden económico. También estaba impaciente con el funcionamiento normal de la política. No deseando entregar sus energías a una diaria consideración de temáticas menores, se fue retirando gradualmente del periodismo. Aunque continuó escribiendo editoriales, dejó de ser editor de Combat a finales de 1945. En los años siguientes sólo escribió sobre claros temas morales a los que daba gran importancia. Habló en contra de la ayuda a Francia, la pena capital, la represión rusa en la revuelta húngara, y el terrorismo y la violencia a ambos lados del conflicto de Argelia.
Los años de la guerra y los inmediatamente siguientes fueron el período más creativo de Camus. En 1943, en Lyons, completó su segunda obra de teatro, Le Malentendu, la más amarga y nihilista de sus obras. Con Calígula, L´Etranger y Le Mythe de Sisyphe se conforma la fase “absurdista” de la obra de Camus que luego fue balanceada con la fase “rebelde” de Les Justes, L´Etat de siége, La Peste y L´Homme révolté, los libros de la etapa posterior a la guerra. Los libros de notas de Camus muestran que, tan temprano como 1940, escribió un plan para una serie de libros que reflejarían su visión de la vida desde varios ángulos. Comenzó por describir “lo absurdo”, un estado de oposición entre el hombre y el universo que transforma en sin sentido los valores morales normales. Más adelante trató de formular las reglas morales que podrían ser deducidas de un conocimiento del “absurdo”.
Si L´Etranger expresa la tabula rasa moral de los años de guerra, La Peste aboga por la revuelta como medio hacia la creación de una nueva conciencia moral. Con la publicación de La Peste en 1947, Camus ya era una figura mayor en el París de la posguerra. Para su irritación, se volvió un mentor moral para las jóvenes generaciones francesas. Aunque sus obras de teatro son la parte menos exitosa de sus obras creativas, Camus mantuvo un apasionado interés por el teatro. En los 1950s hizo una serie de hábiles adaptaciones y traducciones: Devoción a la Cruz de Calderón, El Caballero de Olmedo de Lope de Vega, Requiem for a Nun de Faulkner, Los Poseídos de Dostoyevski; estos trabajos quizás contengan un mayor talento para la forma y técnica dramáticas que las propias obras de Camus. También fue director y productor teatral: y hacia el final de su vida el teatro era como una liberación de las tensiones creadas por su posición en el mundo literario de la posguerra, especialmente después de L´Homme révolté.
Después de un severo ataque de tuberculosis en 1949, Camus se retrajo de la actividad pública. Durante los próximos dos años completó L´Homme révolté, que produjo una reacción violenta en la prensa literaria y política de París. La más larga y celebrada controversia fue entre Camus y Sartre; Camus había discutido antes con Sartre sobre el tema del trabajo de esclavos en Rusia. Los artículos controversiales aparecieron en Temps modernes en abril y agosto de 1952. La base de la discusión fue un artículo de Francis Jeanson que afirmaba que L´Homme révolté era una obra idealista que ignoraba las presiones de política práctica y la importancia del movimiento comunista como la única fuerza genuinamente revolucionaria; que al hacer la revolución pura sin teñirla de violencia, Camus se había apartado de la acción efectiva. Camus estaba “en el aire”, ni a la izquierda ni a la derecha, y afirmó que Jeanson ignoraba la mayor crítica del marxismo desarrollada en L´Homme révolté: que la revolución comunista sustituía las metas futuras por una actividad práctica para aliviar la presente injusticia y el sufrimiento. Ni Jeanson ni Sastre respondieron directamente esta tesis crucial. La amargura de estas peleas pesaron mucho en la mente de Camus, y entre 1952 y 1956 publicó sólo L´Eté, una colección de ensayos líricos escritos anteriormente. La Chute (1956) es la novela que refleja el rompimiento con Sartre.
Camus vivió la mayor parte de su vida adulta en París. Su retraimiento de la actividad política comenzó con la desilusión en los años de la posguerra. Se intensificó después de L´Homme révolté. Y en los últimos años de su vida Camus se aisló más con su rechazo para apoyar a ninguno de los lados en la rebelión de Argelia. Estaba consternado por la violencia y el terror en Argelia. En enero de 1956 pidió una tregua exigiendo que tanto el ejército francés como el FLN detuvieran los actos de violencia contra la población civil. No lo escucharon.
L´Exit et le royaume, un libro de cuentos, fue la última obra creativa de Camus. Sus historias son menos amargas, más objetivas en cuanto a la madurez de reflexiones sobre la vida. Quizás indican un punto de cambio que iba a suceder en su ficción: un movimiento alejado de los temas políticos y hacia un realismo mayor con intensidad de detalles naturales. El libro sobre el cual trabajaba cando murió, Le Premier Homme, fue el primero al que Camus se refirió como “novela”, e iba a ser parte de una tercera fase: una novela, una obra de teatro (Don Juan) y un ensayo (Le Mythe de Némesis), todos dedicados al amor.
En 1957 Camus recibió el Premio Nobel de Literatura. Con parte del dinero compró una casa pequeña en Loumarin, al sur de Francia, donde pasaba mucho de su tiempo escribiendo en una atmósfera más agradable y pacífica que la de París. El 4 de enero de 1960, regresando de París con un amigo, Camus murió en un accidente automovilístico.
Alberto Rodríguez Barrera
chinorodriguez@cantv.net
Notas:
Fuente:
http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/6957401.asp

Albert Camus, perfil del hombre
Autor: Alberto Rodríguez Barrera
Fecha de publicación: Octubre 10, 2006 por Revista Per Se

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Biografia de Albert Camús

"Fue en España donde los hombres aprendieron que es posible tener razón y aun así sufrir la derrota. Que la fuerza puede vencer al espíritu y que hay momentos en que el coraje no tiene recompensa. Esto es sin duda lo que explica por qué tantos hombres en el mundo consideran el drama español como su drama personal."

Novelista, dramaturgo y ensayista francés, es considerado uno de los escritores más importantes posteriores a 1945.
Está considerado el representante del existencialismo «ateo». Nació en Mondovi (actualmente Drean, Argelia), el 7 de noviembre de 1913. Hijo de colonos, queda huérfano de padre antes de cumplir los 3 años. Toda su niñez la pasó en uno de los barrios más pobres de Argel y por supuesto con ausencia absoluta de libros y revistas. Gracias a una beca que recibían los hijos de las víctimas de la guerra, pudo comenzar a estudiar y a tener los primeros contactos con los libros. En medio de dificultades económicas cursó su primaria y culminó el bachillerato.
Estudió filosofía y letras y fue rechazado como profesor a causa de su avanzada tuberculosis, por lo que se dedicó al periodismo como corresponsal del Alter Republicain. En 1939 se presentó al ejército como voluntario, pero no le aceptaron por su delicada salud. En ese mismo año publicó Bodas, un conjunto de artículos que incluían reflexiones inspiradas por sus lecturas y viajes. Al año siguiente contrae segundas nupcias, se instala en París y es corresponsal de París-Soir. Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro activo de la Resistencia francesa dentro del grupo Combat, que publica en la clandestinidad un periódico homónimo.
Tras la liberación de París se mantiene en él como redactor en jefe. Antes de finalizar la contienda, publica la novela El extranjero (1942), ambientada en Argelia, como la mayoría de sus narraciones siguientes. Esta obra y el ensayo en el que se basa, El mito de Sísifo(1942), revelan la influencia del existencialismo en su pensamiento, así como las obras de teatro El malentendido (1942) y Calígula (1944). Con la novela La peste (1947) logra el Premio de la Crítica. Aunque en esta novela todavía se interesa por el absurdo fundamental de la existencia, reconoce el valor de los seres humanos ante los desastres y su pensamiento evoluciona hacia un sentido más solidario ante el sufrimiento humano y la rebelión contra la injusticia. Actitud que quedará plasmada en Los Justos (1949) y en el ensayo El hombre rebelde (1951). Este último es sin duda su libro más polémico y complejo, a tal punto que provocaría la ruptura con Sartre. En él se pregunta por qué los ideales se pervierten, por qué cuando vence la rebeldía se transforma en opresión. Confiará en la rebelión pero individua, el hombre rebelde hará de su rebelión un deber de conciencia, donde de lo absurdo se sale con un desplazamiento hacia la vida de los otros.
Camus deja otras obras como las novelas El revés y el derecho (1937), Cartas a un amigo alemán (1948); La caída (1956), inspirada en un ensayo precedente; la obra de teatro Estado de sitio (1948); y un conjunto de relatos, El exilio y el reino (1957) y Los poseídos (1959).
Colecciones de sus trabajos periodísticos aparecieron con el título de Actuelles (3 vols., 1950, 1953 y 1958) y El verano (1954). Una muerte feliz (1971), aunque publicada póstumamente, de hecho es su primera novela. En 1994, se publicó la novela incompleta en la que trabajaba cuando murió, El primer hombre, una autobiografía novelada. Sus Cuadernos, que cubren los años 1935 a 1951, también se publicaron póstumamente en dos volúmenes (1962 y 1964).
Su obra, caracterizada por un estilo vigoroso y conciso, refleja una sociedad abocada al nihilismo, tras la destrucción de sus valores y la sensación de alienación y desencanto junto a la afirmación de las cualidades positivas de la dignidad y la fraternidad humana.
En 1957 recibió el Premio Nobel de Literatura y tres años después murió en un accidente automovilístico en Villeblerin (Francia) el 4 de enero de 1960.

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