sábado, 18 de diciembre de 2010

Dónde está la crisis de la izquierda



Supongamos que es usted un afiliado a un partido político de los que pueden gobernar. Demos por supuesto también que es de esos que mantiene intacto el entusiasmo militante, el mismo que le hace creer que junto a otros muchos puede cambiar el mundo en el sentido que marca su ideología.

Siento desanimarle, pero las cosas no son así. Cada uno de los pasos que hoy podemos distinguir como una acción política en la escala del Estado tiene poco que ver con el partido que la apoya y ni siquiera, en el caso de que gobierne, lo hace con una determinada estructura ministerial. En realidad las propuestas para gobernar surgen en otros ámbitos. Hasta hace poco no éramos conscientes de la importancia que tiene una inteligencia que yace distribuida en múltiples grupos de trabajo, unos creados exprofeso y otros puestos en marcha con el ánimo de influir en el gobierno de turno. Aunque no lo crean, nos encontramos ante el gobierno de los mejores, o al menos, lo que el común considera como mejores, el gobierno de una aristocracia, tal como la definía Aristóteles.

Bajo la denominación de Think-Tank existen en el mundo moderno, en nuestro país también, una serie de fundaciones y laboratorios que pugnan entre ellos por ser los que diseñan políticas y aconsejan a los que gobiernan sobre como ponerlas en marcha. Las hay para todos los gustos, a diestra y siniestra. ¿De dónde se financian? No es difícil saberlo, solo hay que prestar atención a los componentes de los patronatos. Una vez conocidos los financiadores no puede quedar duda alguna en que sentido van a aconsejar.

Estos gabinetes asesoran, crean opinión y mantienen relaciones con personas influyentes de áreas geográficas estratégicas. No es difícil establecer una clasificación. Si se observa con detenimiento las páginas de opinión de El País, el ABC, El Mundo, La Gaceta o La Razón verá que gran parte de los que escriben en estos medios, son los investigadores de estos laboratorios de ideas o think-tank.

Cabe una primera clasificación en orden a la presunta ideología. Los hay que pueden considerarse de izquierda, no por sus propuestas, sino porque hay personas en sus patronatos u órganos de gobierno que tienen o han tenido relación con el PSOE; CIDOB, Alternativas o Ideas el de más reciente creación. Los hay de derechas neocom como FAES y GEES y los hay, por último, los que sin ser exactamente de una orientación u otra en la composición del órgano directivo suelen tener a un número suficiente de miembros cercanos a quienes están gobernando. Entre estos encontramos a El Real Instituto Elcano y el FRIDE. El primero de estos últimos tuvo gran importancia en tiempos de Aznar como punta de lanza en la defensa de la intervención española en Irak. Otros de los considerados “neutrales” son Casa Asia o Casa Árabe dedicados a intensificar las relaciones con el Extremo Oriente y el Islam.

Todos ellos, si exceptuamos Ideas, son financiados directamente por empresas. La mayoría de los que hemos mencionado se ocupan de los aspectos geoestratégicos y lo concerniente a la seguridad aunque tratan también de políticas económicas y sociales tanto españolas como foráneas.

Otros obedecen a intereses muy específicos y centrados en las políticas económicas y sociales. Entre estos el Circulo de Empresarios, el Instituto de Estudios Económicos y FEDEA se llevan la palma. Coinciden con “la defensa de la libre empresa, de la iniciativa privada y de la economía de mercado”, asumiendo la tarea de “concienciar a la opinión pública del papel del empresariado en una sociedad libre y democrática” (CE).

Si bien las dos primeras son grupos de estudios y presión netamente empresariales, habría que hablar por la importancia que han adquirido últimamente de la Iniciativa Transforma de Everis y de Fedea.

Si quiere saber usted por donde irá la política económica y social del actual gobierno no tiene otro referente que FEDEA. Los manifiestos Cien economistas ante la crisis, Hacia un sistema público de pensiones o 25 propuestas sobre la Ley de Economía Sostenible nos indica a las claras por donde habita el pensamiento económico del actual gobierno.

Si le preocupa que es lo que haría el Partido Popular en el caso de llegar al gobierno no se marche muy lejos, porque por ahí también reside el pensamiento económico de este partido, sólo tendrá que añadirle algunas gotas de las destiladas en el Circulo de Empresarios y el IEE. Eso es así aunque le pueda parecer otra cosa dado el grado de confrontación que PP y PSOE tienen en el campo de la economía.

Le convoco a que mire punto por punto las propuestas realizada por este think-thank, consulte la fecha en que fue publicada y luego vea las referencias del Consejo de Ministros, salvo leves matizaciones, esta todo ahí.

Por lo tanto desengáñese, existe una estructura paralela que le deja a usted, querido afiliado, una sola tarea en el caso de no tener vocación municipalista. Pongase una bufanda con los colores del partido mayoritario al que pertenece y anime, desde la grada, a los líderes políticos cuando acuden a su provincia. El afiliado es un hincha de sus colores y ese es el papel que tiene adjudicado. Desde luego no es un generador de ideas, ni siquiera los parlamentarios y cargos del gobierno lo son. Tampoco aspiren a tumbar las ideas que estos sesudos investigadores cargados de cátedras, honores y masters ponen en boca de parlamentarios y hombres del gobierno como soluciones porque en ese caso, serán expulsados del redil por utópicos y aventureros.

Esas son las reglas del juego. Unas ideas que no surgen de la necesidad de clase. Los liberales-conservadores, aunque no quieran, tendrán que moderarse en sus pretensiones de sacar hasta la última gota del jugo vital a los desposeídos porque eso es malo para su causa. Los desposeídos pueden irse olvidando ya de los sueños del pasado. Las ideas atienden a algo que se llama razón económica. Olvídese también de la soberanía popular porque como vamos viendo ese concepto no existe. Manda en todo esto algo extraño que denominamos “mercados”. Existe un gobierno en la sombra, y no tan sombra, que dicta lo que hay que hacer y el cuando. Los chicos listos entregan los papeles - llamativa la juventud de la mayoría de estos estudiosos - sobre lo que hay que hacer. Los gobiernos y la administración ejecutan y a los afiliados les corresponde actuar como si fuera un coro operístico cualquiera. Luego queda el voto. Usted es dueño del suyo pero a la hora de la verdad, piense, si hablamos de política económica lo que cada cual defiende.

Luego hablan de la crisis de las ideas de la izquierda y de la propia izquierda. ¿Dónde está la izquierda?


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