jueves, 29 de octubre de 2009

El arte de la política




La presentadora de televisión le hizo hasta tres veces la pregunta con distinto tono y leves variantes. El entrevistado, el todopoderoso Francisco Granados consejero de Presidencia, Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid se escapaba una y otra vez. La tercera vez que la periodista le preguntó sobre si había una lucha por el poder en el Partido Popular en relación con el nombramiento de presidente para Caja Madrid, apoyándose esta vez en las manifestaciones del presidente del Partido Popular del País Vasco, el consejero esbozo una leve sonrisa lateral, empequeñeció aún más sus diminutos ojillos y con seguridad negó que hubiese una lucha por el poder en Caja Madrid, y afirmó a continuación con rotundidad: “Yo no lo percibo así”.

Eso es política en la actualidad. Aristóteles definió la política como un ejercicio noble, los clásicos insistieron en esa dimensión, la definición mas aceptada de política era la siguiente: Actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del estado en beneficio de la sociedad. A partir de entonces, las definiciones de política han ido cambiando. En la actualidad, hay tantas definiciones como teóricos de la política, mencionar cada una de ella haría inacabable este artículo.

Hoy, con política se mezclan habitualmente otros conceptos como hipocresía, cinismo e incluso, si nos paramos en algunos ejemplares de la derecha, chulería.

Los términos se usan y acomodan, se estiran y se pervierten. Es frecuente oír a algunas personas decir: “Este es un gran político”. Se refiere a una persona que habla poco, al que se le reconocen habilidades manipuladoras, experto en el hablar sin decir gran cosa y del que se sospecha alguna que otra traición y el empleo constante de la mentira.

Recientemente se ha acuñado otra expresión, esta de origen anglosajón, que se ha extendido rápidamente a muchos ámbitos de las relaciones sociales: “Políticamente correcto”. Ser “políticamente correcto” es no pronunciarse con rotundidad, evadir la claridad, no llamar al pan, pan y al vino, vino. O lo que es lo mismo camuflar, simular.

Ser correcto políticamente significa que lo que uno tiene que decir no puede decirlo tal como lo siente, sino que hay que edulcorar el mensaje o las situaciones. Esto que podría pasar fácilmente como educación, deferencia o delicadeza en otros ámbitos que no fuese la política, en esta actividad se traduce por un “ni chicha, ni limoná” o "algo tramará".

Nadie se refiere al cumplidor con la cosa pública como un gran político. Se utiliza, “es un gran gestor”, “un buen administrador”, “un excelente líder” ó “es un gran parlamentario”. El término político se utiliza para otra cosa.

Se habla de la nobleza de la actividad, de que la política es un arte noble, pero nadie o casi nadie se adjudica esa denominación. Todos, inconsciente o conscientemente, procuran eludir la profesión para autoadjudicarse la especialización concreta como el todo.

Últimamente he tenido acceso a dos nuevas definiciones que concuerdan más con el sentir de la gente y que ubica lo que en otros tiempos fue un oficio, un arte noble, en lo que realmente ha devenido en ser una actividad bajo sospecha en grandes sectores de la población.

Groucho Marx dijo una vez como definición de política: “que era el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.

O quizás, tratando de ser serio, esta otra de Duverger: “Lucha o combate de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho”.

Tal vez sea esa la razón por la que tiene tan mala prensa la política y los políticos. Es la banalización y el descrédito de la actividad y de algunos actuantes la que ha arrastrado un noble concepto por el barrizal en el que se encuentra.

No me resisto a poner este vídeo de Youtube, pertenece al Julio César de Joseph L. Mankievicz basada en la obra de William Shakespeare en la que un espléndido Marlon Brando interpreta a Marco Antonio. El discurso de M. Antonio en las escaleras del senado no existió en la realidad, o al menos no hay constancia por parte de los historiadores. Se le atribuye al autor inglés.

Shakespeare nos da aquí un ejemplo magistral del político manipulador. En esa época era esa ya la noción de política. Algunos de los lectores pueden que conozcan esta obra maestra, lo dedico a aquellos que por su juventud no hayan tenido la posibilidad de ver esta maravillosa película. Obsérvese el vuelo circular sobre el pueblo romano de Marco Antonio en su operación contra Bruto, Casio y el resto de conspiradores. Merece la pena.

Para los que no quieran estar tanto tiempo colgado de la web lo pueden encontrar en Youtube tecleando Julio Cesar Marco Antonio.



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miércoles, 28 de octubre de 2009

Esto huele a mala cocina italiana



“Estamos en el paro, no tenemos que comer y estos cabrones se lo llevan todo” gritaba airado un ciudadano ante las puertas del ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet. Con esta frase se expresaba un clamor, el hartazgo y el descontento con la marcha de la cosa pública de una gran parte de la ciudadanía, independientemente de cual fuese el sentido de su voto en el pasado.

Una más, en este caso el escándalo afecta al alcalde y un concejal de la ciudad elegidos del PSC-PSOE y también a dos antiguos altos cargos de CiU. En las dos últimas semanas la ofensiva judicial se ha cobrado tres nuevas piezas; La de El Ejido (Almería), la de Castro de Rei (Lugo) y la de Santa Coloma de Gramanet. Se apuntan registros y demanda de convenios urbanísticos en Hospitalet, Badalona y San Andreu de Llavaneres.


No se trata de establecer desde aquí el porqué de la corrupción y quién es mas corrupto, si este o aquél partido. Estos casos serán, esperemos, determinados por la justicia. Para los interesados, podríamos casar mas tarde los datos y establecer de ese modo cual es el partido en el que figuran el mayor número de corruptos. ¿Vale para algo esta clasificación cuando hay cosas, la democracia, mas importantes en juego?

La corrupción visible se extiende, algunos casos datan de principios del 2000. Digo visible, por que es ahora cuando se destapan casos que vienen de muy atrás. En estos, se abre una ventana nueva: La corrupción en su grado máximo, los que se atacan de modo tan teatral en parlamentos y consistorios en virtud de su diferente adscripción política, y no hacen ascos a la unión y negocios conjuntos en los antros donde se fragua la corrupción.

No se puede abstraer uno del tufillo a cierta cocina italiana, de la mala, en este proceso. El peor tufo de los posibles.

Antonio di Pietro, juez italiano de los ochenta, impulsor de las políticas de “Manos limpias” descubrió y sancionó, conjuntamente con otros jueces, la podedumbre interna del sistema político italiano. Evidenció la conspiración existente entre empresas, mafia, iglesia católica y políticos para desangrar entre todos ellos al pueblo italiano.

Las consecuencias se pusieron de manifiesto de modo inmediato: Todos, todos los partidos italianos desaparecieron del mapa; la Democracia Cristiana, el PCI, el PSI, etc. Todos, todos estaban implicados.

Algunos señalan a la corrupción como el final del sistema democrático italiano en su configuración clásica, lo que sucedió a continuación es de sobra conocido: Ascenso de los neofascistas de Fini, un aspirante a nuevo duce; Berlusconi y un partido, La Liga Norte, con claros tintes xenófobos.

El caso italiano, del como una pujante sociedad caracterizada por su ingenio, la innovación, la creatividad y una democracia vitalista acabó transformándose en una sociedad mansa, sin criterio, que soporta a líderes políticos que son bufones en toda Europa es atribuible en gran parte al deterioro de los controles democráticos a la existencia de un sistema electoral injusto, a la perpetuación de privilegios para los representantes públicos y la oligarquización de los partidos.


El riesgo para España es muy similar. No quiero decir que inexcusablemente el destino español sea el mismo que el italiano. Del mismo modo, tampoco quiero decir que ejercicio político sea sinónimo de corrupción. Hay una inmensa cantidad de representantes políticos que son personas íntegras y que laboran, independientemente del partido en que estén encuadrados, por el bien de sus conciudadanos. Lo que quiero decir, es que el rumbo y la derrota apreciable de los últimos acontecimientos, añaden inquietantes similitudes en estos dos países del sur.

Como siempre estos casos se combaten con la misma medicina: Mas democracia.

Mas democracia sobre todo en dos ámbitos.

Se hace urgente la reforma del sistema electoral español, es una cuestión de avance democrático. Una reforma electoral acompañada de una reforma de la legislación local.
Los alcaldes españoles, hoy por hoy, son los representantes políticos con más poder en el conjunto de Europa. Sus posibilidades de discrecionalidad son muy elevadas tanto en el ejercicio de sus funciones en el seno de la corporación local como en las capacidades que cada partido le reconoce de configurar las listas electorales. Cosas de las listas cerradas y bloquedas.

Del mismo modo, por salud democrática, es preciso reformar la administración, la gran tarea pendiente, para hacerla mas diligente y eficaz. Hay casos en los que un nuevo alcalde se suele encontrar con un cuerpo funcionarial que desde su punto de vista no resuelve la gestión tal como el quisiera. La solución siempre es la misma, la plantilla crece y crece, en el número de cargos de confianza, haciendo insostenible los costes, y devaluando el poder fiscalizador sobre la gestión política que los funcionarios y empleados públicos a veces ejercen.

Por último, la democracia tiene un coste, los partidos deben de tener un esquema de financiación adecuado, sujeto a criterios universales, conocidos y constatables. En bastantes casos de corrupción conviven el beneficio particular, con la dádiva para el partido. El partido, en algunos casos, lo suele conocer y calla, y de ese mutuo silencio acaban beneficiándose todos.

Una reforma de la ley de partidos políticos debería de establecer para los partidos democráticos lo que estos aspiran para la sociedad. Los partidos no pueden ser exportadores de una democracia que ellos restringen en su seno.

Todos los partidos operan en el sentido de una creciente oligarquización. Principios tan antiguos como los formulados por Alexis de Tocqueville sobre determinadas derivas autoritarias en el seno de las sociedades democráticas siguen vigentes. Habría que corregir aspectos como la acumulación de cargos, tanto internos como externos, abordar la limitación de mandatos no solo representativos, sino orgánicos, y habría que acabar con determinadas formas de perpetuación, que al socaire de una pretendida renovación, rejuvenecimiento y paridad, lo que en realidad consigue es la perpetuación de los de siempre y la comodidad añadida que significa el rodearse de una corte, de un órgano colegial, totalmente nueva, inexperta, acrítica y servicial.



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lunes, 26 de octubre de 2009

Socialdemocracia, vigencia y futuro



Ayer domingo, El País publicó un extenso artículo del filósofo y periodista Paolo Flores D´Arcais. Me sorprendió la difusión, la página escogida, la cotizadísima para cualquiera que quiera publicar en ese periódico página cuarta, y el porqué decidió el consejo de redacción publicar un artículo sobre “La traición de la socialdemocracia”.

Paolo Flores es editor de la revista MicroMega publicación de centroizquierda, defensora de la socialdemocracia y la laicidad. Bastión contra el gobierno Berlusconi, y contra los excesos de la Iglesia Católica. Paolo se inspira, al igual que el titular de este blog, en Albert Camús y en su pensamiento humanista, de progreso y libertad. Libertad por encima de todo. Siempre libertad.


El artículo menciona aspectos de la actualidad política, la izquierda y el alejamiento de los partidos de su base y de la ciudadanía. El lector asiduo de este blog coincidirá conmigo que en él estas cuestiones son tratadas de modo constante a través de los muchos artículos publicados.

Ha sido evidente la traición de la socialdemocracia en los años transcurridos desde el derribo del muro de Berlín. Diríamos más, incluso desde mediados de los años ochenta.


Si durante todo el tiempo de la guerra fría los partidos socialdemócratas y los sindicatos contribuyeron al sostenimiento del sistema capitalista haciéndolo mas justo, corrigiendo sus excesos, ampliando las libertades de todos, sosteniendo un sector público compensador de los excesos del privado, ha sido en los últimos veinte años cuando todos los gobiernos socialdemócratas en el poder abandonaron, con la aquiescencia de sus miembros los principios, sumándose a la orgía neoliberal de los noventa y del nuevo milenio. Dieron por finiquitada la opción socialdemócrata, buscaron su inspiración en políticas maquilladoras de la realidad, redefinieron la izquierda exclusivamente como profundización de la igualdad y se sumaron al festín.

Las miserias presentes, la pérdida de poder de las ideas y las practicas de izquierda son por lo tanto atribuible a esa dejación de funciones como bien señala Paolo Flores.

Su alegato no se queda ahí, denuncia igualmente la devaluación del “partido de izquierda”. Retoma a Michels, Weber, Ostrogorski, Duverger y Sartori y a todos aquellos que han señalado a lo largo del siglo pasado como uno de los obstáculos para la regeneración de la izquierda ha sido precisamente el modo de funcionamiento de los partidos.

Se detiene con singular precisión en este aspecto: “La unidad de la izquierda de Miterrand se resolvió mediante compromisos entre los aparatos de partido, no en un acrecentamiento del poder efectivo de los ciudadanos.
Porque ésa es la cuestión que los análisis de la crisis de la socialdemocracia no suelen tener en cuenta. El carácter de aparato, de burocracia, de nomenclatura, de casta, que han ido adquiriendo cada vez más, incluso en la izquierda, quienes, por decirlo con palabras de Weber, “viven de la política” y de la política (y el sindicato, añado yo) han hecho su oficio. La transformación de la democracia parlamentaria en partidocracia, es decir, en partidos-máquina autorreferenciales y cada vez más parecidos entre sí, ha ido haciendo progresivamente vana la relación de representación entre diputados y ciudadanos. La política se está convirtiendo en una actividad privada, como cualquier otra actividad empresarial”

Hasta aquí la aportación de Flores D´Arcais al debate sobre la inexistencia de políticas de izquierda y la denuncia del partido de izquierda como casta.




El problema no solo es ese. El partido se instituye en oráculo. Le toca decir que es izquierda y que no lo es. Sirve la ración de “izquierda posible” en cada momento para el consumo de los ciudadanos, la mayoría de las veces, en interpretación unipersonal, la que corresponde al líder.

Se retuercen una y otra vez los argumentos en virtud de los cuales, hoy es de izquierda bajar los impuestos y mañana, es de izquierda el subirlos. Es ya aquí cuando el lenguaje, los significados y los símbolos quedan como instrumentos inservibles.

Se traza el umbral de lo incomprensible y a partir de ahí se trata a los ciudadanos como si fuésemos ignorantes. Creen que por el simple hecho de ser ciudadanos ajenos al culto y sus complicaciones, hemos de tragarnos lo que nos echen, sin capacidad alguna de discernimiento.

Hay quien piensa, aún, que el cambio es posible y que hay que propiciarlo en sus interiores. Es posible que así sea. No soy de los que piensan que los partidos y los sindicatos de izquierda no sirven a la izquierda porque ya no ejercen para lo que fueron diseñados. No me sitúo en ese extremo. Hay que seguir en ellos porque hay que cambiarlos, porque a la espera de la más que probable articulación de la gente de izquierda en los ámbitos que proporciona las nuevas tecnologías y las redes sociales, deben de servir, entretanto, para poner fin a un modo de hacer política y sindicalismo y alumbrar, incluso con los mismos nombres, lo nuevo.

Cuantas veces, las alternativas regeneradoras han caído en los mismos vicios que denunciaban. Una nueva alternativa regeneradora, para serla, no debería implicarse y llegar a la toma del poder en el seno de los partidos, sino que desde la independencia debiera ir formulando, explicitando el camino a seguir con el poder que da la comunicación al instante, las redes sociales y el ejercicio del voto. La ciudadanía organizada como lobby.

No se trata de sentarse en las sillas que otros han venido sentándose. No para hacer la misma política por eso, los renovadores que cíclicamente aparecen, enseguida se hacen viejos. Es el sufragio universal el que nos salva, mientras se precise de él no hay problema. Son las nuevas tecnologías el procedimiento.

El cambio es posible, de eso se trata.

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jueves, 22 de octubre de 2009

A este tipo le han nombrado catedrático de ética de la UCAM



He de confesar que hay dias en los que me levanto especialmente cabreado. Eso no es una virtud en política, así me ha ido, despertarse y lo primero que uno oye en la radio sea que a Aznar le han nombrado algo, es ya lo suficiente para empezar mal el día.

En realidad, siempre suele haber un acontecimiento, como el mencionado antes, que habla a las claras del expansionismo del pensamiento y la acción de la derecha y que normalmente suelo comparar o conjugar con datos sobre la propia inmovilidad, la incapacidad o retroceso de la izquierda en su quehacer. Siempre hay un doble por sencillo. En castizo, "no quieres caldo, pues, toma, taza y media"


La UCAM es la universidad católica de Murcia. Una universidad privada, que seguramente aspira a algún tipo de subvención pública o de otras instituciones de una región comandada por el Partido Popular desde hace lustros. Región en la que la poca solvencia de la oposición de izquierda al PP ha sido legendaria. Es lo mismo que ocurre en Valencia, Castilla y León, Rioja etc. Ya se sabe, comunidad que cae en manos del PP casi siempre suele permanecer atada de por vida salvo coaliciones en contra, a veces inexplicables, o profundos, muy profundos, errores de los peperos.

¿Es la izquierda tan mala en estos sitios como para que no podamos ganar o inquietar al PP en su hegemonía?. O sucede, en cambio, que casi siempre suelen ir, entre los socialistas, los no convenientes como reclamo ante el electorado, los establecidos, los funcionarios de la política, los amigos etc. Ya es hora de ir estudiando esto en el seno de la izquierda, porque en ello, nos va la supervivencia. Se estan manifestando tres males: Uno, la incapacidad para ganar. Dos, la incapacidad para regenerarse. Tres, la incapacidad para rectificar. Son demasiados males.

A lo que iba, a Aznar le han nombrado catedrático de Ética. No se le puede pedir responsabilidades a esta universidad por contratar a quién le de la real gana, como tampoco, se le puede pedir responsabilidades por fichar como profesores a otros significados miembros del equipo de Aznar, "toitos" entre neocoms y meapilas.

Queda claro que es una universidad del PP, que dará títulos “homologables”, pero exclusivamente para peperos, licenciados o graduados que luego serán colocados por peperos o por gente que algo debe o algo quiere del PP. Serán en un futuro dirigentes encuadrados en la administración y multitud de empresas, algunas posiblemente públicas, y en las que, desde allí, esclavizaran nuestros hijos en una nueva era del capitalismo triunfante.

El mandamás de la citada universidad es un conocido “kiko” o integrante del movimiento católico neocatecumenal (… profunda es la caverna.)

Coincidimos en que no es lo mismo Ética que Moral, son conceptos, disciplinas, distintas. La Moral hace referencia, según algunas acepciones, al “conjunto de juicios relativos al bien y al mal que se concretan en un conjunto de normas de comportamiento” y la Ética hace referencia a las reflexiones sobre el comportamiento humano y, entre otras cuestiones, a la moral.

Así puede haber una ética cristiana, marxista, russelliana, socrática, hegeliana, kantiana, nazi etc. Y puede haber una ética del egoísmo, la insolidaridad, del engaño, del darwinismo aplicado al género humano, del abuso etc.

Propongo dos cosas: La primera, que quede claro por parte del ministerio que dar clases de ética no significa que sean clases donde se enseña el camino recto, el camino del bien, el camino de la virtud o que en cambio, se opte por suprimir esa disciplina en esa universidad católica. La segunda, que se le de otro nombre a lo que va a enseñar ese personaje. Esto lo digo con el único objeto de no inducir, aún más, al pueblo español en la sensación del “todo vale” y de que los valores, dejaron de existir en esta tierra.

La Iglesia, siempre la iglesia y sus variados intérpretes.

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miércoles, 21 de octubre de 2009

El buen militante




Viendo a Elena Salgado hoy, en el debate de los presupuestos, durante la réplica a la intervención de Rajoy, me sentí transportado hacia muchos años atrás.

Recordé la intervención de Borrell, que fue su jefe como ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, frente a Aznar, en aquél debate sobre el estado de la nación. En esa ocasión, y ante la barahunda organizada en los bancos del Partido Popular, Borrell no supo reaccionar, no fue capaz de mantener el discurso y su nerviosismo fue palpable.


Salgado, al igual que su jefe en aquél momento, ha actuado sin convicción, sus argumentos quedaban difuminados y el abuso de latiguillos y recursos dialécticos manidos decían muy poco de su capacidad intelectual, algo que esta fuera de duda.

En algunos momentos, su voz ha parecido quebrada y su sonrisa, excesivamente forzada. Tampoco ha sido el día de Rajoy que ha dado más de lo mismo, sin propuesta alguna y que en la segunda parte del debate la ignoró, dando a entender que el verdadero responsable de esos presupuestos era el presidente del gobierno. Aquí, el líder popular ha tocado de refilón sobre lo que parece ser un comentario bastante extendido entre socialistas veteranos (Peces Barba, Sevilla, Solbes, Leguina, Solchaga) , de una pretendida falta de autonomía de los ministros y del exceso de presidencialismo de Zapatero.

¿Cuál debe ser el papel que le toca hacer al buen socialista, a la persona de izquierda, al progresista? ¿Es el silencio y el apoyo sin fisuras, aunque esté en desacuerdo con lo que se viene haciendo? ¿Debe en cambio efectuar siempre la crítica “dentro”, o lo que es lo mismo, aprovechar la asamblea anual de tu pequeña agrupación y hacer allí tu valoración sobre la marcha de las cosas en la esperanza de que esa opinión llegue al presidente del gobierno? ¿Es acaso, el considerar que este partido ya no es el nuestro y abandonarlo, tal como se nos viene aconsejando desde cierta guardia pretoriana? ¿Es el “ora et labora” recomendado por el militante entusiasta, emocional, incluso pasional, que sigue a su partido como si fuese su equipo de fútbol?

Como era previsible el baño de “izquierda” que algunos esperaban en los presupuestos en función de un hipotético pacto con las fuerzas de izquierda del parlamento no ha tenido lugar. De todos modos hubiese sido marxiano (Groucho) esperar a la izquierda para hacer de los presupuestos diseñados por un gobierno de izquierda algo que fuera de izquierda. Serán las fuerzas del centro-derecha (PNV y CC) las que prestaran los votos al gobierno a cambio de un plan específico para Canarias y del blindaje del Cupo Vasco.

No habrá por lo tanto replanteamiento del IVA, la fiscalidad de las SICAV, el IRPF por tramos, la permanencia de los cuatrocientos euros para las rentas más bajas etc. La reforma tributaria es la que es y cuando el gobierno habla de cargar mas sobre los ricos esta faltando a la verdad y eso cualquiera lo sabe. Qué gana el gobierno insistiendo en una lectura progresista de la reforma tributaria ante el conjunto de la ciudadanía cuando la verdad es tan clara, tan diáfana que cualquiera la puede sentir en su propio bolsillo

Cada vez estoy más persuadido de que nos asomamos al final de un tiempo y que a ese final nos vamos acercando presos de un fatalismo en el que muchos no tienen la oportunidad de decir “dentro” lo que opinan. De ver como otros, los que si pueden, dejan hacer, incapaces de decir lo que de verdad piensan, paralizados por el temor de ser desplazados de sus confortables asientos.

Los que llevamos algún tiempo en esto sabemos que no hay ninguna balsa de aceite, que el mar socialista no está tan tranquilo como pueda parecer. No es posible, es muy difícil de creer que haya un asentimiento tan generalizado en torno a algunos nombramientos, competencia de ministros y ministras, política seguida y sobre el exacerbado presidencialismo de Zapatero.

Son demasiados silencios en el interior del PSOE y algunos de estos silencios a quienes mas benefician no es al gobierno y a la actual dirección sino que, objetivamente, el receptor de los beneficios que genera la inacción, la falta de la corrección necesaria en los comportamientos y políticas es el Partido Popular.

¿Tanto han cambiado las cosas en el PSOE en los últimos años? ¿Tanto ha cambiado para que algunos secretarios generales de región o nacionalidad no hablen con Zapatero, como antes lo hacían con González y Guerra, sobre lo que muchos vemos y que seguramente ellos también ven?

¿Cuál es el camino a seguir por el buen militante?

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lunes, 19 de octubre de 2009

Una de cal, otra de arena




La de Arena

Recientemente ha caído en mis manos un libro que trata sobre el poder. Es de Robert Greene y de la editorial Espasa.

Se titula "Las 48 leyes del poder". En este libro se aconseja sobre el modo de conseguir el poder, es muy del estilo del Príncipe de Maquiavelo, las obras de Gracián, Sun Tzu y compañía. Es un texto apropiadísimo para mancharse de barro y mierda a tope si se siguen sus consejos. Pero también puede servir para los que desconfiamos de algunas manifestaciones del poder y necesitamos distinguir a primera vista a aquellos que camaleonicamente se nos acercan escondiendo su daga envenenada.

Las leyes están disponibles en la red, a través de google se puede encontrar de modo abreviado.

Se nos ofrece a través de él todo un recital de engaños, mentiras e inmoralidades. a veces hay que leer estas cosas para saber un poco mas.

Os regalo la primera muestra:

"NO ECLIPSAR A NUESTROS SUPERIORES"

Sentencia

"Hay que hacer que los que están por encima de uno se sientan lo suficientemente superiores. Aunque uno tenga deseos de complacerles o impresionarles, no hay que pasarse al mostrar las habilidades propias porque provocan el efecto contrario - inspirar miedo e inseguridad-. Si conseguimos que nuestros jefes parezcan mas brillantes de lo que son, llegaremos a la cima del poder"

Y así, 47 leyes más. Leyéndolo te explicas mucho, le ves sentido a lo que esta pasando en la política, en los partidos y en las empresas patrias. Es un modo de comprender cuanto Caballo de Vapor (HP) hay circulando por las autopistas de los ámbitos antes mencionados amargándonos la vida.

La de cal,

Una de musica, si sale, es una sencilla canción con letra intrascendente, muy oida este verano pasado no pongo el vídeo del autor de la canción sino algo que he encontrado en youtube que me ha parecido mas adecuado. A mi me relaja bastante ahí va...


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miércoles, 14 de octubre de 2009

Caja de Ahorros de Castilla y León. Las dificultades de una fusión








Negar a estas alturas que el sistema bancario español se encuentra en una situación crítica es negar la evidencia. Moodys ha realizado un informe en el que la tan cacareada solvencia del sistema bancario español queda en entredicho.

Hasta ahora, era habitual el que nuestros responsables políticos y económicos sacaran pecho sobre la solvencia de nuestro sistema. Al parecer, es el procedimiento de contabilidad empleado, las renegociaciones de la deuda inmobiliaria así como la valoración de los activos lo que venía camuflando una realidad de 108.000 millones de euros de pérdidas. Los bancos y cajas deberán provisionar 57.000 millones de euros durante los próximos cuatro o cinco años.


El Gobierno dotó de un fondo de 100.000 millones de euros para solventar este problema, el llamado Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (FROB). Acceder a estas ayudas implicará un saneamiento previo. Uno de los mecanismos previstos es la fusión de entidades.

Las cajas de ahorros son las entidades de crédito mas expuestas, las alegrías en la concesión de crédito en años pasados y la gestión muy poco profesional realizada por sus órganos rectores hace que la urgencia de una reestructuración sea mas visible.

Bajo distintas modalidades se está procediendo a sistemas de fusión virtual o real. Tres cajas catalanas han acordado unirse con lo que constituirán la cuarta caja de España. Cajas tan distantes como las de Navarra y Canarias han acordado una fusión virtual por la que mantienen cada una de ellas la marca propia en su ámbito, y crean, una nueva firma para sus redes exteriores.

La fusión, absorción o cualquier otra forma de unión que se acuerde, requiere el voto a favor de las respectivas asambleas generales y es ahí, donde se encuentra el principal obstáculo para la unión de las cajas castellanas y leonesas.

No voy a insistir en las mismas cuestiones que ya mencioné en mis artículos de Marzo y Abril de este blog. Sólo decir, que los mismos problemas de ese tiempo persisten en la actualidad.

Hay demasiados intereses en juego para que los que dirigen las cajas se hagan el harakiri sin mas, porque la mayoría, tras una aprobación de fusión tendrían que abandonar sus confortables asientos, en un objetivo, que implicaría generosidad y alto sentido de comunidad.

Esto sería en el caso de optar por una fusión real, ya que si la solución arbitrada fuera la de la unión virtual, los costes de la reestructuración bascularían de modo exclusivo sobre los trabajadores de las cajas, y no sobre los consejeros, que de este podrían mantener sus puestos y no solo eso, sino que tendrían nuevos asientos en la sociedad resultante.

Las cajas son entidades en las que el poder real reside en los partidos políticos, que nutren en casi su totalidad, las asambleas. La otra parte del poder queda en manos de las secciones sindicales de las cajas de ahorros, por lo tanto, la solución ha de proceder de sus voluntades.

¿Por qué es tan dificultosa la unión? Estamos hablando de intereses, los consejeros disponen de generosos sobresueldos en forma de dietas, también las cajas son ámbitos donde las posibilidades de creación de empleo, hasta ahora, han sido abundantes. En definitiva un excelente campo de juego donde intereses privados se han mezclado, mas de lo que sería deseable, con los comunes.

Del mismo modo, en el caso de Castilla y León, hay obstáculos adicionales. La designación de la sede central de la futura caja levanta ampollas. De la primera unión proyectada, la de las cajas de Burgos, Salamanca (Caja Duero) y León (Caja España), son varias las capitales de provincia las que desean ese honor. El tradicional victimismo imperante en esta comunidad contribuye a esta dificultad añadida.

Las tensiones provinciales, no resueltas hasta ahora en el proceso de conformación regional, son lo suficientemente fuertes para que puedan producirse desgarros en los dos grandes partidos y sindicatos. Hay por lo tanto, parodiando a Quevedo, dos poderosos caballeros; El dinero y la supervivencia política de los afectados.

En cada capital de las mencionadas, además de la de Valladolid, se está ejerciendo una gran presión sobre partidos, sindicatos y miembros de los consejos de administración para conseguir la residencia de la gran caja resultante. El tiempo corre, los plazos se están agotando y los protagonistas no toman decisiones que afectan, no solo a ellos, algo que parece que olvidan, si no que tienen incidencia sobre todos los ciudadanos. La Obra Social de las Cajas ha visto disminuir sus fondos por la crisis y las necesidades de incremento de reservas han socavado gran parte del retorno a la sociedad de los beneficios generados.

Desde fuera, el Banco de España contempla como una y otra vez los requerimientos y los plazos para la reordenación son desoídas, algunos juegan en una huída hacia adelante, en Salamanca y Burgos, a que sea el propio Banco de España el que intervenga, forzando a una integración o unión de las cajas que en peor estado se encuentran (Caja España, Caja Ávila y Caja Segovia) .

¡Y luego dicen que las cajas son entes privados que nada tienen que ver con la política!

En las cajas de Castilla y León se viene haciendo política y de la mala y eso, desde hace mucho tiempo. Lo malo es, que las luchas por el poder, el localismo mal entendido y la ambición sin límites de algunos están destrozando las posibilidades y el desarrollo de esta sociedad al privarla de un sector financiero fuerte. Al tiempo…


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miércoles, 7 de octubre de 2009

Por la cuesta abajo





Lo que está pasando en el Partido Popular no es algo que atañe solamente a ese partido, a sus líderes y militantes. Afecta a lo más profundo de las entrañas del sistema democrático español y a la salud moral del pueblo.

Queda lejos, a la vista de la publicación del sumario del caso Gürtel, las acusaciones al gobierno sobre una pretendida persecución a los populares por parte de la fiscalía y la polícia. La contundencia de las pruebas reviste tanta magnitud que ya no se sostiene esta acusación. La ramificación de la red de Correa por otras comunidades autónomas evidencia que no nos encontramos ante un caso aislado, así como que tampoco estamos hablando de unos regalos de nada.



No dudo que muchos afiliados y votantes del Partido Popular deben de sentir vergüenza por lo que está pasando, ellos no son solos los avergonzados, también lo estamos otros muchos que no votamos a ese partido.

Me preocupa que este caso se contemple como algo inherente únicamente al Partido Popular. Me inquieta la consigna de Rajoy sobre la recomendación, que deben de observar los militantes del partido, de indiferencia ante el caso. Me siento sobrecogido por la debilidad de Rajoy ante el asunto y la falta de autoridad de los órganos del partido para iniciar una depuración en su seno.

En una anterior entrada me equivoqué. Creí que el PP y Rajoy, singularmente, iban a actuar en relación con los ceses solicitados en la Comunidad Valenciana, pero no han sido capaces de imponer a Camps una solución de este tipo. Sin duda, en la famosa reunión del Parador de Alarcón el presidente del partido entendió la verdadera dimensión del problema y su amplitud y optó por una huida hacia delante. Esperar a ver que determinan los tribunales y confiar en el desgaste del gobierno con la crisis económica parece ser la estrategia a seguir.


De igual manera siento intranquilidad por las iniciativas socialistas. Es posible que a partir de aquí el PSOE y el gobierno opten por una estrategia similar: Dejar pudrir los temas pendientes, reafirmarse en políticas y actitudes que le alejan de su electorado y confiar en que la corrupción pase factura a los populares.

Nos encontraríamos entonces con una reafirmación de actuaciones en los dos partidos mayoritarios con la esperanza en cada cual, de que las actuaciones del contrario les lleve directamente a la derrota electoral. No se trataría de ganar las próximas elecciones sino que el contrario las pierda por los errores cometidos.

De ser así la frivolidad la acabarán pagando ambos, pero no solo ellos, pierde el sistema, pierde el pueblo español que se reafirma ante los acontecimientos en un sentimiento antipartido.

Los partidos son un pilar básico de la democracia pero, cada vez más, es perceptible el alejamiento de estos colectivos de la ciudadanía. La abstención creciente lleva a la devaluación del sistema. La crisis en el modelo de partidos conlleva el acceso de esa extraña fauna que puebla algunas democracias. Son los terceros y en muchos casos la llave en la toma de decisiones en los parlamentos son los populistas, los mesiánicos, los xenófobos, los guardianes de la moral etc.

En otros casos, esos terceros acceden al poder (Berlusconi) pervirtiendo y viciando la sociedad y el estado ante la apatía general.

Juan Español que sufre entretanto la crisis, observa el ir y venir de los partidos, paga el incremento de impuestos o desfila nuevamente hacia la cola del INEM, contempla el panorama y encuentra un nuevo motivo para retomar la vieja máxima franquista: “Todos son iguales”.

Los que pensamos que no todos son iguales, que en los partidos, en todos, hay personas que creen en su idea de sociedad, que admiten el sistema democrático como el menos malo de los posibles estamos obligados a reclamar, cada uno en su ámbito, actuaciones decididas para corregir esta peligrosa deriva en la que nos encontramos inmersos. No es hora de preguntarnos sobre lo que pasa. Es hora de olvidarnos del tacticismo en que hemos convertido nuestros movimientos en los partidos y en la sociedad y reclamar una política democrática y la moralidad en los asuntos públicos.

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martes, 6 de octubre de 2009

Cosa de familias



Dándole vueltas a la desafección por la que pasan los partidos políticos, no solo en España sino en el resto de Europa, me he dado de bruces con las elecciones griegas. Uno, que tiene ya algunos años, al leer las noticias me sentí transportado en veinte años atrás.

El tiempo me engañaba, pero los nombres no. Estaba equivocado, pero no tanto. Resulta que los contendientes pertenecían a la tercera generación de Papandreus y Karamanlis.

Exceptuando los periodos de la dominación turca, alemana o con la dictadura de los Papadopoulos, estas dos familias se han disputado a cara de perro el honor de dirigir a la cuna de la democracia.


Desde finales del XIX, tres generaciones de estas familias han tenido responsabilidades de gobierno. Los Karamanlis con los conservadores, los Papandreus nominalmente socialistas a partir de la segunda generación, en la que Andreas, el segundo, le dio nombre a su partido familiar llamándolo PASOK.

Estas dos dinastías se vienen peleando todo ese tiempo. Grecia es una democracia pero viene siendo gobernada, desde su independencia de los turcos, por una aristocracia.

¿Es este el signo de nuestro tiempo? ¿No nos da la sensación de que salvo en algunos países nórdicos son las familias y las capillas casi familiares las que nos gobiernan?

Conozco varios casos, en pueblos, en el que a algunos alcaldes le suceden, cuando se retiran, un hijo o un sobrino por el mismo partido.

A veces nos enfrascamos en un debate, en algunos casos absurdo, sobre política de derecha y política de izquierda cuando lo que está en cuestión es la calidad del sistema; La no limitación de mandatos, las listas cerradas y bloqueadas, la acumulación de cargos, la identificación total entre líder y partido, el control de los partidos por parte de familias etc.

Con instrumentos viciados no pueden existir garantías en el producto final, en esos casos, suele ser siempre defectuoso.



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domingo, 4 de octubre de 2009

Sobre locos, visionarios y utópicos




La Utopia de Tomas Moro es sin duda la obra mas destacada del género utópico, al que por ellos ha prestado su nombre. Y es también la obra en la que mejor se cumple la intencionalidad del utopismo, a saber la racionalización del orden social. Es frecuente identificar utopismo con fantasía, con pretensiones bonitas, con deseos profundos del espíritu humano, pero irrealizables, ajenos e incluso contrarios a la racionalidad práctica. La Utopía de Moro, sin embargo, nos hace abrigar la opinión de que lo fantástico, lo inconcebible, lo utópico en una palabra, está en el ordenamiento real e histórico de la sociedad, y que lo razonable se encuentra en lo que el nos ofrece como descripción utópica. El orden sin poder personalizado ni centralizado, el anarquismo en su genuina expresión, es el modelo que Moro nos ofrece como alternativa al fantástico e increible mundo de la política de los principes o de los gobiernos centralizados, a la que Moro presenta como inhumana-maquiavélica-y como ridícula.”

Este texto figura como contraportada de la traducción de la Utopía de Tomás Moro (Editorial Zero, 1980) )realizada por Emilio G. Estébanez.

No se trata, ni mucho menos, hacer una lectura de la Utopía ni siquiera hablar de los precursores del socialismo denominados de modo genérico “socialistas utópicos” que en realidad tenían muy poco en común entre ellos.


La mala prensa que ha tenido, desde siempre, la utopía por parte de los guardianes del tiempo y del ritmo en la evolución de la sociedad, ha desvirtuado su significado a lo largo de los tiempos. La sociedad “ideal” imaginada por Tomás Moro y la interpretación que de la misma han realizado los distintos pensamientos políticos, cogiendo cada cual las enseñanzas que mas le convenían, también han contribuido a situar las utopías políticas en la frontera de lo marginal cuando no de lo raro.

No se trata de hablar de Moro y su obra, con la que se podrá estar de acuerdo o no. Moro lo mismo que La Boétie y Erasmo escribe sobre una sociedad ideal, expresan todos ellos una disconformidad con la política y la autoridad de su tiempo. Hablo aquí por lo tanto no de la Utopía y si en cambio, de la utilización del concepto y de su aplicación en el seno de los distintos colectivos.

Podríamos decir al igual que Eduardo Galeano en su ventana sobre la utopía: “Ella está en el horizonte, dice Fernando Birri. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve para caminar”.

La utopía, las distintas formas utópicas sirven para trazar un horizonte hacia donde se quiere caminar. El que desea ese horizonte pleno sabe que en estos momentos es irrealizable pero, ¿Cuántas utopías del pasado son hoy plena realidad o están en camino de ser algo cotidiano? La historia está llena de casos de deseos que en un tiempo fueron cosa de locos y visionarios y que forman parte hoy de nuestra vida.

Bajo el apelativo de locos, radicales, visionarios y utópicos bullen en algunos partidos y sindicatos de izquierda personas que creen que el cambio es posible, que los partidos mejor dicho, sus direcciones, pueden hacer algo más de lo que hacen por la participación, la democratización y la libre expresión. A veces, la simple demanda de lo que ya está escrito y aprobado les hace merecedores del calificativo.

A consecuencia de la plena uniformidad militante en las políticas que se aplican. Solo existe una sola dirección hacia la que caminar, dicen los entendidos, venimos asistiendo en el seno de la izquierda al hecho de que cualquier discrepante se puede enfrentar con la acusación de rigor. Es el grado de proximidad el que establece el nivel. Si existe un reconocimiento o cariño hacia el díscolo será un utópico, en el extremo contrario es simplemente un loco y como tal, hay que establecer en torno a él su correspondiente cordón sanitario. No vaya a contaminar al resto.

En el otro lado del foso y en las correspondientes torres de vigía están los que Michels, al que me he visto obligado a releer en compañía de Duverger, Sartori y José Ramón Montero para encontrar una explicación a la oligarquización y cesarismo creciente, los burócratas y funcionarios, los encargados de que el tiempo y el ritmo sea el adecuado y que siempre coincide con el deseo de los líderes.

Los conservadores son siempre los mismos, el uniforme de partido que en cada momento visten es el que mas se acomoda a sus intereses y circunstancias.

En esa confusión entre partido y líder a la que está tan acostumbrados los burócratas, cualquier crítica objetiva acaba siendo, inevitablemente, una afrenta personal y por lo tanto perseguible. De este modo, la base se sigue estrechando, la pirámide se identifica cada vez mas con un huso y las diferencias entre los que mandan se diluyen en un proceso de contracción previo, como casi siempre, al estallido final.

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viernes, 2 de octubre de 2009

Mercados cautivos






La semana pasada Miguel, que ha entrado en una nueva academia para el inglés, me trajo una breve nota en la que se indicaba los dos libros que necesitaba para este curso. En la nota en una indicación al margen se señalaban las librerías donde poder comprar los textos.

Supuse que al no ser una editorial rara y el saber además que los libros eran habituales en otras tantas academias, la indicación sobre donde comprar los libros sobraba, por lo que me dirigí a la librería que mas a mano me quedaba en ese momento.


El “Bolígrafo de Oro”* es la primera librería de mi ciudad. Ese puesto en el ranking se lo da el ser el establecimiento que mas metros cuadrados dedica al libro. Sus tres plantas y el edificio anexo están tan repletos de material impreso que le lleva a uno a poner en cuestión el tan cacareado final del libro a manos del ordenador o Internet.

Una vez que llegué al establecimiento traté de curarme en salud y evitar experiencias pasadas. Me interrogué en primer lugar sobre cual de los dos dependencias era la que vendería los libros en cuestión. El trasiego de los clientes entre los dos edificios es constante. Uno está dedicado a las humanidades y el otro, a los libros en general. La distinción entre uno y otro no queda marcada por una línea definida ya que hay incursiones de títulos que aunque hipotéticamente deberían de estar en una sin embargo están en la otra. Dos acontecimientos me disuadieron de hacer la correspondiente cola para efectuar mi compra. El primero, saltándome la fila de compradores pude llegar a una dependienta y preguntarle si tenían la publicación, me contestó que esos libros los tenía que comprar en la otra tienda. ¡Con eso ya contaba!

El segundo acontecimiento fue ver la monumental cola que llegaba hasta la calle.

Hay que decir que el “Bolígrafo de Oro” es una librería laureada, portadora de premios segun dicen, por su labor en defensa del libro y por la cantidad de años que viene desarrollando su labor. Librería antigua como pocas. Es tal su antigüedad que hasta hace muy poco tiempo, y en uno solo de sus edificios, no han tenido frivolidad alguna como por ejemplo, el pago electrónico. Sus dependientes cumplen de modo muy escrupuloso con el trabajo. Son eficientes sin concesión alguna a la cordialidad y a la sonrisa con el cliente. La seriedad del rostro cuando no la distancia, es una seña de identidad en el comercio capitalino.

Con ocasión de Navidades, Reyes y fechas señaladas, todos los salmantinos cumplen el ritual de perder media hora o cuarenta y cinco minutos en el objetivo de comprar un determinado libro que fácilmente podrían encontrar en cualquier otro establecimiento de la ciudad. El acto de comprar un libro en este establecimiento queda así desprovisto de su simple connotación material para convertirse en un ritual más de las fiestas.

Me maldije por no hacer caso a la nota de la academia. No obstante recordé, que en una calle cercana había otro establecimiento y en el, quizá podría encontrar la suerte. El librero, casi sin mirarme ocupado como estaba en otros quehaceres (ordenando libros) respondió a mi demanda:

- No… esos libros ya no se venden aquí, tiene la exclusiva el “Boligrafo de Oro” (..).

Aún así me resistí a volver al “Bolígrafo de Oro”. Empecé a pensar que si me hubiera portado bien, si hubiese sido buen chico y no tan rebelde ese tiempo que estaba empleando en recorrer la ciudad era mas o menos el mismo que iba a emplear en la cola de la dichosa librería. Me quedaba la última opción. Hacer caso a la recomendación de la academia, seguramente tenían razón, no tenía sentido que a inicios del curso me enviaran a una librería carente de los dichosos libros.

El librero, seguro de su poder, me contestó que por supuesto que tenían los libros al fin y al cabo, ellos eran suministradores del material para esa academia. Pagué los cincuenta y dos euros de rigor y me fui con los dos librillos debajo del brazo. ¡Por fin!

Esta anécdota no hacía sino corroborar lo que sobre los mercados cautivos venía reflexionando en los últimos tiempos.

Las ciudades pequeñas, y la mía lo es, tiene estas cosas que algunos fuera de ellas envidian.

Cuando me casé heredé algunos hábitos de familiares y amigos, es algo que le pasa a muchos. La carnicería, la pescadería, la frutería en al que tuviese que hacer las compras serían las mismas a las que durante años había acudido otros. Eran sitios de confianza y con la comida no se juega. Habría añadido yo: Con el dinero tampoco.

Uno tras otro los establecimientos recomendados han caído a lo largo de estos años, demasiados diría yo, la pescadería quedaba a desmano, de la frutería me canse de sufrir la política del “cada cinco uno” (práctica basada en que por cada cinco plátanos, tomates o naranjas en condiciones te meten en la bolsa una pieza en mal estado) y con la carnicería me enfadé, en silencio, porque un día que tenía mucha prisa, estaba solo yo y había abierto hacía poco me dijo que me diera una vuelta y volviese algo mas tarde porque él, tenía que ordenar el material. Me fui preguntándome porqué no lo había hecho antes de abrir al público. Por supuesto que no volví.

Hay aquí una ley no escrita según la cual, si preciso una determinad cerámica, un arreglo en la casa, una ventana, unas cortinas o una estantería he de encargarla a los vecinos de la urbanización que son ceramistas, albañiles, cristaleros, cortineros o carpinteros. Cuando un vecino te pregunta sobre una determinada obra y te dice:

- Esta estantería… ¿Te la hecho Manolo?
- No
- ¿Y cómo no se la has encargado a Manolo?

Inmediatamente caigo en la cuenta de que es inútil explicarle que Manolo tarda un siglo en realizar las obras, que quiero el modelo y color de estantería que quiero y no el que me recomienda y que, en algunos casos, el precio que me va a cobrar es mas caro que el de otros carpinteros. Opto por el silencio y el vecino no insiste.

Obviamente Manolo acaba enterándose. Lo noto porque no se dirige a mí del mismo modo que lo hacía antes. Entra en la misma rueda que el carnicero cuando se cruza conmigo en la calle haciéndose el distraído u ocupado o el tabernero que antes, semana tras semana, nos clavaba sin piedad, por ser cliente habitual, en los dos vinos que consumíamos con sus correspondientes pinchos.

No soy muy partidario de los grandes hipermercados pero no dejo de agradecerles la simplificación que supone la libre elección del material y la reducción que hacen del hecho puramente transaccional de la compraventa. En ellos, no existe el cliente hipotéticamente preferente al que le das la mejor fruta, el mejor pescado o la carne de excelsa calidad. El valor del comprador estriba única y exclusivamente en lo que puedes comprar o pagar, sin servidumbres adicionales por uno u otro lado. Si te gusta, sigues comprando y si no, pasas del producto. Eso sí, la próxima vez cuando pases por allí, si no compras, la cajera ni se acordará de ti, te dará los buenos días con la mejor de sus sonrisas y eso, en los tiempos que vivimos, te ayuda en el paso por la vida.


* En mi ciudad no hay ninguna librería con ese nombre

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