miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los negocios de Aznar



Cuando Aznar anunció que no se iba a presentar a la reelección como presidente del gobierno abrigaba la intención de iniciar un próspera carrera como empresario. Sus intensas relaciones con los republicanos americanos tenían ese sentido. No le interesaba para nada formar parte del Consejo de Estado como miembro permanente, lugar al que puede acudir, igual que cualquier otro expresidente del gobierno, cuando así lo quiera.

Con un Rajoy como presidente del Gobierno cabía la posibilidad de ser un gran empresario. Rajoy era más manejable que Rato, demasiado listo este último y con intereses muy concretos. También era mas manejable que Acebes demasiado dado a los confesionarios. Con buenas relaciones en un Partido Popular gobernando en España y con unas amistades excelentes en el Imperio las expectativas de negocio eran muy halagüeñas.

Una de las patas del banco se quebró aquél fatídico día en el que el Partido Popular perdió las elecciones y aquellas esperanzas quedaron cojas. No obstante, todavía hay muebles que salvar de la quema. Los negocios que se pueden hacer ahora no son los que se preveía, pero algo queda.

Aznar fundó una empresa, Famaztella S.L (Familia Aznar Botella S.L.), para gestionar la economía de su post-presidencialismo. Es consejero de la empresa del magnate de la prensa internacional Murdoch y por ello ingresa 160.000 euros. Con todo, los ingresos de explotación ascendieron en 2009 a 609.000 euros, del que una vez deducidos los insignificantes gastos de explotación y los impuestos, 145.458 euros, da por resultado unos beneficios de 445.000 euros. Las conferencias y la publicación de libros, uno al año, sus ingresos como presidente de FAES y su pensión de ex-presidente son las fuentes de las que obtienen sus beneficios. El patrimonio acumulado desde que Aznar abandonó el gobierno, hace seis años, es de 1,6 millones de euros que se encuentran invertidos en activos financieros nominados en dólares. Doscientos cincuenta millones de las antiguas pesetas en cinco años, no está mal.

Lo del pago de impuesto es muy curioso. Este patriota constituyó una empresa, al igual que otros muchos patriotas de la derecha, para que seguir el esquema que un día nos descubrió los ministros Piqué y Birulés; A eso no cabe denominarlo, decían, evasión de impuesto sino que consiste en optimizar los impuestos.

Si Aznar declarara sus ingresos como rentas del trabajo tendría que pagar el tipo máximo, un 45%. Al ser una empresa familiar la que gestiona todos sus ingresos tributa tan solo por el 35%.

No sufran por esto, las cosas son así, y si no, miren como el electorado del Partido Popular suele “comprender” estos ingresos, estos pagos y lo que aún no está escrito ys entenciado.

Les dejo con el Money de Pink Floyd, atiendan al campanilleante repiqueteo de la caja registradora.




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