"Para P… tu madre" (*) exclamó indignada Marga, sentada a mi lado y con una taza de café en la mano, cuando las palabras dedicadas a Leyre Pajín por parte del ginecólogo de Valladolid y sempiterno alcalde de esa misma ciudad, León de la Riva llegaron a sus oídos. Me asustó su reacción por lo temprano, y por la viveza de la misma. Tan de mañana no se suelen tener esas reacciones. Le salió muy de dentro y no solo por solidaridad de género. Ella, que fue cargo socialista y sindical hace muchos años, antes de que hubiese cuota alguna, no es que sea una feminista militante.
Este tipo, De la Riva, que llegó a la gran política de la mano de Ana Botella - ayudó a traer al mundo a uno de los hijos de José María Aznar - pertenece a ese género que tanto abunda en la España cañí. Tiene su clientela, vaya que si tiene su clientela. Repasen la cantidad de barbaridades que ha dicho a lo largo de toda su vida política.
Antes que de La Riva, han sido otros, los que desde medios escritos han hecho pretendidas gracias y chistes sobre Leyre Pajín y otras dirigentes socialistas. Llueve sobre mojado. Ussía y Antonio Burgos representantes de esa raza de españoles con pelo en pecho y miradas “castigadoras”, que tienen su ventanuca en La Razón y el ABC, han dejado deslizar si no afirmaciones tan explícitas, si bastantes parecidas a la del alcalde. Solo hay que sembrar desde una pretendida cultura y saber literario para que otros, más torpes y burdos, acaben soltándo lo mismo.
Eso ni es misoginia ni es machismo. Es otra cosa, pone de relieve algo más, es el desprecio a la mujer y a sus capacidades. A ese desprecio va unido de modo indisoluble, el profundo odio a todo lo que suene a izquierda.
Insisto siempre mucho en esto, en España siguen existiendo esas pulsiones que han caracterizado nuestra historia más bochornosa. Esa gente rancia sigue estando ahí, son los legítimos herederos del Cura Merino, se muerden la lengua la mayoría de las veces, pero otras, llegan a su límite. Cuando los distintos odios; a la mujer, a la izquierda, alcanzan un determinado nivel se produce el desbordamiento y el exabrupto sale así, tal como suena, como si estuviese en la barra del bar o en la mesa del casino, totalmente mezclado con la bilis porque este tipo de gente acostumbrados a las bravuconadas y que hacen gala de modo constante de lo racial, se les suele calentar la boca y por lo visto, algo más, casi siempre a destiempo y del modo mas animal que se pueda concebir.
No se engañen, están ahí, en todos los lados. Son como las células durmientes de Al Qaeda que ante determinadas señales despiertan y sueltan todo el resentimiento que acumulan.
León de la Riva pertenece a esa raza de individuos fascistas e intolerantes, que cada día que pasa tienen que hacer tremendos esfuerzos por acomodarse a las formas democráticas. En ese mismo grupo también se acomoda el alcalde de Salamanca Julián Lanzarote y otros del Partido Popular. Pero me pregunto, porque siempre hay que hacerse preguntas, lo siguiente: ¿Cómo es posible que estos tipos, como tantos otros que coleccionan mandatos por mayorías absolutas, sigan ganando elecciones? No esperen a la próxima en la esperanza de que eso no suceda. En este país vende la chulería, el tiráo o la tirá p´alante, tipo Esperanza, Miguel Ángel Rodríguez, Trillo, Lanzarote, De la Riva y Aznar. Nunca se han escondido siempre se han manifestado tal como son y a pesar de ello, pues ya ven… Estamos, casi, donde estábamos.
(*) Soy, en este caso, un notario de un determinado hecho. Tal como lo oí lo expongo sin entrar en otras consideraciones.
Este tipo, De la Riva, que llegó a la gran política de la mano de Ana Botella - ayudó a traer al mundo a uno de los hijos de José María Aznar - pertenece a ese género que tanto abunda en la España cañí. Tiene su clientela, vaya que si tiene su clientela. Repasen la cantidad de barbaridades que ha dicho a lo largo de toda su vida política.
Antes que de La Riva, han sido otros, los que desde medios escritos han hecho pretendidas gracias y chistes sobre Leyre Pajín y otras dirigentes socialistas. Llueve sobre mojado. Ussía y Antonio Burgos representantes de esa raza de españoles con pelo en pecho y miradas “castigadoras”, que tienen su ventanuca en La Razón y el ABC, han dejado deslizar si no afirmaciones tan explícitas, si bastantes parecidas a la del alcalde. Solo hay que sembrar desde una pretendida cultura y saber literario para que otros, más torpes y burdos, acaben soltándo lo mismo.
Eso ni es misoginia ni es machismo. Es otra cosa, pone de relieve algo más, es el desprecio a la mujer y a sus capacidades. A ese desprecio va unido de modo indisoluble, el profundo odio a todo lo que suene a izquierda.
Insisto siempre mucho en esto, en España siguen existiendo esas pulsiones que han caracterizado nuestra historia más bochornosa. Esa gente rancia sigue estando ahí, son los legítimos herederos del Cura Merino, se muerden la lengua la mayoría de las veces, pero otras, llegan a su límite. Cuando los distintos odios; a la mujer, a la izquierda, alcanzan un determinado nivel se produce el desbordamiento y el exabrupto sale así, tal como suena, como si estuviese en la barra del bar o en la mesa del casino, totalmente mezclado con la bilis porque este tipo de gente acostumbrados a las bravuconadas y que hacen gala de modo constante de lo racial, se les suele calentar la boca y por lo visto, algo más, casi siempre a destiempo y del modo mas animal que se pueda concebir.
No se engañen, están ahí, en todos los lados. Son como las células durmientes de Al Qaeda que ante determinadas señales despiertan y sueltan todo el resentimiento que acumulan.
León de la Riva pertenece a esa raza de individuos fascistas e intolerantes, que cada día que pasa tienen que hacer tremendos esfuerzos por acomodarse a las formas democráticas. En ese mismo grupo también se acomoda el alcalde de Salamanca Julián Lanzarote y otros del Partido Popular. Pero me pregunto, porque siempre hay que hacerse preguntas, lo siguiente: ¿Cómo es posible que estos tipos, como tantos otros que coleccionan mandatos por mayorías absolutas, sigan ganando elecciones? No esperen a la próxima en la esperanza de que eso no suceda. En este país vende la chulería, el tiráo o la tirá p´alante, tipo Esperanza, Miguel Ángel Rodríguez, Trillo, Lanzarote, De la Riva y Aznar. Nunca se han escondido siempre se han manifestado tal como son y a pesar de ello, pues ya ven… Estamos, casi, donde estábamos.
(*) Soy, en este caso, un notario de un determinado hecho. Tal como lo oí lo expongo sin entrar en otras consideraciones.
Es un ser regugnante que no es la primera vez que hace este tipo de declaraciones.
ResponderEliminarPero el verdadero problema es la connivencia del P.P. con estas actitudes. No basta con censurar las declaraciones, tienen que tener consecuencias políticas.
Salud, República y Socialismo
Este tío es una auténtico fascista de tomo y lomo.No cabe otro apelativo.No sólo denigra a la ministra y a todas las mujeres sino también a aquellos que creemos en la igualdad real de hombres y mujeres
ResponderEliminar"¿Cómo es posible que estos tipos, como tantos otros que coleccionan mandatos por mayorías absolutas, sigan ganando elecciones?", dices. Muchos nos hacemos la misma pregunta. Desde que Jesús Gil se apoderase de Marbella (literalmente) y creciese gracias al apoyo de Arenas y Aznar, personajes así medran y pululan como setas en días de lluvia por toda España. Lo de los "gürtelianos" y Valencia o Madrid lo confirma. Y solo falta que de verdad se presente a unas elecciones Belén Esteban y Carmen de Mairena, y ganen, para rematar la faena. Es el triunfo de la política-espectáculo-patético que estamos padeciendo en estos aciagos días.
ResponderEliminarPrimero tenemos a los de derechas, después a los de extrema derecha, luego los fachas y por último esta patulea de salvapatrias insultones especialistas en machismo y en faltar al respeto y a la dignidad de las mujeres que se atreven a sobresalir. Porque ellos no son más que unos grises y mediocres de quienes nadie hablaría y de quienes nadie se acordará cuando hayan muerto. Carlos Dávilas, alcaldes de Valladolid, gatoescaldados y cabreados... son parte de la fauna cerril de aquello que es algo más que extrema derecha. Es la extrema degradación de la persona como ser humano
ResponderEliminaruna pequeña discrepancia.
ResponderEliminarpara mi el insulto es igual cargo publico que persona de a pie.
si estos triunfan, una de dos, o sosmos un pis ruin ,o que mal lo hace la izquierda.
Salud
pero somos medio riunes.