Pulula por ahí una especie que insiste e insiste en tratar de salvar la cara a un partido, un gobierno y un presidente tratando de decirnos que lo que están haciendo es inevitable.
No hay otra salida, parece ser su principal argumento. Al mismo tiempo, tratan de rebozarnos una y otra vez, que son de los “nuestros”, que parece mentira, que ahí, a la vuelta de la esquina están Rajoy, Aguirre y Aznar, y que esos, son peores. Cierto, esa es una verdad como un puño. La derecha es peor, pero a estas alturas que mas da, si el daño es daño y el daño que nos están haciendo, AHORA, nos lo infligen los “nuestros”.
Zapatero es un oportunista declarado, siempre lo fue. Frecuentemente he de oír que el que esto escribe tiene una fijación especial con el presidente del gobierno y además es un visceral sin talante. Podría ser cierto si por fijación se entiende lo que viene a ser una simple pero constante crítica política. De todos modos es algo que me preocupa muy poco.
Un congreso soberano decidió que Zapatero fuese secretario general del PSOE. En aquél momento muchas personas de su provincia y de su comunidad autónoma se llevaron las manos a la cabeza ante esa decisión soberana. Zapatero y poder van intimamente unidos, tanto como un nombre y un apellido lo van. Conservar el poder marca la política del día a día. Incluso la toma de una decisión, valiente nos dicen algunos, en un día de Mayo cuando las finanzas españolas entraban en quiebra fue tomada precisamente por eso, para conservar el poder un poco más, lo contrario era dimitir allí mismo y formar un nuevo gobierno de más amplio espectro.
En definitiva, ganar tiempo. Pactar con el PNV una transferencia determinada que ofrece no pocas dudas sobre la ruptura de la caja única de la Seguridad Social obedece también a esa necesidad de que nombre y apellido sigan unidas. Embaucar, como durante un tiempo hizo a mas de un líder sindical tenía también esa razón última. Todo funcionó mientras las arcas del Estado estaban bien dotadas, en todo ese tiempo para nada funcionó el necesario cambio del sistema productivo. Tirar mientras se pueda, a eso se llama oportunismo. El mismo que muchos seguidores, instalados en las instituciones, alimentan con tal de seguir.
La huelga general es una necesidad, es la necesidad que experimentan a lo largo de la vida los hombres libres. La izquierda, los militantes de la izquierda también tienen derecho a ser hombres libres, no es patrimonio en exclusiva de los no afiliados al PSOE.
Miren, recreénse en ello, si tienen tiempo. Estos vídeos y la contundencia que en ellos se muestra, primero con voz y después sin ella, atendiendo tan solo a los gestos. En Andalucía se sigue denominado faramalla a la persona que siempre va con el engaño por bandera y que además, se manifiesta con un énfasis exagerado. Farfolla es otra palabra que también se usa. Por farfolla es lo que solo tiene apariencia. Muy parecida a las flatus vocis de la polémica medieval; palabras huecas, vacías.
El público jaleaba en ambos mítines, la cuestión, era saber cuantos de los que allí jaleaban y vitoreaban sabían que lo que de los altavoces salía era farfolla y que quien les hablaba era algo muy cercano a un faramalla. Ese es él, un poder que se ejerce de modo absoluto en nombre del cierre de filas. Siento la tentación de reproducir algunas de las muchas líneas del artículo que sobre Tony Judt se publicó en El País el pasado domingo, pero son demasiadas y todas muy buenas.
Perdonen la contundencia de este escrito, el que esto escribe decidió hace mucho tiempo dejar de ser políticamente correcto. En ese sentido, se siguen aquí esas recomendaciones de Judd desde mucho tiempo, antes de que supiera que ese filosofó pensaba del mismo modo. Es el derecho a escupir que menciono en un apartado de este blog, acompañado siempre de la necesaria indignación ante lo que ocurre, todo eso forma parte del libro de estilo del firmante. Además, no está el horno para bollos y andarse encima con remilgos.
Otra salida es posible
La huelga general es una necesidad, es la necesidad que experimentan a lo largo de la vida los hombres libres. La izquierda, los militantes de la izquierda también tienen derecho a ser hombres libres, no es patrimonio en exclusiva de los no afiliados al PSOE.
Miren, recreénse en ello, si tienen tiempo. Estos vídeos y la contundencia que en ellos se muestra, primero con voz y después sin ella, atendiendo tan solo a los gestos. En Andalucía se sigue denominado faramalla a la persona que siempre va con el engaño por bandera y que además, se manifiesta con un énfasis exagerado. Farfolla es otra palabra que también se usa. Por farfolla es lo que solo tiene apariencia. Muy parecida a las flatus vocis de la polémica medieval; palabras huecas, vacías.
El público jaleaba en ambos mítines, la cuestión, era saber cuantos de los que allí jaleaban y vitoreaban sabían que lo que de los altavoces salía era farfolla y que quien les hablaba era algo muy cercano a un faramalla. Ese es él, un poder que se ejerce de modo absoluto en nombre del cierre de filas. Siento la tentación de reproducir algunas de las muchas líneas del artículo que sobre Tony Judt se publicó en El País el pasado domingo, pero son demasiadas y todas muy buenas.
Perdonen la contundencia de este escrito, el que esto escribe decidió hace mucho tiempo dejar de ser políticamente correcto. En ese sentido, se siguen aquí esas recomendaciones de Judd desde mucho tiempo, antes de que supiera que ese filosofó pensaba del mismo modo. Es el derecho a escupir que menciono en un apartado de este blog, acompañado siempre de la necesaria indignación ante lo que ocurre, todo eso forma parte del libro de estilo del firmante. Además, no está el horno para bollos y andarse encima con remilgos.
Otra salida es posible
Rodiezmo 2009
Mitin pabellón Vista Alegre 2009
Anuncio de reformas Mayo 2010
Mañana Huelga general a estos traidos de la clase trabajadora.A estos impostores que se reclaman de la izquierda.
ResponderEliminarNo me vale del guatemala al guatepeor.El guatepeor sabemos lo que son y éstos han vulnerado la buena voluntad de la gente de izquierdas.
En tu primer parrafo está la clave de todo, el querer hacernos creer que las medidas tomadas eran inevitables y que las han tomado para garantizar el bienestar de los españoles.
ResponderEliminarSabemos que mo es así que hay otro camino para salir de la crisis y por eso mañana haremos la quinta huelga general de la democrácia española.
El problema de todo esto es que hay mucho tonto de los cogones que todavia se cree la justificación del PSOE.
Salud, República y Socialismo
Esa cantinela debemos rechazarla. La derecha es peor. ¿Peor qué quien? ¿Que la derecha en el poder?
ResponderEliminarCuando uno quiere dedicarse a la escritura le dicen, entre tantas cosas: escritor es el que escribe. Póngase delante de una hoja en blanco y llénela. Escriba. Luego ya irá puliéndolo y lo publicará. Entonces será escritor. Pues bien, derechista es el que hace políticas derechistas. Igual que socialista es quien socializa rentas y riquezas entre todos los ciudadanos.
El P.P.S.O.E. Zapatero hace políticas de derechas liberales. Luego es derecha. ¿La otra derecha es peor, la derecha cristiana o la neofranquista? Pues en algunas cosas, sí, de acuerdo. Pero en lo económico desde finales de los 80 vemos que los unos continuan el trabajo realizado por los otros sin distinción. Cada uno nos pega un puntapié más que el que nos dio el anterior. Suman y siguen.
Dejo para el final lo que vd. escribe al principio :-) Las medidas no eran inevitables. Al contrario, las medidas derechistas aplicadas profundizan más la causa de los problemas —gestados desde los 80 y la conjunción Reagan-Thatcher—, por lo que la consecuencia será aún peor.
Los P.P.S.O.E. al defender estas medidas nos han metido en un lío terrible. Mal para muchos, bien para pocos. Basta con oír a científicos (sociales) de la talla de Navarro, Rifkin, Berzosa, Stiglitz, Torres... para ver que otras medidas no sólo eran posibles, sino necesarias y que estas que se han aplicado no sólo eran evitables, sino que están profundamente equivocadas (en algunos casos, además, con dolo) y que traerán consecuencias muy dolorosas para las clases populares.
Ánimo y adelante,