CARTAS DESDE MI CIUDAD. Un alcalde para toda la vida

No suelo escribir mucho sobre mi ciudad. Bueno, mi ciudad no, porque yo vivo en un pueblo a siete kilómetros, pero dado que tenemos que estar constantemente allí, para los efectos, es mi ciudad.

Salamanca que tiene la desgracia de tener un alcalde de pura derecha, de la de antes, ha descubierto toda una filosofía de la circulación. Este hombre, famoso en toda España por sus decisiones recordemos: Papeles del archivo, mantenimiento del medallón de Franco en la Plaza Mayor, favorecer al obispado de la ciudad con transferencias urbanísticas, hacer que el ayuntamiento perdiera un total de 24 millones de euros por no pasar el cobro a constructores en el plazo fijado en temas de transferencias, monumentos y honores, por doquier, a santos e instituciones de la iglesia, acusar de vagos a todos los sindicatos y sindicalistas, señalar al gobierno de España como culpable de la violencia y las muertes por violencia de género, déspota como pocos en sus relaciones con la oposición socialista en los plenos y así en un largo etcetera.

No contento con ese modelo de gestión se ha cargado de un plumazo una de las tres vías de entrada de la ciudad en el eje norte-sur para hacerla dirección única de salida, con el objetivo de dotar de entrada franca, desde el centro, a unos grandes almacenes recientemente innagurado. Para rizar mas el rizo y con ocasión del título, recientemente concedido, a Salamanca de ciudad europea del deporte por una institución no oficial de la UE de la que forma parte el famoso “albondiguilla” (ex-alcalde de Boadilla del Monte) encausado en el Gürtel ha trazado carriles bici por aceras de cuatro metros de anchura en un barrio de Salamanca, el de Garrido que tiene una alta edad media.

Ahí nos encontramos con aceras pintadas en su mitad de verde, borradas ya por la lluvia de estos días y eso que desde que fueron pintadas han transcurrido quince días, y con el consabido susto para sus viandantes en la mayoría de los casos, personas mayores. Los sustos y los riesgos de atropello son constantes, hasta el punto de que ha sido necesario limitar el espacio con bloques de plástico hueco que son continuamente desplazados por peatones y ciclistas. La guerra está servida. El tráfico en los días de lluvia es caótico.

No vayan ustedes a reclamar a este señor, nada de eso, le responderá que es el alcalde y hace lo que cree conveniente en cada momento. Su propio grupo que ya no le soporta, la derecha económica de la ciudad, que viene luchando contra el desde hace algún tiempo no le moverá ni un ápice en esa chulería que porta con máximo orgullo.

Y sin embargo, se mueve y en estas últimas elecciones, nuevamente ganó y, van ya para doce años, por mayoría absoluta. Recientemente, en un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid sobre la valoración de los alcaldes de las primeras cien ciudades de España fue clasificado en último lugar. ¿Cómo puede conciliarse las mayorías absolutas con esa valoración? Yo intento buscar la causa pero no la encuentro, si alguien sabe algo que me lo diga, si no tendré que recurrir al inefable Dr. Cabrera que ayuda a desentrañar los misterios de este mundo a Iker Jimenez.