Hace ya muchísimos años los españoles nos entreteníamos en descifrar las claves de los cambios de gobierno. El YA, el ABC, el Arriba y Pueblo, según los titulares y las alabanzas que de sus líneas salían, orientaban por donde podrían ir los tiros. La oreja pegada por la noche a Radio París o a la BBC nos aportaba información y matizaciones del exterior sobre el significado de los cambios de gobierno.
Por aquel entonces, se prestaba mucha importancia al como quedaban las diferentes familias del Régimen en el nuevo reparto del poder y de la posible orientación de la economía. Se peleaban por estar en el gobierno los miembros de la ANPC, el Opus Dei, los falangistas y los "grandes de España". El caudillo repartía según le comentaban algunos empresarios y terratenientes del momento, el Ejército, los jerarcas del movimiento y algún que otro economista. Ni había Santa Providencia, mente preclara o cualquier otro espíritu, la cuestión era muy simple. Franco, al fin y al cabo, se debía a aquellos que le habían puesto en El Pardo.
Por aquel entonces, se prestaba mucha importancia al como quedaban las diferentes familias del Régimen en el nuevo reparto del poder y de la posible orientación de la economía. Se peleaban por estar en el gobierno los miembros de la ANPC, el Opus Dei, los falangistas y los "grandes de España". El caudillo repartía según le comentaban algunos empresarios y terratenientes del momento, el Ejército, los jerarcas del movimiento y algún que otro economista. Ni había Santa Providencia, mente preclara o cualquier otro espíritu, la cuestión era muy simple. Franco, al fin y al cabo, se debía a aquellos que le habían puesto en El Pardo.
Los tiempos no son los mismos, el régimen menos y Zapatero es un gobernante democrático en contraposición al dictador, pero curioso es, que lo que se hace en democracia precise también, a estas alturas, de análisis sobre la procedencia de cada cual y en función de ello intuir la política que se va a realizar. No hemos cambiado tanto en esto.
Zapatero remodela su gobierno. Cambia el gobierno y lo primero que cabe extraer de ese cambio es que parece ser que el presidente se aleja de las frivolidades en los nombramientos que ha caracterizado desde un principio su gestión.
Retoma y da mayor protagonismo a personas de acreditada solvencia en materia de gobierno y con un perfil mas socialdemócrata.
Señala, aunque no explícitamente, desde luego no al estilo de Aznar, quien va a ser su sucesor, Rubalcaba, en el partido y en la futura candidatura al gobierno. Está por determinar si él se va a presentar o no, todo dependerá de la corrección que imprima a sus políticas y del éxito que tenga pero todo parece indicar que en este cambio de gobierno va implícita una posible transición. O sea, que en el caso de que no se mejore sustancialmente en las encuestas, Zapatero no se presentará a la reelección.
Dota de mayor peso político al gabinete en una dimensión más socialdemócrata y menos en lo que ha sido santo y seña de su gestión: Esa extraña mezcla entre la Tercera Vía, la Nueva Vía y la amplia panoplia de los movimientos sociales emergentes en torno a la igualdad.
Es un gobierno para gestionar el interior, por ello hay que interpretar el nombramiento de Trinidad Gómez en Exteriores como un rasgo pintoresco que no va a tener mucha incidencia, salvo el lucimiento personal de la nominada. Es el premio a la más fiel de todas sus colaboradoras. Lo mismo ocurre con el nombramiento de Leyre a la que hay que compensar tras su desastrosa gestión en la Secretaría de Organización. Es la única concesión al pasado más reciente. Gestionará un ministerio totalmente vacío, suma de sanidad, servicios sociales e igualdad y es vacío, porque está en la práctica todo transferido, y porque no hay presupuesto suficiente para gestionar políticas propias.
Destaca dos nombramientos que suponen un guiño a los sindicatos y a las bases trabajadoras. Con ello se tratará de desandar en parte la reforma.Valeriano Gómez en Trabajo, que asistió a la manifestación de Septiembre en contra de la Reforma Laboral, será el encargado de elaborar los reglamentos de la ley. Quien se acomoda a quien: ZP a los criterios de Gómez o será este último el que olvidará esa manifestación. La coherencia de uno de los dos se ha de resentir, habrá que ver de quien.
Por otro lado, el nombramiento de Jáuregui, un socialista serio y coherente y prototipo del socialista vasco, hace sospechar sobre lo que puede parecer un sesgo hacia políticas mas socialdemócratas.
El cese de María Teresa Fernández de la Vega era del todo necesario. Es difícil asumir como lógica la tardanza en el cese. En algún momento podrá valorarse en su justa dimensión lo nefasta que ha sido su trayectoria en el gobierno en su papel de coordinadora y portavoz, pese a que en las encuestas, sorprendentemente, no daba malas cifras.
Pierde Blanco. Pierde por el nombramiento de Rubalcaba que pasa por encima de él, y pierde porque su formato de partido se quiebra. Quizá no se sea del todo justo con él, porque el formato de partido oportunista, perseguidor de la imagen a todo trance, frívolo y revocador de todo lo que sonara a épocas anteriores tenía la firma conjunta de ZP y del vicesecretario. El modelo, con estos nombramientos, ha entrado en quiebra y es una buena noticia que debería ser aprovechada para que los saltos al vacío que se han producido con propuestas en ayuntamientos, partido, agrupaciones y grupos parlamentarios sean corregidas. La renovación siempre es conveniente, hay que hacerla y no desfallecer en ella, pero de ahí a buscar a los nuevos dirigentes en los institutos y promocionarlos, sin experiencia, a cualquier puesto hay un abismo. La promoción de alguien con tanta experiencia como Iglesias a la Secretaría de Organización anuncia posibles cambios en ese discurrir.
Para un post de avance y a la espera de que se confirmen los nombramientos de los que aún no tenemos una certeza plena es suficiente.
Desde estas páginas se ha ejercido la crítica, a veces de modo implacable, con Zapatero y el rumbo que tomaba la política del gobierno. No tan solo con la crisis, desde antes, desde que en la mitad de su primer mandato vinculó casi toda su acción política a una nueva noción del socialismo democrático muy personal y no contrastada. Lo que fue decepcionante es que casi todo el partido le siguió en esa aventura nefasta.
El cambio de rumbo que se intuye con los ceses y los nuevos nombramientos parece indicar la vuelta de Zapatero a las formas tradicionales de la socialdemocracia, mas o menos liberal, mas o menos vinculadas al socialismo democrático pero políticas clásicas del PSOE. Todo dependerá si los ministros hacen valer su impronta y no practican el seguidismo ciego de una persona, Zapatero, muy dada a la dispersión y a la concepción de la política en base a fogonazos, lo que habitualmente vengo a denominar la “politica flash”. Los socialistas nos debemos de felicitar porque todo da a entender que las cosas pueden cambiar algo.
El cambio de gobierno es una mala noticia para la derecha. Seguramente va a coger con el pie cambiado a más de uno y no solo en la derecha si no en el propio PSOE. Es posible que, independientemente de la situación económica, pueda iniciarse un camino que recorte la tremenda diferencia que separa al PSOE del PP.
Para un post de avance y a la espera de que se confirmen los nombramientos de los que aún no tenemos una certeza plena es suficiente.
Desde estas páginas se ha ejercido la crítica, a veces de modo implacable, con Zapatero y el rumbo que tomaba la política del gobierno. No tan solo con la crisis, desde antes, desde que en la mitad de su primer mandato vinculó casi toda su acción política a una nueva noción del socialismo democrático muy personal y no contrastada. Lo que fue decepcionante es que casi todo el partido le siguió en esa aventura nefasta.
El cambio de rumbo que se intuye con los ceses y los nuevos nombramientos parece indicar la vuelta de Zapatero a las formas tradicionales de la socialdemocracia, mas o menos liberal, mas o menos vinculadas al socialismo democrático pero políticas clásicas del PSOE. Todo dependerá si los ministros hacen valer su impronta y no practican el seguidismo ciego de una persona, Zapatero, muy dada a la dispersión y a la concepción de la política en base a fogonazos, lo que habitualmente vengo a denominar la “politica flash”. Los socialistas nos debemos de felicitar porque todo da a entender que las cosas pueden cambiar algo.
El cambio de gobierno es una mala noticia para la derecha. Seguramente va a coger con el pie cambiado a más de uno y no solo en la derecha si no en el propio PSOE. Es posible que, independientemente de la situación económica, pueda iniciarse un camino que recorte la tremenda diferencia que separa al PSOE del PP.
Todavía es pronto para decirlo pero es una buena noticia la seriedad que se le puede imprimir al nuevo gobierno con el nombramiento de algunos y algunas de los nuevos ministros y ministras; Rosa Aguiar, Gómez, Jáuregui y por el cese y pérdida de poder de otros. Es una buena noticia alejarse de la pasarela, y es una magnífica noticia la recuperación de Jáuregui. Veremos que da de sí todo esto y si no es una frustación más.
Zapatero debe de dejar hacer a su gobierno. Si el presidente resiste la tentación y deja de estar en todas las salsas como el perejil, si reduce la corte de asesores de La Moncloa y da la lógica autonomía a sus ministros, es posible que las diferencias con la derecha se reduzcan aunque personalmente, no creo que se eliminen del todo. El tiempo dirá. Hay razones para ser mas optimistas que ayer y eso, por ahora, es suficiente.
Creo que el nombramiento de Rubalcaba ha sido un acierto, del resto sus más y sus menos, pero así en general ha ganado puntos para mí. Falta saber cómo va a desarrollar sus nuevas reformas y hacia dónde va a tirar ahora de cara a las elecciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
En general comparto baqstante de tu argumentario sobre los cambios. No que Rubalcaba vaya a ser el candidato, mas bien pienso que se acerca una posible fase final etarra (que puede ser muy larga) y tanto él como Jauregui, que son los mas valiosos, deben estar cerca del presidente e ir preparando cuestiones con las fuerzas políticas vascas.Y las no vascas.
ResponderEliminarSi me parece que es un contraataque y por tanto algo mas socialdemócrata, para paliar las vias de salida a la crisis, que no se modificarán en lo esencial, algo la reforma laboral que era una chapuza, pero poco mas el resto que incluso podrían ampliarse ajustes, pero desde luego con mayor discurso político.
Lo de Blanco, tengo mis dudas, puede ser que el partido le lleve mas tiempo y un premio o aumento de poder el haber quitado a Leire. En todo caso en el gobierno sigue siendo un peso pesado.
Y desde luego el máximo responsable de la política a salto de mata y dando brincos es Zapatero, y es el responsable de los errores tremendos de la crisis inmobiliaria, la burbuja había que haberla empezado a detener en 2004, como muchos decían, decíamos. Burbuja a la que se unió la crisis internacional, en donde tambien metió la pata mucho tiempo en dejar que remontara sin más.
Por descontado que el partido estaba dormido y debe asumir sus responsabilidades, pero el partido no es Blanco.
Desde 'Arian seis'
Lo importante no es la imagen o las caras del nuevo gobierno, sino la politica que se va a hacer y todo parece indicar que no se va a cambiar de politica.
ResponderEliminar¿Alguien piensa que Valeriano Gomez, a pesar de haberse manifestado contra la reforma laboral, va a hacer una política contraria al contenido de la reforma? Su nombramiento se debe fundamentalmente a su buena relación, hasta ahora, con los sindicatos. Se pretende solo una lavada de imagen.
Salud, República y Socialismo
Hola amigo:
ResponderEliminarYo creo que se trata de un gobierno electoral que no gobernará, salvo Salgado y Campa; el resto es un tapón para evitar la sangría de votos por la izquierda y poner más difícil que Espacio Plural y Equo no sumen juntos de cara a unas elecciones generales. No tengo ninguna esperanza en este gobierno, igual que no las tengo en el zetapeísmo.
Recibe un abrazote amigo.
LaKacerola,
ResponderEliminarPienso al igual que tu que el gobierno será mas efectivo ahora, lo del cambio de política no lo espero. Es un gabinete de cara a la confrontación electoral y es posible, que insufle nuevos ánimos a una militancia derrotada.
saludos,
Manu,
ResponderEliminarCoincidimos en lo de ZP, creo que es el causante principal del mal estado de cosas en la izquierda. Tu mismo dices que lo de el final de ETA va para largo, y si es así, como yo también lo creo, será un trabajo que no concluirá ZP en el caso de perder las elecciones. Lo intentará pero no creo que se logre. Es delicado aseverarlo del modo en que yo lo hago, pero es algo muy dificil por que el PP no le dejará que lo intente.
En lo de Blanco, yo pienso que es un fracaso del Vicesecretario, no aumenta su poder en el gobierno, y tener a Iglesias es tener a alguien con mucha experiencia y que tiene la confianza de la gente clásica del partido. Es un guiño de ZP a esa gente.
saludos,
Antonio,
ResponderEliminarYo también pienso que no se va a cambiar la política económica y que van a seguir adelante. Los cambios obedecen mas a cuestiones internas de rearme que otra cosa. Lo de Gómez, tratará de que los sindicatos negocien los reglamentos y ordenes de cara a minimizar algunas aristas de lo aprobado. Sobre eso, pienso que los sindicatos deberían de ser inflexibles y si no lo hacen, seran el finiquito, en la práctica, para el papel que han venido desarrollando en todos estos años. Los sindicatos seguiran, pero su incidencia en la política económica y laboral no será la misma.
saludos,
saludos,
Javier,
ResponderEliminarNo he salido a lanzar cohetes, es una mejora el acmbio en la única medida de que detrminada gente y determinadas políticas han perdido la importancia que tenían hasta ayer pero nada mas.
Para los que estamos sufriendo la crisis y la tremenda injusticia que estan soportando los trabajadores y las clases desfavorecidas el cambio de gobierno no supondrá nuevas esperanzas en eso coincido contigo. En lo del lavado de imagen, tambien.
saludos
Estoy de acuerdo contigo en que en principio es un cambio a mejor, otra cosa es que consigan hacer lo que tienen que hacer, para que se perciba una realidad distinta, dentro de una crisis que no nos dará tregua.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo creo que ya esta bien de tener un gobierno de verdaderos políticos y no de amigotes
ResponderEliminarY técnicos creo que no debería de Haver dejado al ministro de imdrustria ni Haver nombrado a la secretaria de organización pues ya deberíamos de dejar de ser juez y parte los miembros del los comités no deberían de estar en ningún puesto publico
Por que quien controla el cumplimiento de los programas
Salud, marxismo, republica y socialismo
Feluky,
ResponderEliminarEra necesario el cambio para que el PSOE no se hunda en las profundidades. Pero aliviará esto algo a los que padecen? Y otras más, otra vez en relación con el PSOE ¿Será suficiente?
saludos,
Antonio,
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí, sobre los nombramientos creo que el gobernante, el que puede decidir un equipo siempre suele tender más hacia quienes son sus amigos, le dan la razón o piensan igual que´el. No es habitual lo contrario y menos en una persona como Zapatero.
No obstante pienso que en el caso de tres nombramientos, Gómez, Jauregui y Aguilar a nombrado a personas con las que no tienen afinidad alguna y lo ha hecho porque no tenía mas remedio.
Sobre lo de juez y parte, pues ha tenido que dejar de ser secretaria de organización para pasar al ministerio. Eso no lo ha hecho ni Zapatero, ni Blanco, ni Rubalcaba que también son miembros de la dirección socialista.
saludos,