No hay comparación posible entre España y Grecia. Por cualquier medio se oye este sonsonete. Pues nada, estemos tranquilos. A nosotros no nos va a tocar el que los funcionarios se queden sin las dos pagas extras durante los tres próximos años, ni que el IVA suba hasta el 23%. Tampoco. Tampoco se rebajaran nuestras misérrimas pensiones. Sáez el consejero delegado del Banco de Santander podrá percibir cuando se jubile sus ochenta y tantos millones de euros, bueno, a él no creo que le toquen, a tanto no se atreverían, tocarían mi pensión, la de mi madre y la de mi cuñado. ¿Pero… de qué me quejo? Si eso es lo normal, ya lo decía Rubén Blades; “Si naciste para martillo del cielo te caen los clavos… sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas…” También nos libraremos de la subida de los carburantes y bebidas alcohólicas por la que los pobres griegos pagarán un 10% más, ni siquiera ese vaso de ouzo con el que ahogar las penas, Nosotros podremos seguir echando el trago sin que tengamos que pedir un crédito para ello.
La clave, la clave de bóveda que diría el bueno de Cándido, Méndez por supuesto, es que no hay comparación posible con Grecia. Nuestro deber de españoles y de gente de izquierda es creer en Salgado, Campa y en todos los pagados con el presupuesto del déficit, incluido Zapatero, Pajín y Blanco. Después de todo, siempre nos han dicho la verdad. Desde que estalló este maldito embrollo con el que tengo una fijación especial, no he parado de hacerles caso. Viví la desaceleración, el estancamiento y esto otro que no se como se llama. Siempre les hice caso, a ellos y a todos los corifeos que como papagayos comentan lo que cada día reciben en su móvil o correo electrónico. Ellos saben, ellos se preocupan y ellos se desvelan por nosotros, solo nos piden que les hagamos caso. Por lo tanto, España nunca será como Grecia y a nosotros, los españoles, no nos pasará lo que a esos manirrotos de griegos.
Repiten y repiten datos económicos yo los miro y remiro, cojo la calculadora y elaboro ratios y porcentajes. Los datos de la contabilidad nacional no tienen secretos para mí me los bebo como el primer café de la mañana. Desde luego no somos como Grecia, no estamos como Grecia. Ahora no estamos como Grecia pero en mi oído izquierdo siempre algo o alguien me acaba soplando eso de, “Espera al 31 de Diciembre, espera a que se cumpla el plazo y tengan que ir abonando mes tras mes…”
Vivir con el ángel bueno cerca del oído derecho y con el ángel malo del izquierdo tiene esas cosas. A mí siempre me llega más lo que me dicen en el oído izquierdo que en el derecho. Debería de ser sincero y decirles que hace ya algunos años en que me quedé sordo del oído derecho por una infección galopante, parálisis facial incluida, mi audición por ese canal se cerró en Nieupoort en el curso aquel en que sindicalistas de varios países asistímos en el lejano año de 1986. Tras un viaje de urgencia un cirujano decidió mediante un mecanismo clínico llamado timpanoplastia clausurar esa vía. Desde entonces, lo que por sentido común no entra, lo desvío automáticamente hacia ese oído derecho. Los biógrafos dicen de Bheetoven que su sordera progresiva le arruinó el carácter, a mi debe de pasarme algo similar, aunque de ello no estoy muy seguro. Lo que de verdad me arruina el carácter es la tomadura de pelo hacia todos, en la que algunos incurren de modo constante.
Bueno, da lo mismo, lo que me sucede en verdad es que no me creo ni una papa el que una experiencia similar a la griega no vaya a ocurrir aquí en mayor o en menor medida. De ocurrir les juro o prometo, para el caso es igual, que estos capullos me van a oír. Me van a oír en el gobierno, en la oposición y en los partidos que lo amparan, o en los sindicatos que callan, en las oposiciones internas a ambos que solo tienen de oposición la etiqueta y que solo esperan, en lo individual, entrar en el oficialismo.
A mi edad, tras tanta tomadura de pelo y abandono de políticas y principios, no estaría dispuesto el ver ahora a un Zapatero lloriqueante por televisión igual que he visto a Papandreu. No después de haber inyectado al sistema crediticio miles de millones de euros, de haber saneado empresas que directivos han llevado a la bancarrota, de haber colaborado a que otros se puedan sentar en consejos de administración, de no tocar la fiscalidad de los que se lo llevan crudo. Sería demasiado. Vuelvo a repetir lo de siempre, hay que tomar medidas, la situación no admite demoras, pero no con los de siempre.
El daño que va a causar a la izquierda, los gobiernos que padecemos, va a ser, a efectos prácticos, el mismo que hizo la Guerra Civil.
ResponderEliminarSé que pensáis que exagero, pero con distintas formas, es igual, salvo que se morirá en vida.
Lo mires por donde lo mires, se hace una política que nos hunde más y más. En Extremadura, se siguen promocionando viviendas desde la administración,hinchando la burbuja, porque no se sienten capaces de llevar a cabo otras políticas, por no comentar otra vez la lista de subvenciones para el circo,propaganda, premios para la tontería, etc, mientras las familias están en paro.
Como no acabemos con esta inercia, acabarán con nosotros.
saludos Miguel.
La situación no puede ser más preocupante. Y lo es aún más por la falta de una comunicación clara por parte del gabinete. Tan pronto estamos ante un futuro brote verde, como decimos que se necesita reducir la Administración para mejorar el déficit público. Ahora apoyan el abaratamiento del despido y al rato financian con dinero del contribuyente a Viajes Marsans.
ResponderEliminarEstoy hecha un lío y lo que es peor, tampoco ya me fío. Eso es lo que están consiguiendo con su gran debilidad y falta de concreción.
Buen lunes y un beso
Hay que exigir que el gobierno oriente su política, que tome decisiones; hay que criticar sus errores, hay que pedir muchas cosas al gobierno, al de la Nación y a los de las Comunidades Autónomas. Pero también tenemos que preguntarnos cada uno -como dijo algún político norteamericano en alguna ocasión- qué podemos aportar para salir de esta situación. De esto no se sale si todos no nos ponemos manos a la obra, más los que más tienen y mejor situados están, y en justa proporción todos los demás. La oposición política juega al "cuanto peor, mejor"; el gobierno está desbordado -este y otros muchos gobiernos del mundo- y tenemos todos que echar una mano, principalmente los partidos políticos de la oposición, los sindicatos, la patronal... Es la única manera de acabar con una crisis sin precedentes, que está además siendo utilizada por los más poderosos para llenar sus ya repletas arcas. Todo no puede reducirse a culpar a Zapatero, a mofarse de él: seguro que ha cometido errores, algunos de bulto; pero finalmente no es justo que sobre sus espaldas cuelguen todas las responsabilidades de una crisis creada por un liberalismo económico que venimos arrastrando desde hace años, cultivado por los gobiernos de Aznar y los gobiernos conservadores de todo el mundo.
ResponderEliminarY en lo que se refiere al dinero prestado a los bancos, algo que se ha hecho no solo en España sino en muchos otros países, se trata de una medida ineludible para sostener el sistema financiero. Ciertamente que deberían introducirse normas, leyes, que impidieran que los banqueros pudieran hacer las barbaridades que hasta ahora han venido haciendo.
Miguel aquí viviremos la tragedia Griega, pero a plazos, poco a poco. Sufra usted en cómodos plazos.
ResponderEliminarCuando se sabía que nos enfrentábamos a una crisis, al menos, como la del 73, se negó y se nos vendió en cómodos plazos: desaceleración + enfriamiento + ...+ recesión = brotes verdes.
Cuando se llegó a los 3 millones de parados, ya se había tocado techo ... igual que cuando lleguemos a los 5 millones (aunque sigo esperando no llegar).
La administración, esa que se supone que a pesar de necesitar una profunda modernización, es garante de prestación de servicios, no se iba a desmantelar y si bien es cierto que no se ha hecho, se ha ha aprobado una encubierta: la tasa de reposición del 10%, que probablemente no se recuperará ya más.
Y el ciudadano perdiendo la credibilidad, lo cual se demuestra en cada convocatoria, en cada acto.
Con una economía sumergida cercana al 25% del PIB, con una productividad empresarial insuficiente, con una FP desprestigiada y un sistema educativo que hace aguas, con una oposición que aspira a anular cualquier atisbo de estado, como sujeto que gobierna, controla y dicta las reglas ... y un gobierno muy superado por los acontecimientos, tendremos que pagar en cómodos plazos aún bastantes recibos.
Los de siempre. Los que menos tienen y a partir de ellos hasta las clases medias, sus rentas del trabajo, su poder adquisitivo.
Saludos
Wenas!! Está claro que ha habido muchos errores por parte del gobierno, el primero de ellos no reconocer el problema. El resultado ha sido lo que ya era previsible, la crisis ha perjudicado y beneficiado a los de siempre.
ResponderEliminarNo se tanto de economía como para pronosticar que España no llegará a la situación griega, sólo puedo esperar que no sea así.
Saludos!!
Como te vas a hacer oir? Bomba en el congreso? Asaltamos la bastilla? xD
ResponderEliminarAnonimo,
ResponderEliminarTodavía no he diseñado el acto formal de como voy a hacerme oir. Pero seguro que me oiran. Al tiempo. Te emplazo para cuando llegue el momento ¿OK?
saludos,