Estos días se está celebrando el vigésimo aniversario de la demolición del muro de Berlín. La pared comenzó a ser destruida por los berlineses el 9 de Noviembre de 1989 tras la cascada de decisiones políticas sucedidas en la RDA después de la dimisión de Erich Honecker.
Aunque el muro estaba ya sentenciado por los acontecimientos en la URSS, Polonia y Checoslovaquia fue la continua fuga de alemanes orientales a través de las fronteras de estos dos últimos países por lo que el gobierno de Egon Krenz no tuvo más remedio que reconocer la evidencia de la soledad política de la RDA.
En aquellos días, los berlineses orientales y en realidad, todos los amantes de la libertad en la antigua RDA se la jugaron, forzando las estructuras estalinistas. Ciertamente no había garantías de éxito, por mucho que pueda decirse ahora a toro pasado.
Angela Merkel preguntada estos días por The Guardian sobre que estaba haciendo ella entonces, no tuvo ningún reparo en contestar que aquel acontecimiento, siendo residente en Berlín, no lo vivió en directo. El día 9 de Noviembre, mientras medio Berlín se concentraba en torno al muro, la buena de Angela asistió con una amiga a una sauna perteneciente a la red de instalaciones del partido comunista de la RDA.
Con posterioridad añadió, que al día siguiente, si cruzo la línea fronteriza, para tomarse unas cervezas en uno de los bares que en el oeste, se ofrecían gratis a los berlineses orientales.
Merkel supo siempre lo que hacer. En su juventud perteneció a una de las secciones juveniles del partido único, incluso en la universidad, mientras estudiaba Física, se encargó de la propaganda de ese colectivo.
Mas tarde, con el régimen en franca disolución, se integró en un partido evangélico (su padre, era pastor luterano) tras un breve paso por el SPD. Desde ahí, tras la unificación y merced a las cuotas de representación que la CDU y el SPD concedían a los ossis (alemanes orientales) pudo ser parlamentaria de la CDU.
Fue una protegida de Helmut Kohl, su aire taciturno y la gestión de sus silencios presagiaban la máxima lealtad. El canciller la promocionó a ministra de Mujer y Juventud y pocos años más tarde a un ministerio de mayor peso; Medio Ambiente, Protección a la Naturaleza y Seguridad Nuclear. Tenía treinta y nueve años.
Fue la misma que siendo secretaria general de la CDU, algunos años mas tarde, acosó al incrédulo Kohl, que no daba crédito a lo que oía a su, en otro tiempo leal, protegida cuando le decía y le demandaba responsabilidades a raíz del escándalo de las cuentas secretas con las que se financiaba la CDU. En ese caso, Merkel actuó sin piedad alguna contra su, en otra hora, mentor. El desconcierto inicial y su control sobre el partido amén la alianza lograda con otros miembros de la dirección despeñó a Kohl de su carrera política. La larga y callada labor a lo largo de tantos años daba por fin sus frutos.
Merkel es una política sin complejos, una política que ha soportado muy mal el tiempo que ha estado coaligada con un SPD desnortado y centrista (las elecciones le han dejado en el lugar que habitualmente corresponde a toda izquierda tibia), una cristianademócrata que consigue por fin, de la mano de los liberales, llegar a metas nunca soñadas por aquella joven pionera que prestaba su ayuda al partido comunista.
Una vez confesó que en realidad lo que a ella le gustaba era el poder, cuando era física y trabajaba en los laboratorios estatales de la RDA se centraba en su esfuerzo en dominar las moléculas y en la política, evidentemente sobre sus conciudadanos. Es el poder sin más. Su trayectoria así lo avala, sus cambios de posiciones sin rubor, las alianzas de conveniencia altamente productiva para ella con el SPD, su idea de acabar con la dimensión social de la UE y reconvertirla en una especie de OTAN que sirva para las futuras guerras comerciales, son continuas muestras de un ejercicio político frío y descarnado.
La historia es tozuda y sus enseñanzas lo son aún más. Nadie se acuerda de aquél marino desembarcado del Potemkim que encontró la muerte bajo las balas de los cosacos ascendiendo por las escalinatas en Odessa, del artesano o mendigo que con una horca en la mano se elevaba por encima de la reja de la Bastilla, el pobre fusilado en la represión de la Comuna de París o de los obreros muertos en Vitoria y Granada, homenajeados 38 años después, en los prolegómenos de la transición española. Los manuales de historia nos remiten en cada caso a Lenin, Mirabeau, Guillotin, Blanqui y los líderes de los partidos de izquierda o demócratas que negociaron las elecciones libres para España.
Ahora, cuando se recuerden los acontecimientos que enmarcaron aquellos días y cuando la cancillera alemana acuda ufana a los medios, reivindicando lo bien que lo hicieron los luchadores de la libertad, desplacemos nuestro pensamiento hacia la humedad de aquella sauna de Berlín donde la joven Merkel se hallaba ese 9 de Noviembre de 1989.
Recordemos también a cuantos bajo las balas de los provos se descolgaban desde una ventana hacia la calle del Berlín libre.
Los cambios revolucionarios, los cambios hacia la libertad están escritos en rojo con la sangre de muchos seres anónimos, pero la pluma con la que se escribe y rentabiliza, suele ser utilizada a menudo por alguien que en ese momento o estaba en una sauna, posiblemente estudiando o simplemente, tomándose una copa. Misterios de la política.
Hola amigo:
ResponderEliminarAngela Merkel es un claro ejemplo de la pesebrista que siempre está entorno al poder, lo detende ese poder quién lo detente o lo ejerza quién lo ejerza. Lo de ella es simple acomodamiento a las ventajas que reporta el poder. Ahí está la identidad entre conservadores, da igual que sean de izquierdas que de derechas; ellos lo que desean el es poder.
Muy buen artículo amigo.
Recibe un muy fuerte abrazote.
Lo que tienen las cosas del tiempo... que en el día a día se pierde prespectiva, pero así resumido, ¡vaya con la Merkel!
ResponderEliminarUn abrazo.
Helena.
Miguel, busca en el blog del amigo Helios, a la derecha, un artículo sobre "para qué vale un físico".
ResponderEliminarDescubriras que para todo, para lo más insospechado, y en este caso, si se le mete en la cabeza llegar a lo más alto, ahí estará. A ver si se anima nuestro Helios...
Por otra parte, yo cada vez tengo menos fé en las ideologías, cada día veo más claramente que el mundo está hecho para esta clase de gente, lo mires por donde lo mires, porque una vez que están ahí arriba, se rodean de los de su misma especie. Es una especie de darwinismo a la inversa, no eligiendo a los mejores, sino a los inferiores de los que están en la cúspide, para que sobrevivan los menos nobles. Eso es, el antidarwinismo social, o político. Saludos, nos hemos encontrado en el blog de santi, esta mañana, qué curioso, tony decía que el que no acatara a los órganos del partido, que nos fuéramos al PP, como si fuera una finca escriturada o recalificada para la federal, ja ja, te partes de risa, por no llorar.
Hola Innopolis,
ResponderEliminarAhora, después de leer la recomendación que me has hecho del blog de Helios (lo cual me ha servido para reparar el hecho de que no figurara en el lateral como blog del que soy seguidor), me siento tentado de decirle a Javier que Merkel no es pesebrista sino física, lo cual sería tremendamente injusto para todos esos ciudadanos tan bien preparados que realmente no se sabe bien cual es su profesión real, o al menos, sus madres no lo saben. Cierto si han podido sobrevir a todas esas ecuaciones, teoremas y demás materia de su ciencia, sin tomar nada y sin caer en adicciones, no cabe duda de que son personas sumamente preparadas.
En el caso de Merkel, pienso no obstante, que nos es tanto el ser físico/a como el hecho de ser una clara oportunistas de las muchas que pueblan el universo político. Extraña fauna esta de la que yo forme parte en su día. Aunque puedo jurar que no era así, no era tan cruda como lo es ahora.
Helena, hay muchas y muchos merkel a nuestro alrededor y eso, muchos de vosotros, trabajadores cualificados en la administración los podeis contemplar duiariamente.
saludos
El muro y en general el sistema comunista totalitario sirvieron para que el capitalismo tuviera miedo y llegara al gran pacto social que hizo posible derechos laborales que ahora parecen lejanos, la socialdemocracia jugó un papel importante en Suecia, Alemania,... pero caído el muro ya el capitalismo no tiene freno, da la cara más dura, la misma que le lleva a una crisis autodestructiva que se alimenta de las contradicciones del sistema y genera más y más desigualdades.
ResponderEliminarMuy buena tu reflexión.
Valla con nuestra "Angelita Merkel", cuanto parecido tiene con doña Espe.
ResponderEliminarHoy he leido un articulo en "el pais", en el que Helmut Kohl va desgranando sus recuerdos de aquellas fechas, te lo recomiendo.
Un abrazo amigo.
Salud y felicidad
Amigo MIGUEL muy bueno el análisis y el recorrido por la historia. Lo bueno de Internet, o una de las mejores cosas, es que ahora todo gira en un mundo con muchos agujeros para mirar dentro. Y que no basta con borrar la historia pasada o en rescribirla, en un país o en otro. Todo lo que se escribe, aunque parece muy fácil borrarlo, queda escrito para siempre.
ResponderEliminarEsta es una de las muchas historias de una ambición. Nunca comprometerse, nuca significarse, siempre políticamente correcto. Así es más fácil llegar y permanecer. Pero es muy triste.
Abrazos.
Paco, evidentemente el muro sirvió para ese gran pacto que fue la socialdemocracia. Con el socialismo reconvertido (Bad Godesberg, Madrid 1979 y los congresos laboristas desde los cincuenta). Sirvió, evidentemente, aún a costa de la libertad de otros, los que estaban bajo regímenes comunistas, para grandes conquistas y el avance hacia el estado del bienestar.
ResponderEliminarla verdad es que visto después de ese tiempo pasado y lo acontecido en el mundo occidental desde 1989 habría que preguntarse cuanto fue conquistado por las bases, los sindicatos y los partidos socialdemocrátas y cuanto nos regalarón. Fue una conquista nuestra o fue un regalo que nos hicieron? y, ¿si fue un regalo, cual era o es nuestro poder en realidad para de cambiar las cosas? habremos vivido una ficción?. Muchas preguntas para un domingo por la tarde. pero sin duda habría que profundizar en ese debate, porque tiene enjundia.
Navegante, bienvenido, tras tu ultimo post algunos nos temíamos un período de silencio, me alegro de que no sea así. No quisiera hacer comentarios que como nos dice nuestro amigo Feluky marcaran lo que no es pero este trío; Thacher, Espe y Merkel ( esta todavia por apreciar en su justa dimensión y tiempo) ofrecen una panoplia de auténtica mala leche. Unidas a los dirigentes checos y los hermanos polacos ofrecen la cara mas cruda del ultraliberalismo.
Feluky lo de Merkel me recuerda a la ley 35 del poder de Robert Greene dice así:
" No hay que dar nunca la impresión de actuar apresaduradamente - denota una falta de control sobre uno mismo y sobre el tiempo -. Siempre hay que dar la sensación de que se es paciente, como si se supiera que todo se puede conseguir con el tiempo. Hay que convertirse en un detective del momento justo; descubrir el espíritu de los tiempos, las tendencias que nos conduciran al poder. hay que aprender a mantenerse al margen cuando la hora todavía no ha llegado y golpear con firmeza cuando es el momento"
Saludos,
Miguel, perdona que llegue un poco tarde al comentario; me ha parecido estupendo lo que dices , la historia y la trayectoria de Angela Merkel, ahora te entiendo cuando tu me comentabas en mi blog que ella no lo pasó tan mal, ciertamente, a mi su figura es de las que me deja fria, incluso en su manera de hacer politica; no la siento como una mujer brillante, la veo tipo "funcionaria", con todos los respetos a los funcionarios, muy gris, esta es la sensación que me da ni mas ni menos. Para gobernar ¿usara ese batiburrillo de ideas de sus idas y venidas por el espectro politico de Alemania?, ahora después de las elecciones, ha dado un volantazo hacia el liberalismo mas radical.
ResponderEliminarDesde luego la cita de Greene, retrata su situación en la politica perfectamente; parece una "oportunista" en el buen sentido de la palabra, es decir esperar ,en la sombra, ir trepando poco a poco hasta llegar y colmar sus expectativas en el poder.Pensandolo mejor me vale también el otro sentido.
Muchas gracias, porque ha sido un artículo esclarecedor y perfectamente expuesto.
Salud!