Sigo el ciclismo desde tiempos inmemoriales, de cuando tras el parte, daban la crónica y las calificaciones de las etapas desde el primero hasta el último. Ni se daba en directo por la radio y por supuesto de televisión, nada de nada. Seguimos la pugna de Loroño y Bahamontes. Recuerdo, tendría unos dieciséis años, cuando vi ganar a Tamames la vuelta ciclista en el velódromo, hecho ex profeso de madera, en el campo de fútbol de Garellano en Indautxu-Bilbao.
Era muy aficionado. En mis tiempos hice mis pinitos con la bicicleta pero ni mi constitución física, ni mi fuerza, y mucho menos mi capacidad de sufrimiento me acompañaron.
El ciclismo es un deporte cruel, quizás sea el mas cruel de todos, de ahí esa espectacularidad que suele alcanzar en las etapas que acaban en un puerto de montaña. La crueldad no sale tan solo del tremendo esfuerzo que se exige a los ciclistas si no que radica también en sus costumbres, las subordinaciones que se establecen en los equipos y su lenguaje.
Gregario, globero, doméstico, aguador, chuparruedas, culón, capo, clase, líder, gallo etc, sirven para designar a los integrantes del escalafón ciclista.
Cuando se trata de ganar no hay barreras, o no las había. Se atacaba cuando los ojos fijos “sin alma” fruto del esfuerzo y el agotamiento delataba al que iba ya melocotón (desfondado). Se atacaba cuando el incauto se liaba en el comer o en hacer sus necesidades. El pinchazo o la avería mecánica en una escapada a dos era una bendición del cielo y una de las mejores venganzas consistía en ir escapado, no dar relevos y dar la cuchillada por la espalda ganando la etapa. El ciclismo siempre fue así. No solo era necesario tener fuerza también había que estar despierto muy despierto en carrera.
El otro día Schleck en una maniobra mecánica tuvo la mala suerte de que le saltó la cadena. El instinto hizo todo lo demás. Contador y los demás saltaron como resortes para aprovechar la ocasión. Mas tarde ante el lío que se armó, el corredor español pidió perdón a Schleck. ¿Fue arrepentimiento verdadero? No lo creo. Pienso que tal vez hubo presiones. Los ciclistas que se deben como otros deportistas a sus equipos están en función de determinadas políticas de marketing. Los deportistas se deben tambien a sus anunciantes y nadie compra productos anunciados por deportistas “tramposos”, si no que le pregunten a Tiger Woods.
No creo que Contador sea un tramposo hizo lo que tantos y tantos ciclistas han hecho desde que eran juveniles. Ante un fallo físico o mecánico a los rivales se les ataca.
Merck era apodado el Canibal, en carretera no dejaba ganar a nadie y si podía aplastaba al contrario. Hinault llamado el Caimán fue famoso por hacer lo mismo. Amstrong hace unos años cuando Beloki rodó por aquella ladera rompiéndose varios huesos no le dedicó una mirada y mucho menos su atención.
Fue Indurain el que intentó hacer del ciclismo un deporte mas solidario y generoso, sin aplastar al rival, dándole un carácter mas humano pero al mismo tiempo, pasión nacional aparte, lo hizo aburrido.
En cuanto a mi posición personal sobre el caso no la tengo muy clara, la máquina es un componente mas y en ciclismo el triunfo de uno se cimenta sobre la impotencia de los otros.
Hoy Contador cansado de los abucheos de franceses y de quienes no son franceses y que pretenden pasar facturas absurdas y sin sentido y también, posiblemente por las presiones de su jefe de prensa y manager, los que cuidan de los dineros, no ha disputado la etapa, podría haberla ganado o no, pero el caso es que no la disputó. Ha perdido uno de los mayores honores que puede tener un ciclista, el que a veces justifica una carrera de años; Ganar en el Tourmalet, el Mont Ventoux o en Alpe D´huez. Contador, que parece ser un deportista español de los de la nueva hornada, es decir, asequible, humilde, nada creído, no pareció entender aquel día que hay otras exigencias: Las que imponen el mercado. ¿O es que todos nos hemos vueltos buenos? En fin, pues la verdad, no lo se.
Me sorprende que se monten polémicas en los medios de comunicación con cosas como ésta. Al mismo tiempo creo que cada vez serán más frecuentes. No es para tirar cohetes.
ResponderEliminarSi a un competidor ciclista, sea compañero de equipo o no, se le estropea la bicicleta p.ej., entiendo que hay que atacar. Se comenzó la carrera en igualdad de condiciones; no es hacer trampas. Hacer trampas sería estropearle la bicicleta tú.
Nadie se imagina que en un partido de fútbol si al portero ya vencido se le desata una bota el delantero rival se niegue a marcar gol. O que si el delantero tropieza en el remate final, el centrocampista compañero se niegue a chutar él el balón muerto en el centro del área porque le tocaba al delantero que tropezó.
Cosa distinta es cuando alguien se hace daño. Si es necesario parar la competición para cuidar de su salud se hace. En el fútbol lo manda el reglamento porque el campo es cerrado y no puede entrar ni salir nadie ajeno al juego. En el ciclismo no hace falta parar la competición porque los servicios médicos pueden actuar sin que eso sea necesario.
Saludos,
Sobre la actuación de Contador en el Tourmalet no entiendo la polémica. En muchas ocasiones el benficiario principal de la fuga(clasificación general), dejó de disputar la etapa como agradecimiento al esfuerzo del compañero de fuga. Indurain lo hizo muchas veces. Contador pudo haber colaborado en la escapada y si no lo hizo sería por falta de fuerzas o porque su meta no era la etapa sino la competición. ¿Es la primera vez que algo así sucede en el ciclismo? Los medios fomentan la polémica ¿de manera desinteresada?
ResponderEliminarHola amigo:
ResponderEliminarAntes seguía más el acontecer del mundo del ciclismo, el de ahora ya no encierra tanta pasión. Será esta su necesaria transición para llegar otra vez al nivel en el que estaba. Será necesario este paso para que al final se vuelva a tener en cuenta las opiniones de los que van sobre la bicicleta.
Recibe un abrazote amigo.
Estimados amigos M.Angel,J.C y Javier:
ResponderEliminarLo que quería señalar es, básicamente, la contraprestación forzada en función de otros intereses que es lo que a mi parecer, ha operado en este caso - el dejar ganar a Schleck en el Tourmalet - de etapa de montaña.
Con posterioridad a esta entrada oí las declaraciones de Sastre con las que básicamente estoy de acuerdo.
Por otro lado pienso que el dejar ganar una etapa generosamente al otro no suele operar entre competidores directos. Estoy totalmente de acuerdo que los medios generan polémicas y tensión; la publicidad manda.
Por otro lado y es lo que quiero mencionar, existe una hipocresía latente. Lo decía, el mundo no puede haberse bueno a reventar de repente,a mi parecer hay un interés bastardo en agradar al público no por parte de Contador, desde luego, si no del entramado comercial que rodea a los campeones.
saludos,