sábado, 1 de mayo de 2010

Primero de Mayo; Hoy como ayer



Esa es la razón de nuestro ser político. El sentido primero de nuestra lucha. Somos lo que somos para eso. A pesar de los cambios de consignas de los interesados, a pesar de una modernización que ha situado en el mismo plano otras luchas que, aunque legítimas y necesarias no pueden ni deben sustituir a la primera de ellas. A pesar de las tareas pendientes y el olvido voluntario. A pesar de la ocupación por otros de nuestras banderas, siglas y horizontes...

A pesar del conformismo, la indolencia y la acomodación por quienes no debieran, al nuevo becerro de oro. A pesar de que "ellos" no se conformaron con ser los hijos de aquellos sino que vinieron a hollar este terreno y esta aspiración nuestra... A pesar de todo ello, existe el Primero de Mayo. Hoy huiran aprovechando el puente a sus campos de golf, sus fincas y sus casas. Hoy el viejo obrero curtido en tantas luchas se pondrá el traje y su corbata roja y sin necesidad de acudir a una manifestación vacía porque la lucha hay que darla en el día a día, donde hace mucho tiempo que no se da, vivirá nuevamente ese tiempo pasado, el ruido de la fábrica, el calor de la caldera y su sudor. Su sudor... y gritará aunque sea para sus adentros


¡ Viva el Primero de Mayo !










Aquí tenéis mi voz
alzada contra el cielo de los dioses absurdos,
mi voz apedreando las puertas de la muerte
con cantos que son duras verdades como puños.

Él ha muerto hace tiempo, antes de ayer. Ya hiede.
Aquí tenéis mi voz zarpando hacia el futuro.
Adelantando el paso a través de las ruinas,
hermosa como un viaje alrededor del mundo.

Mucho he sufrido: en este tiempo, todos
hemos sufrido mucho.
Yo levanto una copa de alegría en las manos,
en pie contra el crepúsculo.

Borradlo. Labraremos la paz, la paz, la paz,
a fuerza de caricias, a puñetazos puros.
Aquí os dejo mi voz escrita en castellano.
España, no te olvides que hemos sufrido juntos.

Blas de Otero

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