lunes, 14 de junio de 2010

El vicio chino


Esto no va del juego, considerado el vicio chino por antonomasia. China fue el modelo a seguir a finales de los años sesenta por parte de la nueva izquierda, la que nacía a la zurda del comunismo oficial. Se impuso la moda Mao y por toda Europa surgieron partidos que invocaron el camino maoista al socialismo. En España a las primeras elecciones democráticas concurrieron como partidos filomaoístas la ORT y el PTE, entre los sindicatos, el SU y el CSUT eran los referentes prochinos. No tuvieron mucha vida, a principio de los ochenta se disolvieron. Gran parte de sus cuadros acabaron en la órbita del PSOE; Tocar poder, lo que se llama tocar poder, sólo era posible con el PSOE. Recientemente se ha vuelto a refundar el PTE.

Este viernes, ya de noche, pasé por el polígono camino de Salamanca, junto al gran hipermercado chino observé a dependientes bajando las persianas metálicas. Luego desaparecieron, silenciosos como son ellos, por la escalera lateral hacia la parte alta del edificio. Dice el común que duermen allí, en lo alto. En esta mañana, sábado de fiesta en mi ciudad, y a hora temprana, he visto al mismo grupo abrir el establecimiento. Es prácticamente de noche y de vuelta a casa todavía hay gente en el establecimiento.

China atesora más de un billón de dólares en bonos americanos y su inversión en la deuda soberana de otros países supera los tres billones de dólares. Tiene un PIB de 6,2 billones de dólares y una renta per cápita de 4.300 dólares.

China es también parte del “mercado”, otros países que forman parte de ese “mercado” son Noruega y Alemania. El común denominador de estos países es el ahorro, países en los que prevalece la exportación frente a la importación y que tienen en común unos valores y disciplina impulsada por la religión y la filosofía práctica; El calvinismo y el confucionismo. La austeridad es algo consustancial a su modo de vida.

No obstante, en el caso chino hay algo más. El ciudadano chino, en la patria de Mao, se ve obligado a ahorrar porque la protección social no existe. Tienen un Estado, perdón por la expresión, cabrón. La virtud del ahorro chino tiene su razón de ser en el vicio chino del trabajo, jornadas abusivas y ausencia de derechos, todo eso para poder llevarse algo a la boca. Hoy, la prensa publica que una ola de huelgas sacude a las empresas extranjeras en ese país. Digo bien, a las empresas extranjeras en China. Curiosa cuestión ésta ya que la huelga es considerada allí delito. Las autoridades temen su extensión a las empresas nacionales. Se cumple de este modo con unas de las premisas utilizadas por los teóricos del trabajo sobre los límites de la deslocalización; La fuga de la economía productiva hacia territorios poblados de trabajadores dóciles y necesitados llega a un punto de inflexión cuando estos, son conscientes de su poder y adquieren una mayor formación.

El vicio chino, es el único posible argumento que los patrocinadores del recorte en toda Europa nos ofrecen. Quieren que seamos como los trabajadores chinos, ese es el modelo. Al margen de la monstruosidad (?) de nuestra deuda del Estado; Asciende a 459.055 millones y de ellos, 228.055 millones, se encuentra en manos de inversores extranjeros, significa esto que la mitad de la misma (49,68%) está fuera de nuestras fronteras, no debería ser preocupante, no estamos tan mal ante los mercados y sin embargo nos tienen agarrado por el cuello. Nuestros principales acreedores son Francia (25%), China (18%), Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) con un 14,52%, Alemania, con el 7,14%, e Italia con un 5,97%.

Aquí, amigos, hay mucho río revuelto, demasiada confusión interesada. Resulta que al exterior, lo que se dice al exterior a esos mercados que nos imponen, el Estado solo debe un 23% del PIB. ¿Nos presionan sólo por un 23% del PIB, nos hacen cambiar leyes, nos acojonan, y nos quitan nuestros derechos solo por ese 23%? Vale, tenemos un paro tremendo pero aún así, nuestra deuda fiscal sigue siendo bastante baja en relación a la de otros países no acosados.

Que los particulares debamos, que nuestros bancos deban, que nuestras empresas deban es algo claro. Pero miren ustedes, esa no debería ser causa para poner patas arribas, desde fuera, a este país. Que un banco debe a otro miles de millones de euros, pues bien quédense ustedes con él, que una empresa patria debe a unos inversores chinos unos cientos pues miren ustedes, aquí tienen la llave de la fábrica. Las deudas privadas son deudas privadas. Aquí hay algo más y es, nuestra bajísima productividad. Eso dicen, eso es lo que hay que corregir, han aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para apretarnos. Sin duda tenemos una baja productividad, pero eso es imputable al sistema productivo globalmente considerado y no solo la de la fuerza de trabajo.

Hay gato encerrado. Sin duda. Hay que agradecer a González el que nos lo dijera tan claro porque de ese modo podemos entender mucho mejor la situación. Nos hablo de la productividad y del trabajo bien hecho -solo en relación a los trabajadores- invocando incluso a Pablo Iglesias y a la leyenda socialista del examen de buen trabajador para entrar, en aquellos tiempos, en el PSOE. Falso, rotundamente falso. González obvió que en términos generales la productividad radica también en otros factores ubicados en el empresariado y el marco regulatorio. Nada de esto dijo en su ya famosa intervención ante la flor y nata del PSOE en la operación rescate que supuso su intervención.

¿Trabajar más? Decirle eso a quienes estos años han trabajado de sol a sol es un sarcasmo, doblando jornadas en la construcción para poder llevar, ¡qué carajo! a su familia a Cancún, de sus huesos sale o comprarse coche nuevo y enviar a su hijo a una buena universidad. No, Sr. González, aquí se ha trabajado duro, muy duro. Sus últimos escarceos con la jet le impide, sin duda, saber algo sobre la clase obrera de este país a la que tan solo suele ver cuando desde el interior del coche oficial pasa por las calles de Madrid. Quizá tampoco sepa que un dependiente en su primer trabajo gana en un mes lo que usted gana en media jornada. ¿En qué sentido se ha de ser más productivo? Estamos de acuerdo que España, Europa, ha de incrementar su productividad pero no solamente a costa del factor trabajo y esa, es la única reforma que se ha presentado.

Esta crisis en España tiene como primer objetivo, porque es una crisis con un motivo en el horizonte, el que seamos más productivos; Trabajemos mas por menos, nos vienen a decir, para que nuestro Estado se reduzca, para que bajen impuestos y facilite las nuevas etapas de acumulación para el capital. Y ahí, los tenemos a todos juntitos. El capital ha hecho su huelga después de la primera crisis. Muchos pequeños empresarios han caído también en esa huelga y ahora impone sus condiciones; Acabemos con el estado del bienestar.

Todos (los políticos del sistema) han sido llamados a filas y ahí los tenemos, dispuestos a hacer de nosotros unos disciplinados chinos, recibieron una primera lección y están dispuestos a recorrer pueblos, radios y diarios con la misma cantinela. Se trata de repartir lo poco que va quedando de la economía productiva del PIB entre una creciente masa obrera, con lo cual tocaremos a menos. En cuanto a lo de rebajar los niveles de paro con la reforma ya veremos. Si eso fuese así yo, como trabajador, sería el primero en suscribir esa reforma si se me garantizara que mi sacrificio iba a servir para reducir sustancialmente del paro, habría que seguir luchando para recobrar derechos perdidos. Ojala fuese así aunque no lo creo. Nadie habla de reformar un sector empresarial, obsoleto, amigo de las subvenciones, insuficientemente innovador y depredador.

Les dejo una inmejorable muestra del estilo chino. Lo de comprarse el traje Mao, a discreción. Véanlo y ponga a su familia a practicar en el pasillo de su casa, les hará falta para los tiempos que han de venir.




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