domingo, 8 de agosto de 2010

Nosotros en Madrid, compañero presidente, seguimos adelante.




Dice la Wiki, todos somos en algún aspecto hijos de la Wiki, que el franquismo sociológico viene a ser una especie de “rasgos anacrónicos, no correspondientes al estado de desarrollo económico, social y político de una sociedad moderna (incluso posmoderna), y más propios de una sociedad preindustrial” En la definición de estos rasgos apunta posteriormente “…todo ello condujo a la mayoría social española, incluso a los que podrían estar más identificados con la oposición al franquismo, a la perpetuación de actitudes de conservación y supervivencia, aprendidas y transmitidas generacionalmente desde los años cuarenta, como la autocensura y el sometimiento voluntario y conformista a la autoridad, que en casos extremos puede llegar incluso a calificarse de servilismo y en los más comunes se identifica con la denominada mayoría silenciosa, que proporcionó al régimen la forma más barata, eficaz y ubicua de represión"

Según esta definición de la que fue precursor al parecer el escritor Vázquez Montalbán, el franquismo sociológico nada entiende de banderas, pensamiento o políticas, entiende solo de supervivencia por eso los hay en el PP, en el PSOE e incluso en IU. Cuando encontramos a alguien al que hace tiempo que no vemos y le preguntamos por su vida actual, casi siempre nos contesta con algo parecido al “Bien, aquí seguimos, tirando”

El “seguir tirando” se traduce por seguir un camino que no es el propio, el que uno quisiera y es un camino que siempre está sujeto a las múltiples tensiones que otros generan. Expresa como pocos la figura de un piloto que intenta mantener firme el timón en una dirección concreta pero que se pliega a las otras fuerzas en lo necesario para no quebrar ni el barco ni su status. Cuando esta actitud llega a su máxima expresión, a la pura caricatura en alguien, se dice que es "político"


Días pasados dije que no recomendaba ver los telediarios mientras se estaba comiendo porque uno puede, como dicen en esta tierra, añusgarse. Del mismo modo, si se escucha a horas tempranas, y desde la cama, a determinados comentaristas se corre el riesgo, también, de baldar el día. Sí, lo reconozco, lo menos que puede esperarse de alguien que ha dado ya de si todo lo que en su naturaleza llevaba es una cierta ataraxia , tal como la definían los estoicos pero al parecer, no soy muy consciente de ello, es posible que no la tenga, quizás por eso, sigo siendo de izquierda y en cierta medida, la que me otorga la edad, revolucionario.

Me despierto escuchando a cuatro comentaristas y una conductora del programa de la SER en esta mañana de domingo que son fieles cumplidores de lo que en el conflicto en el PSOE de Madrid ha dictado el grupo PRISA. Estoy plenamente convencido de que en éste como en otros asuntos, se confecciona un manual de estilo que refleja lo que cada cual ha de decir. A partir de aquí, la autocensura, el sometimiento voluntario y el servilismo obra milagros. Hay que “seguir tirando”

La agresividad y la descalificación hacia la portavoz Maru Menéndez y la dirección del PSOE de Madrid y por ende de Tomás Gómez ha sido única. Sus argumentos, impropios de una cadena que, en otros tiempos, fue ejemplar. No los reproduzco, sirven a quienes le pagan. No en vano Trinidad es conjuntamente con Blanco, Rubalcaba, Chacón y Salgado ministros muy caros a los ojos de Prisa y el grupo trabaja para colocarlos adecuadamente. Triste sino el de aquél que ni siquiera pueda busacar la tutela anímica en un grupo. Se perdió El País, se perdió la SER, se perdió el partido, se perdió...

Se quiere forzar al PSOE en un camino, el que ha trazado su máximo dirigente, acrítico, con autocensura y servil. Los estatutos, están para ser preservados. No debería ser el capricho o el interés bastardo, hacerse en el medio plazo con el partido de Madrid, como ya se ha hecho con el de otras regiones, la norma de actuación en la dirección del PSOE. Hoy todos los socialistas que creemos en la democracia, en el debate, la discrepancia somos un poco Tomás Gómez, independientemente de que estemos o no de acuerdo con lo que para Madrid proponga. Lo somos, probablemente a su pesar, independientemente de que el aplique o no esa receta que reclama para sí a los que están debajo de él. Los somos porque el primer problema al que se enfrenta todos los socialistas de bien no es el estar mas o menos a la izquierda, es el acabar con el cesarismo, la limpieza generacional, absurda como pocas porque intentan acabar con todo aquél que haya cumplido los cincuenta, la limpieza ideológica también, porque las bases ideológicas que amparaban al socialismo, el socialismo democrático o la socialdemocracia han sido subvertidas a favor de una extraña mezcolanza. Porque los socialistas que se reclaman como tal y aún teniendo las capacidades para pensar vagan tratando de encontrar alguien que los representen.

Salud a los socialistas madrileños. Salud a Tomás Gómez porque aunque sea ambicioso, y sea, como dicen sus acerados críticos una persona que no piensa en el bien colectivo de los socialistas (?) tiene la capacidad para decirle al gran jefe: “Nosotros pensamos esto y como socialistas libres que somos y ya que nuestras reglas internas nos garantizan el derecho a expresarnos y presentarnos, preferimos no plegarnos a lo que tu deseas porque tenemos fe en nosotros y en la democracia interna” Digo bien, porque no es que Jose Luis sea un dechado de claridad o clarividencia. Tremendo ejemplo en el sentido negativo, el expresado por el Comité Director de los socialistas andaluces que ha pedido al Comité Federal la anulación del sistema de primarias y viene designando mediante el dedo a los candidatos a alcaldes de las capitales superiores a los cincuenta mil habitantes que luego designaran, posteriormente, a sus concejales ¡ Viva la democracia!

Primarias, si. Obama y Clinton se pusieron a bajar de un burro y después ganaron las elecciones. Los antiguos votantes socialistas están contra Zapatero no contra Tomás Gómez, muchos de los que no pensaban votar al PSOE en la región de Madrid irán a votar a Gómez y al PSOE si se presenta y lo hará precisamente para negar la mayor a Zapatero. Después de todo esto solo se le pide coherencia a José Luis, coherencia en no presentarse en las próximas elecciones ya que otros cargos de su propio gobierno están mejor valorados en las encuestas que él.

Otros podrían aprender, los que siendo miembros y dirigentes del partido socialista siguen siendo franquistas sociológicos. Mientras haya resistencia hay esperanza. Socialismo es libertad ¿O no?

Leer más...