domingo, 13 de marzo de 2011

El vídeo de domingo y algo más: Resistiré; Antonio Banderas, Loles León y Victoria Abril


En Japón, en una de las zonas a las que ha sacudido el maremoto, una central nuclear corre el gravísimo riesgo de fusión de dos reactores. Tengo ante la energía nuclear el mismo grado de prevención que gran parte de mis conciudadanos, pero he de confesar, que también, el mismo grado de ignorancia. Me opongo a la energía nuclear mas por miedo que por razones reales basadas en el conocimiento científico.

La semana que hemos tenido ha sido tremenda, como para meterse este domingo bajo sábanas y dejarlo transcurrir lentamente sin asomarse a las noticias y escuchando tan solo una música que relaje nuestras neuronas hasta dejarlas al nivel de lo simplemente vegetativo. Escuchar a Sarah Vaughan o Bilie Holiday puede ser una buena opción.

El subdelegado del Reino de España Jose Luis Rodríguez Zapatero vuelve de Bruselas dispuesto a darnos otra vuelta de tuerca. No lo necesitamos para eso, no lo necesitamos para que en aras de seguir aguantando a sus huestes mas cercanas un añito más en el núcleo del poder (?), mejor, del seguir cobrando, siga machacando a este pueblo con su incompetencia.

Me importa un comino que gane el Partido Popular si con ello los inventores de un neumático energético que no existe en el mercado se van a casa de una puñetera vez. Habrán contaminado tanto las siglas del PSOE que es posible que las hayan dejado tan inservibles como quedaron en el pasado las del PCI y el PSI en Italia.

Japón, Libia, pobres libios, mas ajustes, mas paro, mas dinero para los bancos y las cajas. Lo dicho, para meterse debajo de unas sábanas y escuchar tan solo música.

Sin embargo, no sé porqué, hoy tengo la intención de todo lo contrario, me he despertado vitalista y con ganas de iniciar nuevas cosas. Resistiré. Si, es necesario resistir. Tal vez este sentimiento provenga de que intuyo que algún final está cerca. Los finales siempre implican nuevas resurrecciones. Es necesario que algo muera para que salga lo nuevo. Es el ciclo vital.

Celebremos lo nuevo, celebremos el renacer, ese renacer que desconocemos pero que se alzará sobre las ruinas de los que próximamente gobernaran.

Cuando la ola del maremoto vuelva al lugar del que nunca debió salir el suelo quedará lo suficientemente abonado para que la nueva ilusión sea abrazada como decía Camús por los corazones ardientes. Si no hemos tocado fondo, estamos a punto de hacerlo y desde ahí, los horizontes se presentan amplios y limpios. Resistamos en la convicción de que nuestras ideas siguen siendo tan necesarias ahora como lo fueron en el pasado y rechazemos los instrumentos que se han alzado como únicos interpretes de la Idea. Eso, partido y sindicatos, no son ahora lo que en un día fueron. El barco se hundirá, y con él todos los han hecho un modo de vida a su sombra. Mientras tanto resistamos en nuestra propia convicción.



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