Dice la Wiki que el tremendismo es una forma particular de describir la realidad bajo la óptica de la exageración, utilizada a veces para crear en terceros la idea de que una tragedia es inminente, con el fin oculto de inducir a una determinada decisión, que se hace ver como la única capaz de evitar el suceso nefasto.
En los setenta, la única televisión que había en España, TVE, emitía, creo recordar que los domingos, un concurso de novilladas, donde aspirantes a toreros se partían algo mas que el traje en la ambición de llegar a la fama. De aquél entonces, data un aspirante a torero con el sobrenombre de “El Platanito”. Blas Romero se llamaba, si el novillo se resistía a entrar en la plaza, Blas iba al chiquero por el. Vivió una vida muy mala, los Dominguines le pagaban mil pesetas por cada faena. Lo exagerado de sus formas en la plaza hizo que el llamado tremendismo se pusiera de moda en aquella época. Bergamín dijo a propósito de esta tendencia en el "arte", que el alarde de valor en el torero es algo innecesario y suponía además, un miedo añadido cuando lo más artístico era precisamente la serenidad.
Este es un país de rompe y rasga. Durante mucho tiempo se nos trató de convencer que la mejor muestra de valor y decisión era tener los botones de la camisa verde abierta. A menos botones abrochados, más valor y más decisión.
El gobierno ha realizado una oportuna maniobra para dejar en fuera de juego al Partido Popular, y le está saliendo bien. Llamo la atención del lector de que solo estoy hablando de maniobras política o politiqueras las dos acepciones me pueden valen, no de propuestas sólidas con las que salir de la crisis.
El Partido Popular embarrado en el tremendismo que le sale cada vez que por algo tiene que pronunciarse, ha tropezado estas últimas semanas unas tres veces en la misma piedra; La primera fue con ocasión del debate parlamentario y el órdago que lanzó Rajoy a Zapatero para que confesase y se retractase de “sus culpas” en plena sesión parlamentaria. La segunda, la actitud de Montoro en la primera reunión de Zurbano con todos los partidos políticos ante el índice presentado por el PSOE y ahora la tercera, su reacción ante el documento de treinta y dos páginas, que no olvidemos, están abiertas a la discusión y las propuestas de todos los partidos políticos.
Ese documento contiene respuestas ante la crisis, no son todas, desde luego, faltan bastantes, pero es algo. En algunos casos pasa muy por encima de sonoros problemas, como el déficit, pero el Partido Popular no debería de olvidar que hay bastantes medidas mencionadas por la oposición en anteriores debates económicos. En ese proyecto no hay menos de seis o siete iniciativas del Partido Popular.
En el documento se plasman muchas rectificaciones sobre la política seguida anteriormente por el PSOE y eso es bueno, porque ello puede ayudar a salir de la crisis. La acusación realizada al gobierno de que “sigue con el ladrillo” carece de fundamento. La propuesta de rehabilitación puede mover del orden de 15.000 millones de euros de particulares al año, es una iniciativa oportuna por ser una actividad altamente productiva, la rehabilitación de las ciudades y por ser intensiva en la creación de puestos de trabajos de múltiples actividades relacionadas con la construcción que quedaron marginadas en los dos “Plan E” . Solo queda cruzar los dedos para que haya un desarrollado adecuado y se retoquen algunos aspectos fiscales del mismo.
El cambio del actual modelo productivo, no puede ser llevado a cabo de la noche a la mañana, algunas previsiones en torno a la I+D+I contiene el documento pero lo fundamental es que previamente hay que realizar una transformación del modelo educativo. A veces parece que nos olvidamos de esto.
Sin embargo, ignorando el paso adelante que supone el proyecto, el Partido Popular crecido por la tendencia de las encuestas considera que la negativa constante, la ridiculización de las iniciativas del gobierno y el seguir machacando le va a acercar más rápidamente a la Moncloa.
En crecimiento de las expectativas se suelen dar momentos claves, ocurre como con los índices bursátiles, a veces, en la subida encuentran resistencias, si se sobrepasan holgadamente se sigue creciendo, pero en caso contrario, las caídas suelen llevar hasta niveles inferiores cercanos a los del punto de partida en los que ya, ahí si, consolidan en lo que realmente valen. El Partido Popular olvida que no ha ganado nada, es el PSOE el que va perdiendo, su techo esta ahí, no ha sido superado ni en las peores condiciones de los socialistas, son estos, en cambio, los que han bajado.
La gente quiere acuerdo y premiará el sacrificio siempre que no suponga costes excesivos para la ciudadanía. Las posiciones maximalistas, intransigentes, de camisa desabrochada y el salto a puerta gayola no se compadece con estos tiempos de crisis. Acuerdo, acuerdo y acuerdo son las claves. Verdad, verdad y verdad (al pueblo) es el camino.
De Cospedal, secretaria general del Partido Popular singular representante de la moda adquirida por las direcciones de los partidos de “poner-a-una-chica/o-guapa/o-o-dulce-cuando-no-explosiva/o” en los puestos visibles nos ofreció ayer una muestra más de cuanto ignorante e incapaz hay en la política en su negativa radical a todo. Si los mercados acompañan y los empresarios no se suben mucho a la parra en la tenaza que con los populares mantienen contra los socialistas, estos días podrían considerarse de respiro para el gobierno. Que dure, que no lo estropeen como suele hacer, es hora de trabajar, pero de trabajar en serio porque días mas duros han de venir.