Este país tan avanzado en algunas cuestiones mantiene, sin embargo, estructuras y modos propios de las sociedades antiguas. No me refiero a las costumbres, algunas de ellas bárbaras, que animan nuestras fiestas y diversiones. Hablo de economía o si se quiere de organización, de funcionalidad.
Las soluciones a los problemas adquieren aquí la peculiaridad de un método que he denominado el "del por ciento". Me explicaré. A propósito de la reforma laboral se nos dice que nuestro sistema de relaciones laborales es franquista, que si es paternalista, que si tiene tal cantidad de rémoras que impiden de hecho las posibilidades que se obtendrían de las sociedades más dinámicas y así, uno tras otro, coartadas y argumentos sin fin con el objeto de “meterle mano” a una realidad muy camuflados impúdicamente bajo el paraguas de la modernidad y la eficacia.
Si contemplamos lo que viene ocurriendo con el sector de las cajas de ahorros, observamos como sobre estas instituciones financieras se cierne, por fin, la tan anhelada cuchilla esperada durante tanto tiempo por el resto del sector financiero; Bancos y seguros. Asistimos al final de un modelo ofrecido como tantas otras reformas “importantísimas” por un gobierno socialista. Son los socialdemócratas ¡Que razón tenían Rosa Luxemburgo y Liebknecht cuando se referían, hace un siglo ya, al papel que los socialdemócratas tenían en el seno de las sociedades capitalistas!
Las cajas, excepto las vascas y alguna mas, están empeñadas todas hasta las cejas, deben su estado actual a la incompetencia, al chalaneo y a una gestión muy poco profesional. Cómo deberíamos entender que mientras otras instituciones se salvan, las cajas gestionadas por empleados, políticos y empresarios se encuentren la mayoría de ellas al borde de la quiebra. Es un final anunciado. Es un final esperado por los buitres que darán, gracias al gobierno y a la oposición, cumplida cuenta del festín.
Son muchas las cosas que andan manga por hombro. Sobre algunas se actúa siguiendo la teoría del porcentaje. Si aprieto las tuercas a los funcionarios de infantería salvo el presupuesto, si mantengo en su nivel a los pensionistas, salvo la seguridad social (?), si reduzco las condiciones laborales de la mayoría, habrá mas inversión y seremos mas competitivos (?), y así con la mecánica del porcentaje; Apretando a los mas para salvar a los menos en la creencia de que los más, aportan masa crítica y además son tontos de solemnidad, solo de ese modo podremos salvar el problema. Son tontos porque siempre, en última instancia, la mayoría de ellos cuando les llegue la hora de pronunciarse siempre nos elegirá a nosotros, que somos los suyos, antes que a los otros que son los malos.
Pero a este campo cultivado de cereal que es España, al que frecuentemente se le pega una segada viene a estar rodeado por un cinturón verde, fresco como el solo, florido y hermoso: Son los elegidos de los dioses. Aquellos a los que diferentes estudios internacionales señalan como uno de los causantes directos de la baja competitividad de la economía española porque la encarecen, especialistas en poner palos entre las ruedas, favorecidos por el sistema desde tiempos inmemoriales, auténticos herederos de las sociedades gremiales y menestrales mas propias de la Edad Media que del presente.
Pongámoslos a todos juntitos en una misma cesta. Ahí están, controladores, pilotos, notarios, agentes de la propiedad, judicatura, colegios profesionales, inspectores de muy diverso pelaje, abogados del estado, catedráticos, si también muchos de estos. Castas y castas encargados de velar por sus intereses y seguir como corchos, indiferentes a los temporales y a los malos tiempos. La crisis no es cosa suya, en algunos casos, es una oportunidad para su propia mejora.
Las reformas, tanto tiempo anunciadas, no aparecen. Hoy, aún aprobada una ley sobre el tráfico aéreo y sobre las competencias de los controladores, una cascada de bajas laborales amenazan, crudamente, el mantenimiento de una actividad esencial para este país.
El grito de ¡Yo también quiero ser controlador! no encuentra eco en la administración merced al mantenimiento de criterios de selección favorecedores de la endogamia y el nepotismo, sumen ustedes esta circunstancia a lo que viene ocurriendo con el gremio de los aviadores establecidos.
No nos preocupemos, el gran pescador de ríos revueltos que es Octavio Granados, todopoderoso Secretario de Estado para la Seguridad Social, aparatchik desde su mas tierna infancia ha dado con la solución ejemplar. Volvemos nuevamente a la mecánica del porcentaje; Aprovechemos que el Pisuerga pasa por Valladolid. Al fin y a la postre, los controladores están brindando una oportunidad que nos viene que ni pintada para apretar un poco mas las tuercas a estos tontos que no tendrán mas remedio que volvernos a votar en las próximas. Regulemos las condiciones de percepción de haberes estando de baja por enfermedad. Repugnante, simplemente repugnante.
Gabilondo tenía razón. Bienvenido Gabilondo al campo de los escépticos y desengañados. Gracias Iñaki, porque el hecho de que no se te caiga la baba ante los actuales prebostes del PSOE da una cierta esperanza de futuro.
Las soluciones a los problemas adquieren aquí la peculiaridad de un método que he denominado el "del por ciento". Me explicaré. A propósito de la reforma laboral se nos dice que nuestro sistema de relaciones laborales es franquista, que si es paternalista, que si tiene tal cantidad de rémoras que impiden de hecho las posibilidades que se obtendrían de las sociedades más dinámicas y así, uno tras otro, coartadas y argumentos sin fin con el objeto de “meterle mano” a una realidad muy camuflados impúdicamente bajo el paraguas de la modernidad y la eficacia.
Si contemplamos lo que viene ocurriendo con el sector de las cajas de ahorros, observamos como sobre estas instituciones financieras se cierne, por fin, la tan anhelada cuchilla esperada durante tanto tiempo por el resto del sector financiero; Bancos y seguros. Asistimos al final de un modelo ofrecido como tantas otras reformas “importantísimas” por un gobierno socialista. Son los socialdemócratas ¡Que razón tenían Rosa Luxemburgo y Liebknecht cuando se referían, hace un siglo ya, al papel que los socialdemócratas tenían en el seno de las sociedades capitalistas!
Las cajas, excepto las vascas y alguna mas, están empeñadas todas hasta las cejas, deben su estado actual a la incompetencia, al chalaneo y a una gestión muy poco profesional. Cómo deberíamos entender que mientras otras instituciones se salvan, las cajas gestionadas por empleados, políticos y empresarios se encuentren la mayoría de ellas al borde de la quiebra. Es un final anunciado. Es un final esperado por los buitres que darán, gracias al gobierno y a la oposición, cumplida cuenta del festín.
Son muchas las cosas que andan manga por hombro. Sobre algunas se actúa siguiendo la teoría del porcentaje. Si aprieto las tuercas a los funcionarios de infantería salvo el presupuesto, si mantengo en su nivel a los pensionistas, salvo la seguridad social (?), si reduzco las condiciones laborales de la mayoría, habrá mas inversión y seremos mas competitivos (?), y así con la mecánica del porcentaje; Apretando a los mas para salvar a los menos en la creencia de que los más, aportan masa crítica y además son tontos de solemnidad, solo de ese modo podremos salvar el problema. Son tontos porque siempre, en última instancia, la mayoría de ellos cuando les llegue la hora de pronunciarse siempre nos elegirá a nosotros, que somos los suyos, antes que a los otros que son los malos.
Pero a este campo cultivado de cereal que es España, al que frecuentemente se le pega una segada viene a estar rodeado por un cinturón verde, fresco como el solo, florido y hermoso: Son los elegidos de los dioses. Aquellos a los que diferentes estudios internacionales señalan como uno de los causantes directos de la baja competitividad de la economía española porque la encarecen, especialistas en poner palos entre las ruedas, favorecidos por el sistema desde tiempos inmemoriales, auténticos herederos de las sociedades gremiales y menestrales mas propias de la Edad Media que del presente.
Pongámoslos a todos juntitos en una misma cesta. Ahí están, controladores, pilotos, notarios, agentes de la propiedad, judicatura, colegios profesionales, inspectores de muy diverso pelaje, abogados del estado, catedráticos, si también muchos de estos. Castas y castas encargados de velar por sus intereses y seguir como corchos, indiferentes a los temporales y a los malos tiempos. La crisis no es cosa suya, en algunos casos, es una oportunidad para su propia mejora.
Las reformas, tanto tiempo anunciadas, no aparecen. Hoy, aún aprobada una ley sobre el tráfico aéreo y sobre las competencias de los controladores, una cascada de bajas laborales amenazan, crudamente, el mantenimiento de una actividad esencial para este país.
El grito de ¡Yo también quiero ser controlador! no encuentra eco en la administración merced al mantenimiento de criterios de selección favorecedores de la endogamia y el nepotismo, sumen ustedes esta circunstancia a lo que viene ocurriendo con el gremio de los aviadores establecidos.
No nos preocupemos, el gran pescador de ríos revueltos que es Octavio Granados, todopoderoso Secretario de Estado para la Seguridad Social, aparatchik desde su mas tierna infancia ha dado con la solución ejemplar. Volvemos nuevamente a la mecánica del porcentaje; Aprovechemos que el Pisuerga pasa por Valladolid. Al fin y a la postre, los controladores están brindando una oportunidad que nos viene que ni pintada para apretar un poco mas las tuercas a estos tontos que no tendrán mas remedio que volvernos a votar en las próximas. Regulemos las condiciones de percepción de haberes estando de baja por enfermedad. Repugnante, simplemente repugnante.
Gabilondo tenía razón. Bienvenido Gabilondo al campo de los escépticos y desengañados. Gracias Iñaki, porque el hecho de que no se te caiga la baba ante los actuales prebostes del PSOE da una cierta esperanza de futuro.
Hola amigo:
ResponderEliminarBien lo planteas, el problema es que hagan lo que hagan siguen saliendo. Este es el principal cáncer del sistema. Mientras algo alternativo no les quite el poder del DOE durante algún tiempo seguirán en sus treces sin cambiar, saben que los gobiernos del PP son muy efímeros y que luego volverán ellos tras, como mucho, ocho años.
Recibe un abrazote amigo.
La socialdemocracia nunca...nunca ha tenido el coraje de desmontar este tipo de castas hartas de prebendas.
ResponderEliminarNo entiendo(soy muy burro)el régimen semipúblico de notario y registradores que por una firma se echan al coleto una espuetta de dinero.
No entiendo(sigo siendo muy burro)cómo es posible que un colectivo menor pueda ponefr en jaque a todo el Estado(pilotos,contoladores)
Sí entiendo(aunque sea muy burro)que las Cajas han sido los biberones del poder político autonómico,con la gracia de la obra social que yo no la he visto por ningún sitio.
Sí entiendo que la socialdemocracia jamás meterá mano a los vcapitales y rentas altas porque sencillamente los jerarcas de dicho invento perteneen a esas castas de priviliegiados que viven en la Moraleja.
Y en Rodiezmo,ausencia,aunque siempre ha sido el mismo discurso falaz y mentiroso.
Saludos
si te fijas bien,estamos hablando de la burguesía pura y dura camuflado bajo nombres como sectores, asociaciones, colectivos, pero sigue siendo la misma burguesía. A caso los nacionalistas moderados no lo son como el PNV o CIU. Todo está encaminado a favorecer esta burguesía en detrimento de la clase trabajadora. El problema es que éstos se han olvidado de la conciencia de clase y ya no salen a la calle. Otorgan a las mentiras del poder. No sé si estas de acuerdo conmigo: El capitalismo supo crear necesidades para esclavizar más y utiliza un agente los psuedosocialdemócratas como lubricante para chupar más la sangre de los desheredados. Qué más da, si al final estos pseudo van a tener la recompensa a puestos importantes como Secretarios de la OTAN,comisarios europeos, directivos de instituciones financieras o los llamados think-Tank del socialismo. Es el "burroguismo" intelectual,cursi del siglo XXI.
ResponderEliminarMiguel, estas son tierras de pícaros e hidalguía, de carajillo en el bar mientras se arregla el mundo y buscan culpables, ya sea la nunca bien llorada pérdida de las Marianas e isla de Huam o el hundimiento del sector inmobiliario.
ResponderEliminarIberia tiene un problema central, y es parte de sus habitantes. Expertos en ver la paja en el ojo ajeno mientras dejan de declarar el iva o el IRPF o hablan con naturalidad de cuentas B o de bajas médicas para irse a la feria de Abril.
¡Claro que estamos gobernados por incompetentes que juegan a ser ministros o consejeros con su maleta de la señorita Pepis y que en el caso socialista vilipendian un siglo de lucha por la justicia! Pero vayamos más allá si queremos entender las causas del problema y auditemos el país.
Auditemos las empresas, esas en las que se paga en negro, no se invierte en mejorar los procesos y no se cuenta con personal suficientemente cualificado.
Auditemos la administración, esa que sí cuenta con cualificación, pero está carente de dinamismo, entrega y sobre todo se encuentra anquilosada en sistemas fuertemente burocratizados no sólo ineficientes, sino que son incapaces de discriminar entre el trabajador eficaz y entregado del zángano ibérico.
Auditemos los ayuntamientos, la primera línea de fuego de un país solvente, esos que por ejemplo en Bélgica, tras cada elección sólo cambian al alcalde y a dos o tres personas de confianza porque funcionarios competentes se encargan de gestionar el municipio.
Auditemos a los partidos y a los sindicatos, esos que hoy dedican -como si de una diputación provincial cualquiera se tratase- el 90% de sus esfuerzos a mantener sus estructuras, sus prebendas.
Auditemos al socialismo, a los socialistas españoles y veamos sin cumplen con la primera premisa socialista, esto es, trabajar con entrega y eficiencia en su entorno inmediato.
España tiene un problema que trasciende a su mediocre clase política, tal vez seleccionada de manera natural a semejanza de un importante sector de la sociedad.
En mi caso, que soy un optimista convencido, sigo pensando que podemos salir del agujero, porque el otro sector de la sociedad está dormido y hay que despertarlo. Ahora bien, hay que huir como de la pólvora de quienes son parte del problema, la solución, cada vez lo tengo más claro, necesita un paradigma nuevo de responsabilidad y competencia ... y desde luego nuevas personas.
Saludos
Javier,
ResponderEliminarYo de ellos no lo aseguraría, la experiencia demuestra salvo casos de especial gravedad que donde la derecha pone la planta es difícil que salga de allí. Pero por ellos no habrá problemas si hace falta fichar por otro equipo, pues van y fichan y luego como cualquier futbolista besara el nuevo escudo.
saludos,
Felipe,
ResponderEliminarPienso que todo eso es una red de dependencia mutua. Da la sensación de que lo que se trata es de fichar por alguna cuadra y la socialdemocracia light, tan light que son los liebrales se nutre de este tipo de gente. Yo todavía creo en la socialdemocracia, pero esto desde luego no llega a socialdemocracia.
saludos,
Sami,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que existe una ocupación del espacio político luciendo etiquetas que nada significan para quien las ocupa. Eso viene ya desde lejos.
saludos,
Helios,
ResponderEliminarQuién ha de ponerle el cascabel al gato. Quién ha de auditar y quiénes han de corregir en el caso de que hay algo que corregir.
Este es un país de pícaros y de relaciones. Lo he oído hoy en el telediario: " el 50% de los nuevos trabajdores que han acabado sus estudios se colocan merced a su familiares y amigos "
Ese es el fondo del armario. No se coloca, mayoritariamente a quien puede valer si no al que tiene relaciones:
Vamos, que un 50% por esa vía, otro 15% ( supongo ) por exámenes filtrados. Ni siquiera es la meritocracia nada de eso.
Las cátedras están llenas de relaciones y capillas.
Me alegro de que seas optimista, yo soy lo contrario, pero no dejo de reconocer que si alguien puede cambiar las cosas son los optimistas.
saludos,