miércoles, 30 de junio de 2010

Servicios mínimos





Serios, con aire trascendente ahuecan los hombros y se cierran sobre el atril en el que un micrófono fino como un alambre parte la frontal en dos mitades simétricas.

No es nadie en particular, puede ser cualquiera y de cualquier partido, lo importante es que dice hablar en nombre del bien común. El haber sido investido de una dignidad patricia en un día cualquiera entre los cuatro años pasados le faculta para ello. Nos habla de la ley, del imprescindible orden, de la libertad y del derecho de todos.

Servicios mínimos. Los que se ciscan constantemente en los derechos de los demás, los que vulnerando acuerdos o convenios y adoptan decisiones en beneficio de los poderosos, los que usurpan nombres, contenidos e historia para seguir apoyando el actual estado de las cosas, los que se permiten leer la cartilla en nombre de la historia de los pobres a los pobres. Ahí están todos, sin distinción en su adscripción política, los que alzan su voz, alarmados por la reacción obrera. Ellos hablan de servicios mínimos vulnerados cuando el derecho, en sus manos, es papel mojado.

Ellos y ellas tan severos, con sus trajes negros, grises o azules se permiten razonar y argumentar en contra de un derecho. Las bocas entreabiertas no alcanzan a disimular los colmillos retorcidos y el disgusto por la respuesta sindical. Si ellos pudieran…

También está la neo-izquierda la que patrimonializa unas siglas y utiliza a un puñado de militantes crédulos incapaces de discernir lo que significa ser de izquierda. No hay peor cuña que la de la propia madera, no hay peor veneno que el que oculta tras el dulzor agradable la peor de sus letalidades.

Todos, sin distinción, sirven simplemente a sus amos. Hace ya mucho tiempo de esto, hasta ahora la marea no ha descendido lo suficiente para poder ver la putrefacción que el agua cubre, tan solo como si la dorsal de un pez se tratase se nota la oscuridad de sus almas. Tras el color rojo, tras los símbolos centenarios se esconden una legión de burócratas que han hecho de la necesidad virtud, Su virtud.

Frente a la ilegalidad, frente a la brutalidad ejercida contra los parados, pensionistas y trabajadores, nos hablan de respeto cuando la promulgación de esos servicios mínimos es ya de por sí una provocación. Los servicios mínimos, son servicios mínimos y deberían de afectar única y exclusivamente a los servicios fundamentales de la ciudadanía; salud, incendios y seguridad. Nada más.

Los informativos, como siempre, a su servicio. Bombardean sin parar con su único argumento; El derecho de la mayoría exige el sacrificio de la minoría. Allí aparecen, gobierno y oposición, unidos en el ataque. Por allí asoma el delfín, el candidato a heredar las siglas, dispuesto a apoyar, a enviar los cuerpos de seguridad para dar cobertura a la provocación de la lideresa.

Nadie del otro lado. Este pueblo, el de izquierda, hace tiempo que perdió su voz.

Nada podrá detener la indignación que late en la ciudadanía. Será la huelga general a destiempo, con el miedo en el cuerpo porque saben, se sabe que hay muchos candidatos para cubrir ese determinado puesto de trabajo. Serán las huelgas llamadas hipócritamente salvajes. Cuando el salvajismo que cada día se viene ejerciendo es el que promueve el capital y sus servidores. Unas huelgas, que pasaran, que están pasando por encima de unos sindicatos demasiados gordos y abotargados para cumplir su misión y si eso no puede ser por la represión y las amenazas de despido, surgirán los sabotajes no planificados y surgirán porque eso pertenece ya a una dinámica histórica, porque la indignación y la frustración han de tener, necesariamente, una vía de escape.

Y al final, si nada de esto se produce, quedará ese acto postrero en el que el ciudadano castigará y castigará donde mas duele, su propio bienestar. Quedaran reducidos a una bancada mínima y entonces recorrerán, como ya recorrieron otros, en su día, el camino inverso para nuevamente en ese eterno retorno consumir un nuevo ciclo.

7 comentarios:

  1. Aquí ahi una primera ilegalidad tremenda, que son los ilegales y abusivos servicios mínimos impuestos por la Comunidad de Madrid. Servicios mínimos que han sido declarados varias veces como abusivos por los tribunales y la Comunidad de Madrid sigue insistiendo en lo mismo. Es una provocación del P.P. y luego quieren hacer ver como culpables a los trabajadores que se han cansado de lo abusos de sus patrones.
    Y después ha habido también un abuso de la Comunidad en la aplicación del decretazo, porque las empresas públicas estaban exentas de su aplicación, pero Esperanza Aquirre ha querido ir más allá que Zapatero y estas son las consecuencias.
    Salud, República y Socialismo

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  2. Mientras los servicios mínimos continúen siendo servicios máximos no seré yo quien condene que los trabajadores en huelga los incumplan.

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  3. Alegra ver aquí una cordura que los medios de comunicación masivos no han mostrado. Lo dice muy bien el Prof. Mengual: no son servicios mínimos lo no se ha dado; han sido los servicios máximos. En eso consiste una huelga.

    Se han puesto de acuerdo en ese insulto: huelga salvaje. Mejor nos iría si no preocupamos de limpiar de nuestras instituciones a los burócratas y chupones salvajes.

    Nadie va a la huelga laboral por gusto. La huelga es, entre otras cosas, una expresión pacífica e institucional (dualidad legal institución-contrato) de un conflicto laboral existente. Si hasta eso nos niegan, pervirtiendo el Derecho y usándolo en contra de la sociedad, ¿qué pretenden? ¿Expresión anti institucional y no pacífica? Estos burócratas son unos pirómanos estúpidos.

    Saludos,

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  4. Hola amigo:

    Como le digo a Don Nicolás en su bitácora (aborda el mismo tema) estoy totalmente de acuerdo con lo que planteas, con los servicios mínimos decretados han intentado reventar la huelga, por eso termina pasando lo que ha pasado. La culpa es en exclusiva de Esperanza Aguirre.

    Pero no lo hemos de quedar en la denuncia verbal. Aguirre ha de pagarlo en las urnas. Este país no se merece a impresentables como los que agrupa el partido de la Gürtel.

    Y los de los demás, como también bien dices amigo Miguel, vigilados de cerca, muy de cerca; el PSOE no nos genera confianza, pero hemos de recomponer la izquierda con lo existente mientras esperamos a que surja algo más decente. Hemos de apoyar a IU-ICV en su representación para que el bloque progresista se equilibre un poco y deje de estar tan escorado a la derecha.

    Un abrazote amigo.

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  5. Hay un grupo en Facebook sobre esto: "Apoyamos la huelga de Metro, incluso sin servicios mínimos".

    Debemos mirar hacia el futuro siempre y este caso no es distinto.

    Problema: el concepto de servicios mínimos ha sido pervertido y permite usar el Derecho contra la sociedad, cuando debería servir para todo lo contrario en una Democracia.

    Por lo tanto, debemos intentar pasar una ley —habría que hacer campaña— que regule los servicios mínimos en huelga de un modo aceptable. Por ejemplo: sólo aplicables a los sectores de sanidad y catástrofes naturales. Cifrados entre el 10-20%.

    Ya puestos y a falta de una Renta Básica Ciudadana, una R. B. Universal o un Salario Social podríamos intentar pasar también dentro de la ley sobre el derecho a huelga que ésta sea remunerada. P. ej. con el Salario Mínimo Interprofesional.

    Cordialmente,

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  6. todo tiene solución ante servicios minimos abusivos , pues huelga abusiva, huelga a tope.
    pero ojo, que las asambleas son muy manipulables, si no se tienen las ideas claras , hasta donde , con quien , hasta cuando, como , con quien , para que.
    mi apoyo a los trabajadores del metro. pero seguro que alguno sale beneficado,
    y muchos o alguno al INEM como los de SINTEL.
    memoria, para la lucha.
    dignidad para lostrabajadores, pero con tiento.
    salud y buenas noches

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  7. Creo que todos coincidimos en que han sido los servicios máximos aprobados por el Gobierno de Madrid ha sido el causante de la huelga total.

    También existe la coincidencia en que ese hecho tenía una finalidad política doble:

    1) Desactivar la huelga.

    2) Cargar contra los sindicatos.

    Tal como explico, ley es lo acordado, vulneración de la ley es el recorte auspiciado por el gobierno central. Ganas de hacer daño es la extensión, con saña, a otros y con ánimo destructor tal como ha hecho Esperanza Aguirre.

    Como bien dice Piniella, es tiempo de dignidad, y pese a los inconvenientes producidos a la ciudadanía, que sin duda ha habido,hacia falta pegar un puñetazo en la mesa en esa dimensión.

    Lo triste, para mí, es que aquí los sindicatos trradicionales han sido temerosos. Es lo malo que tiene la creciente institucionalización.

    No es aceptable, tal como he oído, comparar esta huelga a la de los controladores.

    Por otro lado, considero altamente gratificante ver como progresistas de pacotilla en los medios de comunicación enseñan el plumero. El tiempo y los acontecimientos ponen a cada cual en su lugar.

    Gracias por vuestros comentarios y un saludo

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