En los últimos años de la vida de Marx ya había sido fundada la Asociación del Fútbol en el Reino Unido. Al principio fue un deporte de caballeros, como todos los deportes puestos en marcha o inventados por los británicos obedecía a ese criterio sobre los practicantes, los obreros tenían bastante con seguir trabajando. Cuando Marx dijo aquello de que la religión era el opio del pueblo quería decir en realidad que adormecía el espíritu revolucionario. En definitiva, que era algo que anestesiaba al pueblo. En realidad el bueno de Carlos ni entraba ni salía en el misterio religioso solo constataba su impacto sobre el género humano y en concreto, sobre la clase obrera.
Posiblemente nada supo del fútbol pero si hoy pudiese contemplar como este deporte, y según que país, arrasa, obnubila y perturba a su ciudadanía muy seguramente habría situado no solo al fútbol si no al deporte-espectáculo y mucho mas en su vertiente nacional en el mismo nivel que ponderó a la religión.
Hace años, muchos, se nos citó a unos jóvenes para una manifestación, debió ser por el 68 o el 69, si no antes. La cita era en la Avenida José Antonio una calle cercana al campo de San Mamés. El equipo local jugaba contra alguien, no recuerdo, y se preveía que ese partido se perdería. La técnica era la de siempre, alguien gritaba entre un grupo y a continuación se formaban saltos en el gran gentío que salía del campo. Si el personal estaba cabreado, había razones persistentes al margen del futbol para estarlo, se liaban los saltos y las carreras. El Athletic, contra todo pronóstico, ganó y los saltos quedaron en nada.
Algunos años antes en el salón de mi casa vimos la famosa final de España contra Rusia de la Eurocopa de 1964. Mi padre había comprado recientemente la televisión, por supuesto la única posible, una Telefunken en blanco y negro. Allí estaba mi tío Antonio, hermano menor de mi madre. El “Catané”, ese era su apodo, trabajaba por aquél entonces patroneando un pequeño remolcador en la ría de Bilbao. Había tenido una vida muy dura y murió relativamente joven. Primero marinero, luego patrón de pesca y luego patrón de costa, su mar era el Atlántico marroquí. A finales de los cincuenta las cosas se pusieron muy mal y como otros muchos embarco en aquel Tánger internacional en una de esas lanchas jubiladas de la marina estadounidense; la PT, famosa una de ellas, la 109, que fue la comandada por JFK en la segunda guerra mundial. Era Tánger y navegar allí significaba, entre otras cosas, dedicarse al contrabando. Hablamos de finales de los 50 y en esa época el contrabando de tabaco, las maquinillas Philips y el whisky era lo habitual. Pasó una breve temporada en la Poggio Reale de Nápoles cuando una patrulla de carabineros italianos apreso a toda la tripulación en plena faena de desembarco. Cuando salió libre cogió a su familia y aterrizó en Bilbao, donde ya estábamos todos, y allí lo más que pudo salir fue al Abra de Bilbao. Volvemos al fútbol, ese día la discusión fue gorda. Catané iba a favor de Rusia, la URSS, el decía Rusia y mi tío Juan y mi padre apoyaban a España. Cuando Marcelino en el minuto 83 metió el gol del triunfo, el enfado de Catané fue mayúsculo, pegó un portazo y salió de la casa. No era comunista, nada de eso, de ser algo era anarquista, todos hemos escorado mucho hacia lo negro. ¡ Franco os tiene embobaos con el fútbol! Aquello se me quedó mientras los jugadores recorrían el campo con la copa en alto y mientras Franco sonreía en su palco.
El futbol en este país es un filón. Sus beneficios se extiende por una serie de sectores y personas; Enriquece a jugadores, intermediaros, directivos, periodistas, el diario de más difusión de este país es deportivo, ocupa los primeros puestos de lo más visto, de lo más oído y a su alrededor toda una parafernalia de prendas, accesorios y cachivaches ligados a él nos machaca, sobre todo a los padres si tenemos hijos futboleros.
No ha empezado el mundial y las calles se pueblan de chicos y mayores con la roja a cuesta, los quioscos exhiben banderas y bufandas, en Junio, por el módico precio de 20 euros por el lote.
Este pueblo no está para huelgas, no porque no lo merezca, nos han dado y nos van a seguir dando a base de bien, es que está ahí, a la vuelta de la esquina, ahí está el Mundial y eso al parecer es lo prioritario, todo está bien planificado. Es nuestra esperanza como pueblo, nos lo jugamos todo. Insisten e insisten, y hasta los más cultos, los mas preparados, los mas racionales, todos, pendientes de once chicos vestidos de rojo y azúl. El fútbol esta rindiendo enormes beneficios. Es el principal activo en el proceso de alienación de este pueblo. Sirve lo mismo para un roto que un descosido. El fútbol es el principal argumento para construir grupos, asociaciones, cuerpo, masa, nacionalidad e incluso, Estado; Fem pais, a través del Barça, la gloria patria con el Madrid, las esencias, el origen, con el Atlethic, incluso la resistencia del ¡Soria ya! con el Numancia. Los equipos han ido incorporando la bandera de la nacionalidad con la que mas a gusto se siente; El Racing lleva la bandera de Cantabria, el Barcelona la senyera, el Madrid la constitucional y el Sevilla incorpora la constitucional y haciendo un enorme esfuerzo, al coincidir los colores con su máximo rival, la blanquiverde.
Pero todo eso nada tendrá que ver con lo que se avecina; Un país rojo y amarillo, las radios, las televisiones, los diarios… Todos machacando una y otra vez para que la gente olvide su drama diario y para que este país siga siendo cada día mas Uno, mas grande y, ¿más libre?.
Lucharé a brazo partido contra mi hijo Miguel por... el mando de la televisión. Utilizaré todos mis poderes, con un chico de quince años con la finalidad de que en mi casa no se oiga a ese dúo embaucador, Los Manolos y otros similares, trataré de hacerlo y trataré de comerle la oreja a su madre sobre lo malo que es todo esto.
Posiblemente pierda. Si, es lo más probable, Marías, Montero, Celaya, Sabina y Serrat entre literatos y poetas. Ramoneda, Vázquez Montalbán, Carlin y Galeano entre los periodistas serios. Moratinos, Rubalcaba, Sebastián, Zapatero entre los políticos, y de los sindicalistas no hablemos; Lito, Méndez… En fin, tengo las de perder.
Me gusta el fútbol, lo he dicho varias veces, me gusta cuando lo juega Miguel con sus compañeros de cadete en el Real Salamanca Monterrey, el segundo equipo más antiguo de Salamanca y que llegó a lo más alto que podía aspirar; Intentar jugar en la Segunda B pero esto que estamos comentando es otra cosa. La gran pregunta ahora es, cómo puede seguir este país mirando hacia el otro lado, seguir con casi 4,5 millones de parados, con una crisis institucional de órdago, con un gobierno en almoneda, pagando por su deuda dos puntos enteros, no básicos, mas que Alemania por lo mismo, y a pesar de eso, pensar única y exclusivamente en cómo vamos a quedar en el Mundial. Me importa un comino, tengo la misma esperanza que en el 68 o el 69 en provocar ese salto y me acuerdo del Catané y por eso digo lo mismo que decía él.
La fiesta se acabó y no pienso en contribuir lo más mínimo a que este país tenga su autoestima mas alta en base a ganar partidos cuando nuestra economía, nuestra educación y nuestra convivencia está hecha añicos. Me niego a ser un peón en ese tablero en el que no se juega nuestro futuro. Nos van a dar, y muy duro, no pienso ser más feliz y consolarme con una fila de tíos mirando al cielo mientras tocan el himno. Es posible que salte cuando marquen un gol, eso va en lo genético quiero decir en lo instintivo, pero pienso el no dejarme arrastrar en el "todo fútbol" que está empezando a ser este país. Al pan, pan y al vino, vino.
Creo que cuando se escuchan los comentarios de José Ramón de la Morena por las mañanas en la SER uno encuentra la clave porque la religión ya no es el opio del pueblo, ahora lo es el futbol. Una forma como otra cualquiera de mantener al personal calladito con un partido cada día. Antes los partidos eran los fines de semana, ahora uno al día... o más.
ResponderEliminarComo decía hace un rato en la pág. del Prof. Piniella:
ResponderEliminar«
(...) no se lo pierdan, además de su retribución ordinaria anual, los futbolistas que participan con la Selección Española en el próximo Mundial de Selecciones de Fútbol... ¡recibirían cada uno una prima de 600.000 € si ganan el campeonato!
Para Estado del Bienestar, trabajadores públicos y privados... para todo eso no hay dinero, pero para monarcas y futbolistas millonarios sí, ¿verdad?
Es demasiado caro que la Selección Española gane el Mundial: nos conviene que no ganen. 600.000 € por cabeza. No podemos permitirnos que ganen :-(
Les van a dar ese bonus extraordinario, mucho más alto que el de países más ricos y con economías más saneadas que la nuestra como, p.ej., Alemania.
Si la gente no llena las calles en las huelgas tras esto... Mal vamos como país. A nation of sheep, como le dijo un observador alemán hace unas pocas décadas a sus anfitriones yankees al ver que no tenían sanidad pública universal.
»
De pequeño no me gustaba el fútbol. Lo aborrecía. Me parecía vulgar y borreguil. Con el tiempo le cogí el gustillo a practicarlo como deporte y al juego bonito.
Hoy en día, cuando voy por la calle y veo un grupo de críos/as de varias etnias y colores (ventajas de vivir en un barrio periférico: riqueza, variedad, mestizaje) corriendo y chutando una pelota en un parque se me cae la baba. Deseo con intensidad en esos momentos que se les escape el balón y llegue hasta donde estoy yo, para poder darle unas pataditas antes de devólverselo.
La pasión que hace sentir el juego, el espectáculo, la habilidad, el ejercicio... por un lado, se convierte cada vez más en hastío cuando se ve el aborregamiento social que produce como fenómeno de masas el seguir tribalmente a un equipo profesional y las paletadas absurdas de dinero que se invierten desde todas partes a ese negocio mientras la sociedad necesita ese dinero invertido en otras cosas.
Intentando hacer la guerra de guerrillas y en un acto de lo que los profesionales llaman comunicación de aficionado, en mi página he colocado una pancarta sobre la huelga del próximo día 8 que he pintado a propósito con los colores de la selección española. Intuyo que dichos colores estos días servirán mejor que otros para llamar la atención :-P
Mi más cordial saludo,
Hola amigo:
ResponderEliminarSi se pasa por mi bitácora verá que también hablo de fútbol, más bien de los hooligans; en este caso de los hooligans de los partidos políticos que son igual de salvajes que los hooligans del fútbol. A mi también me gustaba ir con Rusia, en mis tiempos URSS. Seguro que si hubiera vivido en la URSS hubiera ido con España. La pena es no ver las posibilidades de ir junto al que es diferente.
Recibe un muy fuerte abrazote amigo.
Nicolas, Sr.M, Javier,
ResponderEliminarLa utilización del fútbolcomo droga colectiva en España roza aspectos que deberían de contemplarse como algo muy negativo para la salud ciudadana.
Os invito a ver y fijaros detenidamente en los telediarios de fin de semana cuando llegan los grandes eventos deportivos de carácter mundial. En un tiempo, hasta que acabaron con ello, había hasta un modo de decir las noticias deportivas, entonación incluida, el modo de entonar tenía una determinada musicalidad. Desde ahí (TVE, Cuatro, Tele5, A3TV y la Sexta) se fortalece la conciencia del ser español. No es Nadal, Lorenzo, Alonso y compañía es el español, es lo español y es España.
Me fastidia cualquier tipo de exacerbación de lo nacional. Esto es machacón. Luego vemos como Alonso, la exección fiscal a deportistas, las primas, el acabar la carrera en paraisos fiscales, en el golfo pérsico, en Montecarlo etc que todos buscas con el objeto de "legalizar" allí, lavar allí los dineros de toda una vida deportiva con el objeto de no contribuir a la fiscalidad. Esos son los hérores de este país.
saludos,