martes, 16 de febrero de 2010

Pacto e iniciativas ciudadanas. Consideraciones sobre la propuesta de Jordi Sevilla


Jordi Sevilla en su último post nos ofrece una reflexión del porqué el pacto político para salir de la crisis no puede llevarse a cabo. El ex diputado y, en otras circunstancias, mano derecha de Rodríguez Zapatero, concluye que el citado pacto no es posible porque ninguno de los dos partidos quieren, empeñados como están, ambos, en una política de desgaste del contrario. Se trata de arañar en esa estrecha franja de los siete u ocho diputados, lo suficiente con la que poder obtener una ventaja sobre el otro.

El ex-ministro y parlamentario apunta más; No hay una política económica propia de derecha para salir de la crisis, tal como argumenta el Partido Popular. La salida de la crisis en la derecha y en la izquierda tienen la dirección común que marca el “Grupo de los 20” basada, como todos sabemos, en un neokeynesianismo argumenta. Añade que no observa una diferencia sustancial entre el aumento de la fiscalidad del PSOE y la que podría haber llevado a cabo el Partido Popular si hubiese estado en el poder.

Sevilla, sin quererlo, nos dice que ambos partidos serían similares no solo en lo que podrían hacer en economía sino, también, en los comportamientos mezquinos e impropios de aquellos que deberían de anteponer el bien común al simple objetivo partidario. Cierra su artículo con una afirmación de que solo se puede quebrar esta tendencia si la sociedad civil asume un mayor protagonismo.

Niega lo fundamental, la capacidad interna para mejorar o cambiar las cosas. Nos está diciendo también que no es posible el que un movimiento interior en el seno de ambos partidos políticos puedan hacer torcer el camino por el que ambos grupos nos llevan a un desastre más que anunciado.

Existe una percepción clara no solo por parte de la ciudadanía sino por muchos observadores y economistas que solo se puede salir de esta si hay un amplio acuerdo en lo político y lo social. Sin embargo, el encastillamiento en posiciones propias en cada cual nos hace pensar que ese acuerdo va a ser cuando menos difícil.

Soy de los que piensa que la crisis no solo es económica, la virulencia con la que se ha manifestado en España no se puede imputar, como suele hacerse de modo simplista, tan solo a los desequilibrios de nuestra estructura productiva y el enorme peso del sector de la construcción. Nuestro problema es un problema de adaptación a la nueva economía e intervienen un conjunto de carencias que tenemos en los planos de la Educación, la Innovación, la preparación empresarial y sindical, la administración, la educación o cultura ciudadana, la asunción de valores ciudadanos e incluso, entender lo que significa sentir y actuar en democracia.

No solo es salir de la crisis, aunque eso sea ahora lo más urgente, pero debemos de replantearnos la calidad de nuestro sistema democrático haciendo de los partidos entes más democráticos, que estén sujetos a normas y modos transparentes y del mismo modo, hay que analizar y debatir la viabilidad de un sistema político, el de las autonomías, que registra no pocas disfuncionalidades y que resulta ser caro, muy caro.

La sospecha, cada vez más extendida entre los ciudadanos, de que los partidos están a su interés, puede abocar a este país a un esquema muy parecido al de Italia. Ahí, la izquierda es, sin duda, la que más tiene que perder.

La solución como dice Sevilla y venimos diciendo otros muchos es en la asunción de mayores cotas de protagonismo de la sociedad civil. Primero, nuevamente, es la calidad de nuestra democracia y esto puede ir parejo con los intentos de una salida de la crisis que no altere en lo sustancial el bienestar logrado por este pueblo.

Ello puede y debe ser compatible con la militancia en cualquier partido. Hay que moverse en esos dos espacios. Ya que la fuerza del cambio no surge, no se puede plantear en los interiores la presión habrá de hacerse desde fuera. Solo falta crear los cauces, sí, lo más difícil.

Jordi Sevilla en 2002 escribió un libro, “De nuevo socialismo” en el se recogían una serie de propuestas sobre un socialismo de nueva vía basado en la profundización de las libertades, la herencia de la revolución francesa e incorporación de algunos aspectos socializados del civismo compasivo. En su prólogo se decía:

“Si algo caracteriza a la izquierda desde sus mas remotos orígenes es su rebeldía intelectual, la permanente discusión de su propio pensamiento y el rechazo a cualquier ortodoxia, sobre todo aquellas que se fundan en la tradición, el prejuicio o el poder”

“El socialismo de los ciudadanos que propugno se preocupa intensamente de buscar nuevas vías de diálogo con la sociedad y de abrir los horizontes de la participación política”


Hoy, ocho años después, esas mismas palabras escritas por José Luís Rodriguez Zapatero suenan huecas en su inevitable roce con la realidad. Si no, que hablen aquellos que en el interior del PSOE cogieron el camino del retiro forzado por intentar aplicarlas o reclamarlas.

8 comentarios:

  1. Hola amigo:

    Es una crisis de no desear llevar a cabo las verdaderas reformas que se deben acometer, tanto el PSOE como el PP están en las mismas circunstancias como bien expone Jordi Sevilla; pues ninguno se atreve a reformar lo que verdaderamente hay que reformar, reformarán cualquier cosa (salarios, pensiones, subsidios, etc.) cualquier cosa menos la verdaderamente importante, la relativa a la democratización de esta sociedad y la consecuente con ella, la evaluación sistemática de toda iniciativa, propuesta o modelo que se ponga en práctica.

    A esto son alérgicos. Por ello no nos funciona nada como debiera, ni la educación, ni la sanidad, ni el sistema productivo, ni siquiera los mismos partidos políticos o la administración.

    Cada día somos más los que pensamos como Jordi Sevilla, esto sólo se moverá desde fuera; lo de dentro está muerto.

    Recibe un muy fuerte abrazote amigo. Y gracias por estos post tan fabulosos que escribes.

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  2. Miguel, tu artículo es muy técnico o muy profundo para mis entendederas. No dudo de que rezumará sensatez y lucidez como todo lo que leo en este blog, pero para mí (y creo que para bastantes más) habría sido útil que aportaras una pincelada pedagógica sobre lo que dices al final:
    ...que hablen aquellos que en el interior del PSOE cogieron el camino del retiro forzado por intentar aplicarlas o reclamarlas...

    ¿Quiénes fueron los que tuvieron que coger el camino del retiro?
    Ya, ya sé que no estás hablando del parque arbolado y ajardinado en el corazón de la capital de España. Ese va con mayúscula.
    Saludos.

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  3. Javier, es que lo fácil es tirar de aquellos que pocos tienen o poco pueden protestar.Vg. Los trabajadores jóvenes (contratos leoninos) Los que se van a jubilar (los que mas se inquietan son los que no pudiendo con su alma, ven con 62 años como se van a ir a los 67 y a quí todos los que pasan de cincuenta)El IVA, que difuminará sus efectos en una amplia capa de la población.

    Veremos, veremos en que acaba todo esto.

    Saludos,

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  4. Jesús, hay muchas clases de retiro; Los hay dorados, en este caso, se suele recurrir al Parlamento Europeo. Este parlamento ene l caso del PSOE, hay tres grupos: Los técnicos, los del cupo (género y jóvenes) y a los que se les quieren retirar Ej. Aguilar y Jáuregui.

    Zapatero ha acometido una renovación de los cuadros del partido asignando en algunos casos responsabilidades que exceden a la competencia que tienen los seleccionados; Madina, Pajín, Aido y muchos más. La renovación o retiro, afecta a todos los niveles. Es decir, entra hasta en los niveles provinciales. No olvidemos que Zapatero es un "aparatchik" es lo que ocurre cuando un aparatchik es llamado a responsabilidades que implica una mayor altura de miras, elevarse sobre el común, este fue el caso de Suarez, Felipe, Aznar. Zapatero es un orgánico y traslada esto a todo lo que hace. No es un estadista.

    La renovación o retiro alcanza no a los veteranos como podría tener una lógica. España es, mejor dicho el PSOE, es el único que retira a gente que todavía puede dar mucho de sí ( quitando a Oliart).

    Por decisión de Zapatero se ha retirado a Marín, Borrell, Solchaga, Solana, Ibarra, Aguilar, Jáuregui, Caldera, si, Caldera, Sevilla y no hablemos de otros niveles. Unos de sopetón y otros, dejándolos arrinconados. Bien, todos estos, como otros muchos tendrían algo que decir, lo dicen, mascullando, en círculos reducidos, pero nunca planteando en asambleas o escritos sus discrepancias.

    Esto lo hacen a través de blogs Sevilla y Leguina, en prensa, educadamente, Peces Barba pero no hay una articulaciónen serio de otros puntos de vista que desde mi punto de vista hace falta. Esto daría para mucho mas pero sería entrar en demasiada harina y nombres concretos. A propósito, para aclarar, yo no tengo actividad en el PSOE desde 1990 así que a mi Zapatero no me ha depurado. O sea, que no actúo movido por ningún tipo de resentimiento por si se pudiera pensar que esa es la razón de mi crítica. Desde el 90 trabaje en el Sindicato al que pasé por discrepancia con lo de la OTAN, la política económica de Solchaga y también, la reforma de las pensiones. Mira que ha llovido desde entonces.

    Saludos,

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  5. Miguel en los últimos tiempos asistimos a un curioso comportamiento de todo tipo de altos cargos:

    Es dejar el puesto y criticar el rumbo que lleva su partido.

    En muchos casos sus argumentos están cargados de razón ... pero suelen quedar desautorizados al constatarse que mientras estuvieron, tragaron y comulgaron con ruedas de molino.

    No quiero con esto decir que no existan casos aislados en los que justamente el haber dejado el cargo signifique haberse plantado frente a los desmanes partidistas, pero repito, eso es la excepción, pues tal comportamiento pseudos-crítico lo observamos en personas que llevan chupando décadas.

    A mí me preocupa que estos comportamientos realmente críticos, sólo se manifiestan cuando el interesado no tiene nada que perder, o lo que es lo mismo, no puede tampoco arreglar nada, pues ha dejado la esfera de poder del partido. Viene a corroborar que la solución al problema no podrá surgir del interior del partido, sino del exterior, pues nunca los causantes del problema fueron parte de la solución.

    Hoy el PSOE necesita llevar a cabo una profunda refundación de modos y personas. Empezando porque los cargos de responsabilidad deben ocuparse por personas de la máxima solvencia intelectual y dejar a las Pajín, Aído y compañía para menesteres a su nivel, aunque igual de importante es volver a la ciudadanía, sintonizar la frecuencia perdida, redefinir y explicar sus objetivos, promover de verdad y no sólo de boquilla la participación y retornar a la senda perdida, la senda de las gentes de izquierdas.

    Saludos.

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  6. Vaya debate el de está mañana, que continúa.
    No se ha hablado nada de corrupción, de plan anticorrupción, que es la madre del cordero que explica la crisis, empezando por los municipios.

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  7. Helios, tienes razón. La mayoría de las veces las discrepancia surge en el momento en que uno se baja del caballo, o como se decía antes, del machito.
    De ahí que mencione lo que es mas frecuente en la clase política que no tiene futuro al márgen de la política, la cobardía. Pero ello no es obstáculo para que lo que ahora dicen este cargado de razón, la misma, la misma que tenía el argumento cuando ellos lo pensaban pero no lo decían.

    saludos,

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  8. Innopolis.

    sobre el debate en cuestión estoy preparando un post en el que me acuerdo mucho de Samaniego, si el fabulista.

    Saludos,

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