viernes, 10 de diciembre de 2010

Un castillo de naipes llamado España





Una vez le preguntaron a Jhonny Cash porque siempre vestía de negro y lo explicó con una canción. O al contrario, de una canción hizo un modo de vestir y estar. No importa, lo importante es el porqué lo hizo.

Escogí el nombre de este blog por la colección de escritos periodísticos de Albert Camus publicados en Losada; Escritos de Moral y Política. Camus señalaba como detonante de los problemas políticos, económicos y sociales de Europa y Francia la pérdida de referentes morales, valores diríamos ahora. Izquierda y valores piensan algunos que no casan bien, también hay aquí una perversión del lenguaje, pero eso ha sido algo muy reciente. Se considera, por algunos, que eso de los valores y la moral es exclusivamente cosa de los conservadores y de la derecha. Tremendo error. Los valores y la moral pertenecen por derecho propio al ámbito de la izquierda, para eso, solo hay que volver a releer a nuestros clásicos.

En este blog y desde su inicio también se viste de negro, hay razones para ello. Algunos compañeros de la cosa me han advertido de lo difícil que es leer sobre fondo negro. Mitigué el negro rabioso y me vendí un tanto. Yo también me vendo. Rebajé el color o mejor dicho la ausencia de color y lo hice gris oscuro. Alivio de luto que se decía antes.

Al igual que Camus pensaba con relación a Europa y Francia, lo hago yo mas modestamente con España. Si nos detenemos y reflexionamos algo en ello veremos que nuestros problemas radican en la ausencia de valores y referentes morales. Este país ha sido una fiesta en la que hemos venido sustituyendo el esfuerzo, el comedimiento, el estudio y la convivencia respetuosa, por un individual sálvese quien pueda en el que todo valía. A la cárcel van solo inmigrantes, traficantes, asesinos, ladrones de poca monta y los que querían hacerse ricos sin tener permiso de los que ya lo son, personas con problemas psiquiátricos (18.000) que deberían de estar en psiquiátricos pero que se cerraron por la conjunción de unas teorías pretendidamente de izquierda y los deseos de los ultraliberales que aprovecharon la ocasión, listos que son los tíos, para cerrar estos recursos. Al final, cambiaron las camas hospitalarias por la ampliación de las plazas en las cárceles. Lugares estos que son más multifuncionales. Acepto todo lo contrario a lo que he dicho. Hay en nuestro país personas sufridas, trabajadoras y cumplidoras pero no son los suficientes para invertir la tendencia.

También aquí, en este blog, se viste de negro. No tiraré la primera piedra porque tampoco vivo libre de culpa. También tengo las mías con el actual estado de las cosas. También contribuí desde mi pequeña parcelilla a hacer de esta sociedad el conjunto alienado que hoy es. Para eso se está en algunos partidos políticos, para quitar el poder y la conciencia al pueblo. Me arrepiento de ello.

La falta de valores morales nos lleva a esta enorme falla de cartón piedra que es España. Políticos inmorales. Chorizos que son a la vez políticos inmorales. Capitanes de empresas que son granujas. Empresarios, una gran mayoría de ellos ahora, que contratan por salarios de miseria. Demagogos que usurpando nombre e ideología golpean a los trabajadores y que además, se suben a lo alto del atril para denunciar todo lo contrario.

Cancerberos de la ley que se agarran reiteradamente a defectos de forma. Se comenta que el caso Gürtel puede quedar en nada precisamente por defectos de forma.

Personas que han sido elevadas a la cumbre de la aceptación social; Deportistas de alto nivel, que nos han hecho creer - gran mentira en la que nos han embarcado nuestros dirigentes y todo el coro animador desde la Corona, pasando por los gobiernos y los medios – que éramos lo más; La octava en economía y la tercera o la segunda, da lo mismo, en el deporte. Toda la masa cubierta de rojo y amarillo, o blanco, o azulgrana, lo mismo da.

Un castillo de naipes que cae de modo estrepitoso; Contador, Domínguez etc, y lo que te rondaré morena. Hay mucha droga en este país, de todo tipo, para cualquier tipo de consumidor. Este país está dopado en su conjunto. Casi todo esta penetrado por el dolo, la corrupción y el engaño. Compramos pastillas, polvo, hierba seca o fresca y sobre todo palabras y sueños. Otro modo de doparse, si me apuran peor que los anteriores, porque afecta a lo colectivo y los otros dañan al individuo o a su entorno mas inmediato. No son pocas las voces, vengo oyendo a bastantes en eso, de la tremenda apatía que viene sacudiendo a esta sociedad capaz de como si un gargantúa fuese tragarse todo sin reacción aparente.

Los que me conocen dicen que soy una persona divertida y para nada amargada. No diré más sobre mí pero han ocurrido tantas cosas en estos tres últimos años que es muy difícil vivir ajeno a todo lo que viene ocurriendo. Es lo que hay. Cuando empecé esto, lo hice con el ánimo de ejercer la denuncia constante. De las culpas que a otros cargo no me libro yo. Esta sociedad es así porque nosotros somos así, este pueblo es así, y solo puede reconducir sus numerosísimos problemas en la medida en que se asuma la situación real en la que se encuentra.

Faltan impulsores de la necesaria renovación moral. Los que pueden hacerlo viven silenciados o abatidos. Faltan líderes que acometan esa función. Me dirán, no les falta razón en ello, que la inmensa mayoría es sana, paga sus impuestos, se comportan cívicamente, estudian y hacen bien su trabajo. Vale, pero no me negaran que aún siendo menos los malos que los buenos, ellos vienen ganando la batalla. El país está hecho unos zorros en todos los órdenes y va a la ruina a marchas forzadas y a esto, hay que ponerle remedio.

Me preocupa, y mucho, la indolencia y el descreimiento que afecta al conjunto de nuestra sociedad. Me inquieta ese silencio de los corderos que a todos nos afecta. Y me duele una sociedad que es incapaz de luchar cuando le están dando por todos los lados.

¿Exagero? Puede, pero denme, si las tienen, pruebas de lo contrario. Gustosamente cambiaría el negro o gris por los colores mas alegres del universo. Sería lo que más podría desear, yo también quiero ser feliz.

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